Hechos

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Con un libro bajo la almohada y mil pensamientos flotando por la habitación, una cama vacía y una lámpara encendida, la ventana y la puerta del armario abiertas. Pero no cierres los ojos, el sueño está al acecho. Y es debastador, te obliga a imaginar, y luego te roba la memoria, para que no puedas recordar todo aquello que te susurra la noche.

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