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Por todos los cielos, alguien debería de haberme advertido sobre el frío que hacia aquí. Sentía el aire colándose por mi vestido, y sentía mi piel erizarse.

"Muy bien Lana, podrías haberme dicho que trajera un abrigo" proteste hacía mi mejor amiga.

"Vamos, ni si quiera lo sentirás después de permanecer aquí un rato" concluyo ella, restandole importancia.

Me rendí, y termine decidiendo que quizás ella tenia razón. Mire a mi al rededor, y sonreí ampliamente. Apreciaba como se veía la playa por la noche, era incluso más increíble que verla en el atardecer.

"Ahora chica, tienes que divertirte como nunca antes lo has hecho. Estamos por terminar nuestro ultimo año en secundaria y hoy es el día, mi pequeña Lena. Cuando empecemos con todo eso de la universidad, no habrá tanto tiempo como el que quisiéramos para tomar estas fiestas" por su rostro paso un gramo de tristeza, pero la empujo lejos y prosiguió con su pequeño discurso "Así que querida hermana mía, disfruta esta maldita fiesta sin preocuparte porque mamá o papá nos descubran" y entonces, me miró suplicante "Lo prometes? Hazlo por mí, de hecho, hazlo por Alex que no ha dejado de mirarte desde que te ha visto poner un pie en la arena" murmuro ella, divertida al verme poner mi mejor cara de horror.

"Sabes, creo que puedo prometertelo. " murmure "Es una de nuestras últimas fiestas aquí, así que, quizás pueda conseguir relajarme sólo por un rato" sonreí, y ella chillo de emoción dando pequeños saltos.

Sí, yo aquí era la melliza responsable. Aunque vamos, siempre he seguido a Lana a todos lados. Pero costeando las travesuras siempre había más que una pizca de responsabilidad dentro mío.

Aunque la idea de Alex rondando a mis al rededores me parecía detestable, yo quería divertirme un rato hasta que nuestra pequeña burbuja de rebeldía y adrenalina sea pinchada por dos padres furiosos esperando en el sofá de casa pare regañar a sus mellizas adolescentes por haber escapado a mitad de la noche a una fiesta a la cual fueron estrictamente prohibidas a ir.

Negué con la cabeza para mis adentros, mi hermana y yo, eramos un caso totalmente perdido.

"Y ahora que Lena?" se quejó, pasando su peso a la pierna derecha y colocando la mano en su cintura. Expectante por saber que era lo que me traía inquieta esta vez "¡Oh dios! Mira ese chico guapo viniendo hacia aquí, ¿cómo crees qué me veo?" mire en su dirección y Zayn venia hacia aquí con esa sonrisa arrogante y llena de ese ego que lo caracterizaba.

Odiaba a ese chico tanto como odiaba mentirle a mis padres para conseguir estar aquí.

"Hola, nena" canturreo Zayn mientras tomaba a Lana de la cintura y la besaba.

Asqueroso.

"Oh no" murmuro mirándome de pies a cabeza, con desprecio.

"Zayn" escupí.

"Lena" asintió el hacia mi.

Lana soltó una carcajada mirándonos a los dos con esa mirada que desprendía kilos de ternura y amor por nosotros dos aquí parados, echandonos dagas con la mirada.

"El día que ustedes dos comprendan que tienen que llevarse bien por mi y lo hagan, seré la chica más feliz del universo, joder" protestó ella con una sonrisa en su voz.

"El día en que el muñeco de torta que tienes como novio entienda que debe dejar de llamarme Lena, quizás pueda considerar llevarme bien con él" dije y sonreí fingidamente.

"Lo siento Zayn, todavía no comprendo porque se comporta así contigo" murmuró Lana, con pena.

Estaba a punto de dejar que las palabras fluyeran de mi boca y protestar acerca de eso, pero sentí la mirada amenazadora de Lana contra mi y decidí rendirme.

"Saben qué? Mejor me iré a conseguir una soda o algo que no contenga alcohol" me di la vuelta y comencé a andar.

"No te alejes mucho Lena, no quiero tener que preocuparme por ti" grito Lana.

Hice un movimiento con mi mano hacia ella restándole importancia, sin voltearme.

Seguí caminando hasta que conseguí hallar un tronco en el cual sentarme y un poco de silencio al haberme alejado de aquella fiesta.

Estuve ahí sentada por un buen rato, hasta relajarme completamente. Era maravilloso oír el mar golpeando contra la orilla. Y ver como la arena se iba con el agua y luego regresaba.

Me relaje tanto que al oír risas tan cerca mío me sobresalte tanto que casi caigo del tronco.

"Lo que tu digas Niall" carcajeó el chico y suspire al ver que solo eran un grupo de adolescentes y no un asesino serial dispuesto a acabar con mi vida.

Creó que suspire demasiado alto porque la mirada de los 3 chicos estaba sobre mi.

"Demonios, si me hubieran dicho que aquí habían chicas tan calientes hubiera asistido a todas las fiestas en esta maldita playa" dijo el mismo chico que venía hablando "Soy Louis preciosa" sonrió abiertamente.

Yo no sabía si correr o agradecerle por el cumplido, así que me límite a sonreír y mirar hacia otro lado.

"Y bien, ¿cómo es qué te llamas?" interrogó Louis.

"Mi nombre es Elena" sonreí pensando en como hacer para irme de la vista de esas tres insistentes miradas "Elena la que debe volver en busca de su hermana antes de que se vuelva loca" mentí.

En realidad no del todo, es decir, ella no estaría buscándome pero me aleje lo suficiente como para preocuparla por un buen rato si no me ve cerca.

"Bueno, entonces no te detendremos mucho más tiempo" me dedicó una encantadora sonrisa "Así que, vamos a la fiesta mi pequeña y nueva amiga Elena" me rodeo los hombros con su brazo y me guió hacia la fiesta.

La confianza de este chico era frustrante pero por alguna razón me sentía segura cerca de él.

"Y que me dices Elena, tu hermana esta tan ardiente como tu o ella sólo, es la oveja negra de la familia" comentó con gracia.

"De hecho, ella es la que es tan ardiente y yo la oveja negra de la familia, sabes Louis" murmuré.

"Oh-oh" canturreo.

Y yo solo negué con diversión.

"Estos dos acá son Liam" señalo a un chico de pelo castaño y ojos mieles, quien asintió hacia mi dedicándome una amigable sonrisa "Y este aquí es Harry" y al mirarlo, sentí que mis piernas fallaron.

Nunca había visto tal belleza en mi corta y adolescente vida. Su cabello rizado largo hasta sus hombros, ojos color verde esmeralda y unas facciones que volverían loca a cualquier chica.

"Hola" susurré.

El me miró y sonrió de lado, de alguna forma sentía que el sabía lo que había causado en mi verlo.

"Elena" saludo él.

Y yo simplemente creí que mi nombre nunca había sonado tan bonito saliendo de los labios de alguien.

"Entonces, aquí estamos" aligeró Louis el ambiente "Pongamosno en marcha para buscar a la hermana ardiente de mi nueva amiga caliente" comentó con gracia Louis.

Y entonces, mire atentamente a estos tres chicos.

Algo dentro mío gritaba que me alejara de ellos tan rapido como pudiera.

Pero cuando quise hacerlo, mire a esos ojos verdes esmeralda, que miraban hacía mi con curiosidad y diversión, y sentí que no podía mover un solo centímetro de mi cuerpo para alejarme de él. Nunca más.

Y ahí supe de cuanta gravedad iba a ser el asunto este mientras me mantenga al lado de estos tres muchachos.

Eternal |h.sWhere stories live. Discover now