Capitulo 1; Una noche

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-Pues bienvenida a la agencia Jonson señorita Wolfth –Edward extendió la mano con una sonrisa picara en su rostro, después guiño un ojo –Estoy seguro de que será un placer tenerla entre nosotros.

-Gracias señor Jonson –Katherine sonrió amablemente, por supuesto que el estaba seguro de tenerla allí, no había mas que ver como la miraba.  Ese hombre quería mucho mas que una nueva empleada, claro que eso ya todo el mundo lo sabia.  Edward Jonson, hermano menor de Cristian Jonson y vicepresidente de la agencia –Para mi será todo un placer trabajar en la agencia.

-Por favor llámame Edward –El ladeo levemente su sonrisa sin dejar de mirarla penetrantemente –No es necesaria tanta formalidad.

-Yo creo que si, usted es mi jefe –Katherine trato de aguantar la risa que se amontonaba en su garganta ¿formalidad? Seguro que esa sonrisita fanfarrona y la mirada penetrante le funcionaba con mas de una.  Claro que el hombre era guapo, muy guapo, sus ojos claros te perforaban y su cara con esos pómulos marcados, pero ese comportamiento arrogante dejaba muy claro que clase de hombre era. Esa clase que se acostaba con cada mujer que se le ponía por delante, que prometía cielo y estrellas y desaparecía en cuanto se cansaba de ella.   Claro que era necesaria la formalidad, era necesaria la distancia, ella necesitaba ese trabajo y no podía arriesgarse a perderlo por nada.

-Yo no soy tu jefe, así que no tienes que respetarme –El la observo divertido, después hizo una mueca –Además a mi hermano tampoco le gusta tanta formalidad.  Ya lo comprobaras.

-Bueno ha sido un placer conocerle –Katherine sonrió una vez mas y se giro para caminar hacia el ascensor.  Solo pedía por favor que a su jefe si le gustara la formalidad, la distancia, que no fuera igual que su hermano.  Claro que de Daniel no se había oído nada, no como de Edward.  Cuando la puerta del ascensor se abrió dos mujeres y un hombre salieron de el.  Las dos primeras la miraron de arriba abajo y se marcharon juntas cuchicheando, estaba claro que daban por hecho que Edward la había contratado por su físico. Una rubia tonta, sin cerebro que usaba su cuerpo para conseguir el puesto de trabajo.  En cuanto al hombre, sentía la mirada de el clavada en su trasero mientras entraba al ascensor. 

Una sonrisa se dibujo en su rostro ¡Tenia trabajo! De nuevo volvía a trabajar en ese mundo.  Cuando salio del ascensor en la planta baja, camino con toda seguridad hacia la salida, se dirigió a su auto y miro su reloj antes de arrancarlo.  Eran las once, aun tenia tiempo de arreglar un poco su apartamento, después subiría a limpiar el de su hermano y por ultimo iría a recoger a Esther al colegio.  Después podría darle la noticia a su hermano y por supuesto a su amiga Emilie. 

En cuanto llego a su casa, se deshizo de la falda, la chaqueta y la camisa, por supuesto sus tacones desaparecieron nada mas cruzar la puerta de su apartamento.   Camino hacia el fondo de su pequeño salón y encendió el estéreo y se fue directa a su habitación.  Se puso unos vaqueros y una camiseta de tirantes, después sus deportivas.   

Mientras la música sonaba arreglo su dormitorio, recogió todo lo que tenia por el salón y limpio un poco la cocina.  Se tomo un café pensando en como le diría a Royer que ya no trabajaría mas en la cafetería, después de todo el era un jefe estupendo, aunque el trabajo no lo fuera tanto.  Volvió al mundo real al oír el aviso de la lavadora al terminar, saco toda la ropa y se dirigió a su pequeña terraza para tenderla. Al acabar apago la música y subió al departamento de su hermano, nada mas entrar no pudo evitar reír, el pijama de su sobrina estaba sobre el sofá, el tazón de cereales sobre la mesa, dos libros de cuentos en la alfombra. Su hermano siempre trataba mantener todo en orden, pero estaba claro que resultaba imposible cuando tenia que estar a las siete de la mañana en el cuartel. Cuando el tenia que irse tan temprano, Katherine se encargaba de preparar a su sobrina para ir al colegio y la llevaba.  Esta mañana tenían tanta prisa que ni siquiera le dio tiempo de ordenar un poco el departamento.

La SecretariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora