~Capítulo 20~Quédate conmigo

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*************************COMENTEN Y ESTRELLITA******************** Prohibido para menores de 18 ¬¬

Coloco las manos, inmediatamente, hasta sus pantalones y bajo su cremallera, quito su cinturón y empujo para dejar caer sus pantalones. El gemido de mi boca es arrebatado por él cuando muerde mi labio inferior y presiona mis pechos contra el suyo, pareciendo desear meterme bajo su piel.

Su lengua acaricia la mía con desesperación. Sus manos suben hasta por mi espalda mientras las mías se oprimen contra sus bóxer, cuyo bulto es bastante duro y notorio.

-Mierda—Maldice y baja las manos hasta mis caderas levantándome del piso hasta dejarme sobre el lavado. Separo las piernas y él se coloca entre ellas. Por un momento distingo sus pupilas dilatas, y esa mirada me retuerce el vientre.

Jadeo. Su boca abandona la mía y baja a aprisa hasta mis pechos. Presiona el rostro entre ellos y siento su respiración rosarme la piel. Enseguida, inhala mi aroma y mis mejillas se sonrojan.

Rápidamente la humedad de su boca rodea mi pezón. Lo empieza a succionar y mordisquear, exigiéndome que apriete los dientes. Contorneo el cuerpo, empujando mis pechos contra su rostro.

Jadeo nuevamente al tiempo que el dolor mesclado con el placer, me llenan. Llevo las manos hasta su cabeza y lo empujo ligeramente. Su cabello rosa mi piel y sube las manos hasta mi espalda, tomando mi cabello como una cola de caballo para tirar mi cabeza hacia atrás. Separo las piernas empujándome contra sus caderas y cuando mi piel sensible esta al contacto de su torso desnudo, gimo al estremecerme. Mis paredes se contraen ansiosas de tenerlo dentro pero al no hallarlo, me producen dolor.

Su boca abandona mis pechos y con las manos me hace levantar el rostro. Mi respiración es tan irregular que abro la boca para tomar más aire. Un gruñido abandona su boca, nuevamente, y lo veo extender los brazos contrayendo sus músculos hacia la vitrina que hay allí. La abre y lo veo tomar un sobre de plástico. Lo lleva hasta su boca y distingo lo que es. Es un preservativo. Tira a un lado la envoltura y luego baja las manos hasta sus caderas retirándose el bóxer. Observo sus miembro liberarse y un gemido escapada de mi boca mientras mis piernas tratan de apretarse entre ellas.

Se aparta un poco y rápidamente desliza el aro de látex por su miembro. Entonces toma mis caderas y me coloca al borde del lavador. Separo las piernas y él empuja las caderas enterrándose en mí, por completo.

Suelto un gemido y aprieto los dientes colocando mis manos en su hombros y mi atención en sus ojos.

No pronuncio absolutamente nada, y él tampoco lo hace si no que empieza a mover las caderas. Sus embestidas inician.

Me sujeto al lavador y separo las piernas para él. Mis pechos brincan y mi sexo lo recibe una y otra vez.

-mmmm—Gruñe contra mi oído y yo gimo más fuerte. Sus embestidas se vuelven más constantes, más rápidas y profundas y el calor que se va acumulando en mi interior se halla al borde.

Aprieto las manos en sus hombros mientras el enviste con más fuerzas provocando que mis paredes lo atrapen en su interior y el calor se libere apretujando las paredes de mi sexo y mi vientre. El placer me empieza a recorrer cada nervio de mi cuerpo, y me aferro a él para no caerme. Su aliento choca con el mío mientras mis piernas se sacuden.

Lo veo apartar las caderas saliendo de mí. Lleva la mano a su miembro y retira el condón para tirarlo al basurero.

Levanta el rostro y su mandíbula se halla endurecida.

-¿Me has esperado demasiado?—Arquea las cejas con malicia y yo no puedo evitar no sonrojarme—

-Ha valido la pena—Pronuncio aun casi sin aliento—

La comisura de sus labios se levanta en una sonrisa e inmediatamente extiende los brazos a la vitrina. Lo veo tomar otro preservativo y luego inclinarse para colocarlo nuevamente en su miembro. Un gruñido escapa de mi garganta.

-Ven aquí—Murmura y me sujeta de las caderas bajándome del lavado. Me rodea con el brazo por la cintura y me dirige bajo la regadera.

-Arrodíllate y apoya tus manos también en el piso—murmura contra mi oído. Mis extrañas se sacuden y bajo la mirada hacia la cerámica en el piso—

Respiro hondo y lo hago, mientras que él también se agacha conmigo. Me arrodillo y coloco las palmas delante.

-Eso es—murmura y lo escucho detrás—Separa más las piernas.

Hago lo que me pide y mi cabello cae por mi rostro—

-Maldición—masculla con la voz ronca-- Eres preciosa. Jodidamente preciosa.

Arqueo el cuerpo repentinamente cuando percibo a su dedo introducirse lentamente en mí, pero luego sale—Mierda. Como me encanta tu calor corporal—Gruñe y enseguida siento sus manos sobre mis caderas, y sus rodillas apartando más las mías. Agacho el rostro cerrando los ojos pero luego me vuelvo arquear y me endurezco al sentir a su miembro volver a enterrarse en mí.

Él gruñe ronco y yo entreabro los labios jadeando. Sus envestidas empiezan con rapidez. Empuja una y otra vez en mí, bombeando cada vez más rápido. Sujeta mis caderas, ayudándome a no resbalar contra la cerámica. Y yo siento a mi sexo cada vez más apretado.

Bombea más rápido, y me penetra con más rapidez. Sujeta mi cabello y lo tira hacia atrás mientras acelera a mayor ritmo; y finalmente, el calor en mi sexo se acumula hasta el punto de explotar y contraerme las paredes de mi sexo. Emito un grito ahogado y mis piernas se resbalan contra la cera. Voy a caer, pero las manos de mi maestro me rodean por el vientre mientras él también se ha inclinado sosteniéndose con un brazo e impidiendo que me lastime. Entrecierro los ojos tratando de recuperar el aliento mientras su miembro palpita en mi interior, así como hace el mío. "Me siento tan bien"

Percibo sus labios besarme la nuca y luego se apoya en sus rodillas para levantarme con él. Enseguida siento el agua tibia caer y mojarme el cuerpo. Me sostengo en mis piernas y subo mis brazos para dejarlo por la espalda.

Levanto el rostro y me encuentro con sus labios. Él sabe a un dulce ligero mesclado con agua y frescor. Su aroma es a sexo y perfume de varón. Huele delicioso.

Me siento demasiado pequeña en sus brazos. Mis labios dibujan una enorme sonrisa y creo que me asemejo a una chica ridícula. Me siento completamente realizada. Me siento afortunada. Me siento preciosa.

El agua cae sobre los dos y luego él me cubre con una toalla, y se seca con otra. Salgo de la habitación y camino hacia la cama solitaria, y no puedo evitar preguntarme cuantas mujeres han de haber dormido allí.

Los brazos de él me rodean antes de que me acueste, y lo percibo reposarme besos mientras me hace reír.-

-No te vas a ir, (TN) — Murmura y distiende la cama para meterme con él en ella.

Cierro los ojos y me apoyo contra su pecho.

-Profesor...-- murmuro entre sueños — ¿Se quedará a dormir conmigo o se ira como la vez anterior?—Susurro, porque aún no puedo evitar preguntarme aquello. "puedo jurar que la vez anterior él no permaneció a mi lado"

Se queda en silencio y luego besa mi hombro. "Su silencio es mi respuesta" —

-Donghae—Susurra—llámame Donghae—

Una decepción me ha invadido, pero no pregunto más. Me quedo dormida. "A pesar de todo, me siento afortunada, aunque percibo que ese sentimiento no durará mucho"

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My Biology TeacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora