Capítulo 2

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Después de varias semanas ''enseñándome'' a como conquistar a su hermano nos hallábamos en el cuarto de Anna.

- Hoy estará en el Truth Coffe a las ocho. Será tu oportunidad perfecta. Compraras un café y te chocaras "accidentalmente" con él- dijo haciendo unas comillas con los dedos y poniéndole énfasis a accidentalmente- y arruinaras tu vestido poniéndole en un compromiso, lo mínimo que hará será comprarte otro vestido o invitarte a otro café ya que arruino todo, o incluso hará las dos cosas, ese será el momento en que tendrás que empezar a hablar con él y hacer que te invite a otra cita o que al menos te de su teléfono.

- Vaya. Creo que es muy pronto, ¿y si no lo consigo?

- Por favor Cat, dime, ¿Quién se resistiría a una chica como tú?

Y sin dejarme decir palabra prosiguió.

- Es hora de ponerte guapa, vamos de compras- dijo mientras cogía una tarjeta de crédito y cerraba la puerta de su casa con llave.

Después de unas tres horas de peluquería, maquillaje y compras había salido de su casa. La verdad es que me veía distinta, muy distinta.

- Estás hermosísima- Había dicho Anna mientras me acomodaba un mechón de pelo detrás de la oreja. Vaya pareces mucho mayor de diecisiete.

Y era verdad, parecía una chica mucho mayor de diecisiete. Me había preparado para todo, me había dicho como le solían gustar a él las chicas y sus gustos y aficiones, incluso me había dicho que me inventase un nombre porque ella le había hablado de mi varias veces y cuantas menos coincidencias mejor. Me había enseñado una foto suya, para verle y reconocerle.

Le vi entrar en el café, espere unos minutos y entré, estaba pidiendo mi café cuando veía que se iba a sentar.

Mierda ¿Cómo me tiro el café por su culpa si se sienta?

Pero acto seguido se levanto, yo venía del lado contrario, hasta había sacado el móvil para hacer más real que estaba distraída, y como si lo hubiese ensayado durante años me tire el café encima cuando él se había dado la vuelta para irse.

- Oh vaya, era mi vestido favorito- Dije mirando mi vestido con cara de pena.

Él se asusto.

- Oh, lo siento, no pretendía, estaba guardando el dinero y no te vi, de veras que lo siento.- Me dijo acto seguido.

La verdad es que no me lo imaginaba así, en las fotos se le veía normal, pero en persona... mediría unos 1.80, con el cabello corto de color café dorado, con ojos azules verdosos, una piel bronceada y musculoso, era muy guapo, la verdad.

- No pasa nada, da igual, yo también iba distraída, no tienes la culpa- Dije haciéndome la inocente.

Y como había dicho Anna ya me había invitado a un café y todo marchaba perfectamente según el plan.

- Me llamo Thomas ¿ Y tú?- Había dicho mientras se sentaba en una mesa

Oh mierda, ni siquiera había pensado en un nombre.

- Yo soy Elizabeth, pero puedes llamarme Beth.- Dije mientras me sentaba en frente suyo.

- De veras que siento lo del vestido.

- No pasa nada, tranquilo, le puede pasar a cualquiera.

Y como Anna había dicho se ofreció a comprarme un vestido.

- De verdad que no me importa.- Dijo él.

- ¿Estás seguro?

- Si, si quieres un día quedamos y te llevo a una tienda y te compras el que quieras.

- Oh, muchísimas gracias.

- Bueno Beth, Dime qué haces para ganarte la vida, bueno, ya sabes, estudias, trabajas...

Anna, ¿Por qué no te has podido acordar de este tema?-Recrimine en mi mente por ser tan estúpida.

- La verdad, estaba pensando en ir a la universidad, pero son todas muy caras.- intente hacerme la interesante

- ¿A cuál pensabas ir?

- Bueno- vale estoy jodida, me han pillado, aborta, aborta-ya ni lo sé, pensaba que quería ir a una universidad buena en la cual formarme para hacer algo provechoso en la vida, ni siquiera me lo había planteado ya que no tengo dinero suficiente para costeármelas, nunca he sabido si valgo para estudiar. O si debería de trabajar.- Vaya, eso quedo realmente bien ¿no? Aunque realmente lo pensaba-¿Y tú?-Intenté cambiar de tema-. Espera adivino. Oscilo que tienes unos veintiún años, estudias mmmm... ¿derecho? No, medicina, eso, medicina en la universidad, pero no te gusta, a ti te gustaría ser.... Actor, no, no, Futbolista. ¿Acerté?

- Vaya ¿Tan predecible soy?- Dijo con una sonrisa

- ¿Acerté en serio?- reí.

- Jaja veintitrés. Derecho. Escritor

- Vaya, eso no me lo esperaba ¿escritor?

- Bueno, no se lo he contado a nadie, siempre me ha gustado escribir, libros, poemas, ni si quiera sé si valgo para escribir, lo único que se es que me encanta hacerlo.

No conteste, Anna no me había dicho que quería ser escritor, no supe que decir, y continuó él.

- ¿Y qué edad tienes Beth?

- ¿Cuál piensas que tengo?

Esperaba con ansias que no dijese diecisiete o dieciocho. Me examinó detenidamente y después preguntó.

- ¿Veinte?

- Sí- reí.

Después de eso, empezamos a hablar de nuestros gustos, aficiones y mucho más, luego me dio su número para que le llamase para quedar por lo del vestido. Insistió en llevarme a casa, pero le dije que tenía que hacer unas cosas antes. No podía decirle donde vivía, si no se hubiese ido todo al garete. Cuando llegué a casa llamé a Anna, y le conté absolutamente todo.

- ¿Y entonces cuando vas a quedar con él?

- No lo sé.

- Llámale.

- Lo haré

- Digo ahora

- ¿Ahora?

- Acaba de llegar a casa. Llámale. Te cuelgo Te quiero.

- Yo también.

Estaba loca, tenía una amiga completamente loca, y encima yo estaba actuando como una inmadura haciéndole caso. Y entonces lo pensé ¿Le iba a llamar ahora?



Enamorando al hermano de mi mejor amiga © (PARA EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora