Capítulo 7.

22.4K 3.6K 3.1K
                                    

El príncipe permanece quieto durante un segundo, lo único que se mueve es su cola por debajo de la superficie tratando de mantenerse a sí mismo y a la arpía por encima del agua. No es un trabajo muy difícil ya que el niño no es tan pesado, especialmente bajo el agua. Pero todo el intercambio de oxígeno lo dejó agotado, sin mencionar lo mucho que luchó para calmar al niño. Todo lo que oye es la respiración áspera de la arpía, su cuerpo todavía hundido contra el suyo.

—No voy a hacerte daño, sólo estoy tratando de ayudarte. ¿Entiendes lo que te digo? —Susurra Harry, logrando sonar algo tranquilo, totalmente lo contrario a la completa locura que continúa dentro de su cabeza. El niño no dice nada, por desgracia para Harry—. Por favor, di algo o muévete, necesito saber que estás lo suficientemente bien para moverte. No quiero lastimarte más de lo que posiblemente ya estás. —Su tono sereno suena tembloroso al final.

Un largo segundo pasa hasta que finalmente, el niño arpía esconde la cabeza en el cuello de Harry. Esa es la señal que necesita antes de susurrar de nuevo—: Aférrate a mí lo más fuerte que puedas, voy a tratar de encontrar tierra firme para ti. —Para su alivio, el niño se las arregla para aferrarse a su cuello, y envolver sus piernas plumosas alrededor de su cintura, el agarre es débil, pero Harry lo agradece, sin embargo.

Él nada con el niño envuelto alrededor de su cuerpo, un poco más hasta que ve lo que estaba buscando; la cueva. La misma donde se conocieron. Harry arrastra al niño hasta detenerse frente a una pared rocosa. Las olas que se estrellan en su espalda casi lo golpean contra la superficie dura de la pared.

—Necesito que aguantes la respiración durante un par de segundos, ¿de acuerdo? La única forma de entrar a la cueva es por debajo del agua o volando, y tú no estás en condiciones para volar. —Explica Harry rápidamente. El agarre de la arpía sobre Harry se vuelve más apretado. Obviamente no está demasiado entusiasmado con la idea de hundirse otra vez, el niño comienza a temblar y pronto comienza a llorar de nuevo. Esto no es bueno. Harry está completamente agotado y necesita dejar al niño en tierra firme lo más pronto posible antes de que no pueda soportar su peso por más tiempo.

—Sólo por favor, por favor aguanta la respiración. Sólo será por un par de segundos. Yo-yo trataré de nadar lo más rápido posible, por favor. —El príncipe suplica desesperadamente. Sin esperar una respuesta, Harry se eleva un poco y grita—: ¡Toma una gran bocanada de aire, ahora! —Antes de sumergirse bajo el agua.

Sólo han estado bajo el agua durante unos diez segundos cuando la arpía comienza a retorcerse con desesperación en los brazos de Harry, lo que indica que la arpía, para el horror total y absoluto de Harry, se está ahogando.

Utilizando la última gota de energía que Harry puede reunir, nada hacia arriba con rapidez y salta a la superficie.

—No, no, no. —El tritón respira con dificultad mientras arrastra a la arpía, ahora inconsciente, hacia la orilla rocosa de la cueva.

Trata de recordar desesperadamente cómo Barbara le enseñó a Niall acerca de la cardio.. cardiopatía.. cardiorrespiración.. algo..  resu... reanimación. Poseidón, era una palabra tan grande que Harry ni siquiera puede recordarla correctamente. Rápidamente acuesta a la arpía pálida y trata de arrodillarse junto a él, sólo para caer de cara contra el suelo rocoso. Su cola. Su cola hace que sea casi imposible arrodillarse. El agua comienza a brotar de sus ojos, algo que nunca le había sucedido al príncipe antes. Harry está agotado, confundido y asustado, nunca se había sentido así y el agua algo salada que sale de sus ojos, está haciendo las cosas más borrosas y empeorando todo. Aparta el agua lejos de sus ojos y observa al niño a su lado. Poseidón, por favor ayúdame a salvarlo. Harry reza y espera que el Dios haya escuchado sus súplicas. Utilizando sus brazos para levantarse, es capaz de, torpemente y muy a su pesar, de arrastrarse un poco para arrodillarse junto al niño. Vagamente recuerda a Barbara empujando sobre el pecho de Nialll y pellizcando su nariz, algo sobre necesidad de sacar el agua. Sin ser capaz de recolectar más información de su cerebro disperso, él hace precisamente eso. Harry une sus manos, una encima de la otra y presiona con fuerza en medio del pecho del niño.

La arpía y el tritón ➳ Larry AU ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora