Capítulo I

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El instituto ha organizado un viaje escolar en las afueras de Francia. Han pensado que estas últimas de clases han sido un gran peso para sus estudiantes, así que este viaje vendría de maravilla para ellos, después de todo, se lo merecen.

-¡Chicos ¿pueden acercarse?- La directora parecía emocionada, tenía una sonrisa enorme adornando su rostro, mientras que Farres le ayudaba a subir a la plataforma para dar el siguiente aviso.
- Como saben, gracias a los fondos recaudados por las diferentes actividades que el instituto a planteado, hemos pagado deudas y nos ha sobrado algo de dinero para poder regalarles un maravilloso viaje de descanso. Hemos tenido la oportunidad de conseguir un campamento con cabañas y lo necesario para acampar. Será una velada maravillosa, no sólo para mi, si no para todo el plantel educativo.
Para evitar sorpresas, y saben a lo que me refiero, hemos decidido que chicos dormiran de un lado, mientras que las chicas estarán del otro lado. Delanay y Farres, ayudarán a organizar este evento. Muchas gracias por su atención.- La mayoría estaba concentrado a lo que la directora decía, otros simplemente les daba igual. Nathaniel parecía estar tranquilo ante dicha noticia, puesto que pasaría más tiempo con sus compañeros y dejaría a su familia por un par de días.. Más ahora con los problemas que tenía en casa, gracias a su padre.
-Para hacer más justo las elecciones de cada cabaña, pensamos que sería mejor hacer un pequeño sorteo. En esta pequeña caja tenemos asignados los números de las cabañas, serán dos personas por cada una, así evitaremos el desorden en estas. Señor Alexy, tome un papel por favor.- Alexy tomó el papel, la directora anotó su número en un cuaderno, seguido Armin, después Lysandro, Kentin, Castiel y por último, Nathaniel, quién cada vez se sentía más incómodo. No quería saber los resultados, no cuando sabe que podría tener la posibilidad de compartir cabaña con Castiel.
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-¡¿Me están haciendo una puta broma?! ¿¡EN SERIO!? - La voz de Castiel se escuchaba por toda el aula, menos mal que los profesores no se encontraban cercas.
- Castiel, baja la voz. Es sólo un mes, no más. Podrán solucionar sus problemas y retomar la amistad que perdieron hace tiempo.. -comentó Lysandro despreocupado.
-Sabes, Lysandro.. Te aprecio bastante, eres el mejor amigo que pueden tener, sabes que no te reprocho nada, pero esta vez.. Lo mereces. ¡¿Crees ese maldito delegado y yo, seremos amigos nuevamente?! Amigo, haz perdido la razón.. - Lysandro negó. No iba a cambiarle el lugar y los demás tampoco. La mayoría estaba al tanto de lo que pasó con ellos, y pensaban igual que Lysandro. Podría ser una buena oportunidad para arreglar sus problemas. Después de todo, Debrah se desenmascararó sola y el "malentendido" entre Castiel y Nathaniel ya estaba resuelto, o al menos pensaban la mayoría.
- Lysandro, te lo pido como amigos.. Créeme que sí estoy en una misma habitación con este.. Intento de perfección, terminará mal.. - Castiel siquiera dirigiría su mirada a Nathaniel, no quería verlo, mucho menos hablarle.

- Sólo hablas y hablas.. Como el típico charlatán que eres.. Créeme Castiel, que lo último que quiero es dormir en la misma habitación que el estúpido que me trae problemas siempre.. - Mencionó. Castiel lo observó molesto, mientras que Nathaniel seguía hablando.
- Para ser más justos.. No hablaré contigo, mucho menos voy a tomarme el tiempo de saber que es lo que te pasa o con qué necesitas ayuda. Es muy tu problema lo que te pase, así que puedes quedarte tranquilo y dejar de ser un maldito exagerado.. - Castiel, sin quitarle la mirada de encima y con una estúpida sonrisa en su rostro, habló.

-Por primera y última vez, estamos de acuerdo.. Me agrada tu forma de pensar, Nathaniel.. - Rió. Nathaniel estaba rojo de rabia. Sabe que será un largo viaje para ambos.

¿Enamorado... De Él?! |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora