Capítulo 22.

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Rodeó con su brazo mis hombros y me empujó hacia a él. Tenía mi espalda apoyada en su cuerpo y las piernas subidas en las suyas.

Habíamos desayunado y nos pusimos a ver la estúpida televisión. Yo no quería ver la televisión. Quería hablar con Jimin. Y se me hacía vergonzoso por lo que había pasado antes en la ducha y ayer en este mismo sillón. Me mordí el labio inferior sin darme cuenta. Recordarlo hacía que mi estómago se revolcara.

Besó mi mejilla repetidas veces.—No te muerdas el labio.

—¿Por qué?—Repetí la acción.

—Todavía me quedan fuerzas para metértela hasta el fondo.

—¿Y a qué esperas?

Tiró de mi hacia atrás acostándome en el sofá. Se colocó encima y empezó a dejarme besos cálidos por todo el cuello. Quitó la chaqueta y la camisa que llevaba puesta. Con una de sus manos desabrochó mi sujetador y empezó a besarlos.

—¡Jimin!—Tocaron al timbre.

—¿Nam?

—¿Me abres o abro yo?

—Mierda.—Susurró Jimin. Me levantó y me metió en la cocina. Salió al salón. Nam ya estaba dentro.

¿Por qué mierda tenía llaves de la casa?

—¿Qué estabas haciendo?—Nam miró hacia el pantalón de Jimin.—¿Te interrumpí viendo el vídeo de las lesbianas?

—Em... Sí.

Nam cogió el mando del DVD para ver porque parte iba Jimin.—Pero si el vídeo no está, ¿jimin?

—Es que...

—¿Qué hace un sujetador en el suelo?—Nam abrió los ojos de par en par.—¿Ese no es el móvil de _______?—Encendió el móvil y vio la foto que tenía con J-Hope en la entrada.—Vale... ¿_________?

Asomé la cabeza por la puerta de la cocina avergonzada.—¿Me pasas el sujetador y la camisa?

—Dios.—Se tapa la boca.—Lo siento yo no quería interrump... ¿Estáis saliendo juntos?

—No, y como le digas a Suga que estoy aquí te mato.—Cogí la ropa y me la puse en la cocina.—¿De acuerdo?

Nam empieza a reirse.—Eres la única tía que he visto que se la levanta de ese modo.

—Ah... ¿Qué le has interrumpido más veces?

—Es un hijo de perra.—Susurró Jimin divertido.

—¿Y se puede saber por qué tienes llaves de esta casa?

—El también tiene de las mías.—Contestó Nam.

—¿Y que coño quieres que has venido?

—¿Te ha dejado cachonda eh?—Sonrió.

—Nam.—Se quejó Jimin.

—¡Pues sí!—Grité.—Una no puede follar tranquila coño.

Me senté en el sofá y me puse el pulover. Crucé los brazos y encendí la televisión enfadada.

—¿Quieres que os deje solos?

—No, ya da igual.—Volví a gritar.

—Ven, voy a invitarte a un café.—Dijo
Jimin entrando a la cocina.

J-Hope: Buenos días ♡♡♡♡♡

_______: Holaa mi principeee ♡♡♡♡♡

Malditos sentimientos.-Jimin, Suga y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora