R.E.D

Capítulo 14: Me llamo Grey

Las puertas se abrían.

Se lograba observar todo hacia adentro. Luce realmente genial todo desde mi perspectiva de visión. Había demasiada gente caminando por los alrededores junto con vehículos que utilizan, Son muy grandes considerando que soy una pulguita a lado de uno de eso, pero están bien equipados, se ven tan complejos desde aquí.

— ¿Y toda esta gente? —Dije sorprendida.

—Vienen al igual que ustedes. —Contestó el soldado que nos dirigía el camino.

Comenzamos a seguirlo. Nos dirigíamos hacia donde todos lo demás estaban reunidos.

Mientras llegábamos podía observar los grandes edificios, esparcidos por el cuartel, podía asegurar con firmeza que ahí es donde duermen todos los soldados que operan en este lugar. Seguía observando los edificios que estos contaban con demasiadas ventanas, que desde el exterior se miraba como departamentos normales.

—En unos momentos pasaran al área de audiovisual. —Nos dijo el soldado guía mientras nos dejaba con los demás.

El chico del autobús, fue directo a unas bancas que se encontraban justo ahí, cerca del grupo que estaba esperando en este lugar. Lo seguí. No sabía a donde más ir.

—Hace mucho frío. —Dijo él.

Lo miré. Pero no le contesté, pensé que talvez no estaba hablándome a mí al decir eso, eso pensé ese momento. Así que simplemente me sumergí en mis pensamientos sin prestarle atención.

— ¿Tu no? —Escuche que dijo de nuevo.

Estaba observando a cada persona que se encontraba ahí, yo era la más pequeña en este lugar a los demás. Había señores, adolescentes, jóvenes, hombres y mujeres, alrededor de unas 76 personas reunidas aquí mismo, son demasiadas. Sentí una mano en mi cabeza, el peso de la mano hizo que mi cabeza descendiera un poco, luego sentí como levanto mi cabeza con su mano. Mire quien era el que había hecho eso y era el chico del autobús. Lo observé.

— ¿Qué? —Le dije.

— ¿No me estas escuchando? —Dijo mirándome.

— ¿Me estabas hablando a mí? —Le dije. Él sonrió.

—Me caes bien niña. —Dijo mientras quitaba su mano de mi cabeza. Lo seguía observando sin comprender que había pasado en esos segundos, pero no duro mucho mi silencio.

—Me llamo Grey. —Dijo mientras miraba hacia al frente.

—Rad. —Le dije. Lo saludé de mano.

En eso las personas comenzaron a moverse hacia otro lugar, ya era hora de la inducción. Nos levantamos ambos y los comenzamos a seguir a todos. Mientras pasábamos por los lugares que tenía el cuartel, mire que les gustaba hacer deportes, tenían canchas de diferentes tipos. Una de fútbol, fútbol americano, basquetbol y una de tenis. En otros lugares de aquí, se miraba a soldados entrenando defensa personal, eran muy jóvenes, parecía que los estaban entrenando para nuevos miembros.

Ingresamos a un edificio. Entramos a un lugar grande con muchos asientos, parecía un teatro. En las pantallas estaban listas algunas diapositivas junto con unos vídeos que se podían observar. Me senté en medio de todos los asientos de una de las filas de enfrente y justo al lado mío miré que se sentó Grey.

Aún faltaba para que empezara la plática, se estaban organizando y terminando de acomodar a las demás personas que llegaban.

— ¿Por qué quieres ingresar? —Le pregunté.

—Mi padre es militar de alto rango y desde pequeño siempre quise ser como él. Además, mi madre murió cuando era pequeño y mi padre nunca estaba en casa por estar en el cuartel militar, así que preferí también hacerlo y así poder verlo más seguido y tal vez poder algún día trabajar con él.

—Eso es genial. Tu padre ha de estar orgulloso de ti, el hecho de que hayas tomado su mismo camino.

—Sí, estoy muy emocionado. —contestó.

Pude observar que traía en su cuello un collar de identificación que utilizan los militares para reconocer a un cuerpo de quien pertenece en una tragedia, pero no pude mirar bien lo que tenía grabada en ella, solo mire su nombre grabado en una de las placas y en la otra no alcance a percibir las palabras.