Capítulo 22

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-Está despedida, recoja sus cosas y váyase ahora. – Entonces el aire faltó de sus pulmones.

Una frase, tan solo una simple frase, hizo que Mia abriera sus ojos desmesuradamente, no se podía creer que estuviera pasando eso en ese día tan fatídico. ¿Esto era en serio? ¿De verdad le estaba ocurriendo eso a ella? No creía posible que ella tuviera tanta suerte en un solo día.

-No quiero escándalos, no quiero lloros, ni gritos, quiero paz en mi oficina. De hecho, quiero paz en toda mi empresa y voy a empezar desde mi planta a formarla, creo que he estado demasiado tiempo encerrado en este despacho, pasado horas y horas revisando documentación sin darme cuenta de lo que verdaderamente sucedía en mi empresa. – Apesadumbrado, miraba sus manos mientras estas se movían despacio formando un pequeño círculo entre ellas, sin saber cómo había aguantado tanto tiempo ese ritmo. Desde luego tenía una familia que no merecía.

Ni la Srta. Yuri ni Mia, se atrevían a moverse de las sillas, ¿A cuál estaba despidiendo? No se atrevían a moverse, ni imaginar a preguntar qué sucedía, quién era la afortunada. Creían que algo más estaba por suceder, pues una noticia así no llega de la nada, sabían que él daría la justificación de por qué hacia esto, qué estaba sucediendo.

Pero pasaron cinco minutos y el jefe seguía mirando sus manos, seguía cerrando y abriendo sus manos. No sabían muy bien qué hacer en ese momento o cómo comportarse ante esa situación.

Por fin, pasados varios minutos más, el jefe se explicó qué es lo que tanto ha estado meditando.

-Creo que os debo a las dos una pequeña disculpa, sobre todo a usted Srta. Suárez. Usted es una simple becaria que ha tenido que aguantar a la largo de todo este tiempo todo tipo de vejaciones por parte de mi secretaria. Srta. Yuri, no tiene ningún derecho a juzgar la procedencia de la Srta. Suárez, más aún cuando se nota que usted no desciende completamente de EEUU. Creo que eso es de ser muy hipócrita por su parte ¿No cree? – un simple gesto de la Srta. Yuri hizo que el jefe pudiese continuar con sus pensamientos. – Creo firmemente en que usted, no sabe nada de lo que debería saber, que el trabajo se lo está realizando la becaria, y que no realiza nada en su jornada laboral, a excepción de recibir flores por parte de admiradores, retocarse el maquillaje y ponerse bien el escote. Creo tan firmemente esto que le comunico, porque verá, en esa semana que usted estuvo ausente, la Srta. Suárez, se encargó tanto de sus responsabilidades como de las suyas, y adivine qué, hizo todo perfecto sin siquiera preguntarme dónde poder encontrar los archivos, qué contraseñas utilizamos, cuáles son los teléfonos o algo tan simple como es cómo me gusta el café o los bollos. Por eso, Srta. Yuri, creo que usted no hace bien su trabajo, por eso usted es la que está despedida.

-¡Qué! ¿Cómo? ¡Tiene que haber un error Señor!, yo soy la que da buena imagen a la empresa, por mí se han cerrado innumerables acuerdos, y yo he enseñado a ésta insignificante inmigrante todo lo que ella sabe. ¡No es justo!, aquí la única que merece ser despedida es la inmigrante. Es una simple becaria, ¡por amor de dios! No vale ni dos dólares su puesto, es el peor con diferencia, no hay color. Yo hago una labor mucho más importante que ella. Le ruego que por favor Señor, lo reconsidere, no va a encontrar a nadie mejor que yo.

-Srta. Yuri, se da usted cuenta, de qué es lo que acaba de decir en mi presencia. ¿SE HA ATREVIDO A INSULTAR A SU COMPAÑERA EN MI PRESENCIA? ¿USTED QUIÉN SE CREE QUE ES? ¡¡FUERA DE MI DESPACHO!! ¡¡FUERA DE MI EMPRESA!!- mostrando más furia en sus ojos que un tornado, el jefe señalaba a la salida de su despacho mirando fijamente a la Srta. Yuri.

No tuvo más remedio que callar, bajar la cabeza y marcharse por donde había entrado, no sin antes dar un portazo y aclarar que nunca habría una secretaria tan dispuesta en todos los aspectos a como ella ha estado. Cosa que le dio escalofríos a Mia, ¿acababa de afirmar que se hubiera acostado con él? ¿Qué pasaría con ella?

Es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora