La odisea del equipo Ooo

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-Narra Bonnibel-
Caminamos horas por el bosque. No descansamos ni dormimos el peligro era algo fácil de atraer por estos lugares.
Era ya de noche y Finn por el simple hecho de ser quien me cuida tambien se arriesgó a pasar en vela para continuar con la mision, pero Jake no opinaba lo mismo.
- Oowww dulce princesa mis piecitos ya no dan mas, nesecitamos descansar. Mira a Finn tiene la misma cara del rey helado cuando lo dejo la princesa cangrejo, desmoronado con lo ojos hinchados.-Dijo Jake señalándolo.
- Tambien estoy agotada pero este lugar es como un campo minado el peligro puede estar donde sea.-Respondí.
-Ajam!- Llamo nuestra atencion una chillona voz.
Nos dimos la vuelta y era un duendecillo sentado en una roca.
- Si descansar quieren yo les puedo ayudar.- Dijo el diende de piel lavanda y ropa azul rey con sombrero de mago y barba falsa de fiesta.
-¿Porque deberiamos confiar en ti?- Dijo Finn.
-Porque estan cansados y yo se de un lugar no muy lejos de aquí donde puedan descansar sin ser comidos.
-¿Y que lugar es ese?
-El pais de la gran pluma.
-¿El pais de la gran pluma?
-Es el pais con las camas mas grandes alguna vez existentes.
-Viejo, no te creo nada.
-Finn yo si le creo miralo se ve confiable.- Dijo Jake estirando su camisa.
-Jake apenas lo conocimos y nosostros no sabemos de este lugar como para fiarnos de sujetos como el.- Dijo Finn.
-Bueno si cambian de opinión el portal estará abierto para ustedes.- Dijo desapareciendo en una nube con serpentinas.
Jake sin pensa rlo corrió hacia al portal abierta en la piedra donde estaba. Lo tomamos de la cintura pero el portal fue mas fuerte que nosostros y nos llevo del otro lado del lugar.
Y cuando llegamos el lugar era igual que el reino grumoso. Pero con un castillo de concreto u colchones.
Un caballero gigante nos encerro en una jaula de aves y nos llevo ante el rey de aquellos seres de gran altura.
-Mi lord hemos encontrado a estos forasteros.-Dijo el caballero arrodillandose.
-Diganme a que vienen forasteros.-Exclamó el rey gigante de barba blanca y capa roja.
- Soy la Dulce Princesa gobernante del dulce reino de las tierras de Ooo, no somos forasteros somos viajeros en busca de la Quimera Ciclope.-Respondí arrodillandome.

-¿Saben que eso es solo un mito cierto?- Me preguntó.

-No lo sabremos hasta llegar a su paradero.

-Un momento ¿Dijiste que eras una princesa?

-Si, asi  mismo.

-¡De haberlo sabido antes que alegria! Caballero soltadlos que son nuestros invitados, dejenme presentarme, soy el rey Enormico y este es el Pais de la Gran Pluma, el pais con las mas comodas y deseosas camas que todo buen viajero quiere tras caminar tanto por estos lados. Ya tratandose de una princesa uds tres sin problemas pueden quedarse y comer lo que gusten.

-¡¿Que intenciones tiene con mi princesa?!- Dijo Finn alzando su espada.

-Oh yo nada, veran mi hermosa hija Drisella pasa sola y tambien es una princesa, si como uds dicen que la rosada es una princesa yo encantado de recibiros.-Respondió el rey.

-Vamos Finn nesecitamos descansar un poco.- Dijo Jake.

-¿Princesa tu que dices? -Me preguntó Finn.

-Esta bien, pero sera algo corto, una noche y volvemos a la busqueda -Respondí.

El Rey nos dirijió a una gran habitacion con enormes y mullidas camas de distintos colores y sabanas de seda. Finn y Jake saltaron en ellas jugando y finalmente se durmieron.

Yo me recosté en una de ellas mirando el techo, preguntandome como estará mi reino... como estará Marshall...

Me di la vuelta y quede dormida.

-Narracion normal-

*Mientras tanto en Ooo*

-¡Sueltenme!- Gritaba Marshall con un saco en la cabeza y encadenado en una jaula de acero de las manos y pies pegado a la pared.

Dulce muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora