Capitulo 1

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PDV Sydney:

Cojo el borde del vestido que Abby me ha prestado y estiro de el hacia abajo.

-Sigo pensando que este vestido es demasiado corto.-Le digo a mi mejor amiga, quien me observa desde la puerta de su habitación.

-Vamos Sydney, estas sexy.-Dice ella.

Me miro una última vez al espejo.

He de reconocer que el vestido es bonito, pero bastante atrevido para mi gusto.

Cojo mi pequeño bolso de fiesta y después de guardar en el mi móvil, llaves y dinero vuelvo a mirarme de arriba a abajo.

-No se Abby...-Suspiro.-Creo que nos deberíamos quedar en casa en vez de ir a esa fiesta. Estos tacones me están matando.-Añado.

Abby bufa y camina hacia mi.

-No te lo pienses mas y vámonos, que llegamos tarde.-Me coge del brazo y me arrastra hacia la puerta.

No pongo oposición, Abby es muy pesada cuando se lo propone y siempre consigue lo que quiere.

Nos montamos en su coche y conduce hacia la discoteca.

-¿Preparada para la diversión?-Me pregunta Abby mientras entramos al local.

-Si...-Me coge del brazo y me lleva hacia la pista de baile.

Nos movemos entre la gente al ritmo se la música electrónica que pone el DJ.

-¿Quieres algo de beber?-Me pregunta sobre la música.

Asiento con la cabeza.

Abby se dirige a la barra, dejándome en la pista de baile.
Pasan los minutos y no llega. Seguramente de habrá ido a acostarse con algún chico.

Bufo frustrada.
¿Para eso quería que viniera? ¿Para emborracharse y dejarme tirada?

Me hago paso entre los cuerpos sudorosos de las personas que siguen bailando.

Llevo mis manos al borde de mi vestido y me lo vuelvo a bajar.

Joder, que incomodo es esto.

Llego hasta la barra, donde se supone que debería estar mi amiga.

-Vodka con coca cola.-Le pido al barman.

El sonríe y me da la bebida.

-Gracias.-Le digo antes de girarme y caminar hacia los sillones que hay en la parte izquierda de la discoteca.

Me siento en uno de ellos y espero a que Abby aparezca, aunque se que va a tardar bastante.

Llevo el vaso a mis labios y bebo un largo sorbo del líquido. Siento como baja por mi garganta y poco a poco va quemando.

Miro hacia las demás personas que están donde los sillones, y no puedo evitar fijarme en un chico que me mira fijamente.

Le sostengo la mirada y levanto una ceja.

¿Acaso tengo algo raro en la cara?

Se pasa una mano por su pelo oscuro y despega su mirada de la mía, posándola en uno de los chicos que esta con el.

Sonrió contenta, he ganado la guerra de mirada. Siempre gano.

Abby dice que suelo ser muy infantil.

Me acabo de vodka y me levanto del sillón.

Abby no va a aparecer así que mejor me voy a casa.

Dejo al vaso que contenía la bebida sobre la pequeña mesa de cristal y camino hacia la salida de la discoteca.

Me giro una última vez hacia la mesa en la que el chico estaba, pero está vacía.

Frunzo el ceño.

¿Cuándo se ha ido?

Me giro hacia la puerta y cuando me dispongo a salir por ella una mano tira de mi.

Noto como mi espalda choca contra la pared y un cuerpo se aprisiona contra el mio.

-¿¡Que haces!?-Le pregunto al chico que estaba sentado en los sillones anteriormente.

El no responde, se limita a mirarme a los ojos con una mirada fría, que atemorizaría a cualquiera.

-¿¡Estás sordo!?-Le vuelvo a gritar.-¡Vamos, apártate!

Frunce el ceño y aprieta los labios.

Miro sus ojos claros fijamente, retándolo con la mirada.

-Soy peligroso.-Se limita a decir antes de desaparecer de mi vista.

Suspiro aliviada de que se halla ido y me recargo sobre la pared de la discoteca.

Abro el pequeño bolso que cuelga de mi hombro y busco en el mi móvil. No está. Me lo ha robado.

Esto me pasa por salir de fiesta con Abby, ella acaba borracha y con algún tío y yo sola y con algún ladrón.

Me abro paso entre la gente y salgo de la discoteca.

Miro los tacones que yacen en mis pies. A la mierda, con esto no voy a poder andar. Me apoyo en una farola y me los quito.

Levanto la mano cuando veo pasar un taxi.

Me vuelvo a girar hacia la discoteca, y veo al chico cuyo nombre no se y a sus amigos en la puerta de esta. Él sigue con sus ojos puestos en mi.

¡¿Pero que le pasa?!

Me planteo la idea de ir a pedirle mi móvil, pero justo cuando estoy a punto de ir hacia el, el taxista toca el claxon para que me monte.

Nos volveremos a ver, estoy segura.

No me preocupo por Abby, se que llegará bien a casa.

Me monto en el taxi, le digo mi dirección al taxista y espero a llegar a casa.

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Holaa!!

Espero que os guste esta nueva novela :)

Acacia Brinley como Sydney Harrison.

Besos.
-Clara.

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