Capítulo 1

40 1 0
                                    

Mi padre acaba de morir, apenas con 10 años ya había perdido a mis padres, como en el velorio de mi madre, todo el mundo lloro todos se sentían mal, menos yo lamento decir que no me sentía mal pero no voy a mentir, odio hacerlo y que lo hagan pero al menos tenía a mi padre. Recuerdo a mi madrastra abrazando frente a todos, mientras clavaba sus uñas en mi espalda como navajas afiladas esperando que mis pulmones colapsen. Se había casado con mi padre hace un año y como si fuera poco había traído a sus hijos consigo una niña odiosa llamada Emma y un chico encantador llamado Lauren había sido mi salvación si no fuera porque su madre lo mando al extranjero. Todo esto me recuerda el día que mi madre murió tenía seis años, se que no debería recordarlo peor lo hago,porque me siento tal y como me sentí ese día incómoda en un lugar frío con gente que me miraba y sentía Pena de mi, yo no sentía pena de mi misma. Porque diablos ellos si podían sentirla. De repente mis pensamiento pasaron a segundo plano cuando sentí una aguja penetrando la piel de mi hombro, calmantes le dicen.
- Elisa deja de moverte - reconocí la voz al instante es la dulce Dayan mi enfermera personal que trata de callarme en uno de mis ataques cotidianos de ira-
-Traigan la camisa de fuerza- No saben como odio cuando dice eso sólo me causa más ganas de matarla como lo hice con mi hermanastra-
-Dejadme en paz- Alcanzó a gritar antes de que la morfina me deje tirada en el suelo acolchado una ves más como hace ya 2 años-

No Es Un CuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora