Él sólo me dijo que disfrute de la velada y que me relaje, que él se haría cargo, sin embargo, tampoco puedo dejarlo sólo en ésto, hay cosas qué ni la simpatía de Peeta, pueden lograr desapercibir y controlar.

Suspiro.

Elijo un poco de lo que más me gusta y lo pongo en un plato. Al primer bocado cierro los ojos y disfruto del exquisito sabor de la comida. Debía de admitirlo, se lucieron con la comida.

En más de una ocasión, el equipo de preparación se había acercado para ofrecerme un pequeño vasito con un líquido que te ayuda a vomitar para poder comer más.

Yo lo rechazé. En los distritos, están muriendo de hambre y aquí solo vomitan, para tragarse más.

Dejo el plato vacío sobre una mesa y antes de poder voltear, una voz masculina habla en mi oído:― Te ves hermosa ésta noche.

Sus manos están posadas suavemente en mis brazos y noto como sonríe contra mi oído. Mi corazón late con fuerza y siento mis mejillas calientes.

Está peligrosamente cerca y mi corazón cerca de explotar, su tacto es suave y delicado, sin forzar nada. Doy vuelta con lentitud y encuentro una mirada verde mar, atrapando la mía.

Sabía que no me equivocaba.

Sus manos están en el mismo lugar y mis manos se encuentran agarrando su saco. Estamos tan cerca que nuestras narices casi se rozan.

Me aparto a una distancia razonable.

― Tú no te ves mal ―le digo, él ríe con petulancia.

Pongo los ojos en blanco.

― De todas formas ¿Que haces aquí? ―Pregunta él.

― Soy amiga de Peeta y de Katniss ―alzo los hombros.

Finnick alza las cejas y tiene un brillo travieso y malicioso en los ojos.

― Amiga de Peeta y de Katniss, eh ―dice y yo frunzo el ceño y asiento con la cabeza― Entonces ¿Que tan amistosa eres con Peeta? ―Pregunta él, en voz baja y en tono sinuoso.

Yo arqueo una ceja y siento como la rabia corre por mi torrente sanguíneo. Mis mejillas se calientan y me siento humillada.

― ¿Disculpa? ―Es todo lo que logro decir.

El ríe de nuevo, con petulancia y con soberbia. Me siento estúpida. Me siento muy estúpida y decepcionada ¿Porqué creí que podría pasar algo bonito entre nosotros? ¿Soy yo? ¿Es que acaso siempre espero demasiado de las personas?. No. Yo jamás espero nada de las personas, pero con él fue diferente. Con alguien siempre debe ser diferente.

¿Porque diablos me siento tan mal? Quizá porque mostró una cara diferente de como él era en realidad. Quizá porque quede encantada con el trato que la última vez me dio. Quizá porque se comporto como un caballero la última vez, y ahora se comporta como un nato cretino.

Una señora con vestido ajustado, extravagante y con escote pronunciado se acerca a nosotros. No es joven, no es para nada joven, su cara estirada y labios hinchados, antinaturales, denotan eso.

Tiene colgajos bajo los brazos y el cuello arrugado. Si no tuviera un vestido un negro, apostaría una fortuna a que está deseosa de sexo, su lenguaje corporal lo transmite, como camina, como arquea la espalda, como aprieta los muslos al caminar y aquí no hace frío pero sus pezones se le marcan de manera escandalosa contra la tela del vestido.

Poso mi vista en Finnick. Él está nervioso, está muy nervioso. Juguetea con sus manos y su manzana de Adán sube y baja con rápidez.

«Quizá ésta situación sea algo de lo que tenga que aprovecharme» Pienso.

Nightmares ➽ Finnick Odair. [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora