Capitulo 2

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Nick

Sabía que Zoe salía dos y media del colegio y la fui a buscar en mi coche. No puedo explicar lo que causó en mí su sonrisa al verme, tan radiante como siempre y con un cuerpo exquisito. Zoe es una chica delgada pero con un cuerpo muy lindo, su pelo largo y de color castaño, tiene unos ojos celestes hermosos, Zoe es perfecta para mí.

-Buenas tardes mí príncipe- me dijo al abrir la puerta de mi coche, me dio un delicado pero intenso beso en los labios. -¿Tenemos tiempo?- le pregunte intentando no ponerla incomoda, sabía que ese tema sería difícil de tratar. -Hasta las siete, le mentí a mis papás que iba a lo de Julieta a hacer un trabajo para la escuela- me dijo y una sonrisa ilumino su dulce rostro.

Fuimos a mi casa, yo vivía solo desde que tenía quince años. Cuando tenía siete años mi papa fue preso por robo a mano armada, su única explicación fue que ''quería darnos lo mejor a mí y a mi madre'', yo creo que no hay razón para robar. Mi madre se llamaba Isabel, cuando yo tenía nueve años la echaron de su trabajo y sin razón alguna desde ese día me dejaba todas las noches solo en casa, ella me cerraba la puerta de casa con llave y me repetía siempre lo mismo ''no le abras a nadie, duerme que volveré cuando te despiertes. No te olvides que te amo hijo'', se iba y volvía a las ocho de la mañana siempre en un auto diferente. Nunca quise preguntar qué era lo que Isabel hacia pero desde ese momento nada se me negó y mama venia todos los días con mucha plata y comida y los sábados salíamos a comprar juguetes. Sabía que mi madre estaba cometiendo muchos errores pero nunca tuve el coraje para enfrentarla. Un dieciséis de diciembre, cuando yo ya tenía quince años, no fue mi madre quien llego a las ocho de la mañana... fue la policía. La cara de los policías al verme era de preocupación y tristeza, un hombre alto y rubio me subió sobre sus piernas y me dijo ''Nick, tu madre se ha ido, ella está con Dios y él la va a cuidar desde ahora. Este sobre con tu nombre tenía en su bolso. Mañana vendremos por ti, cuídate. '' Esas fueron las últimas palabras del policía. Lo espere al otro día y al siguiente y así paso el tiempo pero nadie vino por mí. El sobre era gordo, grande y de color marrón con mi nombre y un corazón a su lado. Al abrirlo lo primero que pude ver era muchísima plata, tanta que no sabría decir ni la cifra y entre esos billetes arrugados pude divisar un papel blanco. ''Mi niño lindo de mami, recuerda que siempre te ame y te amare. Sé que fui una mujer insaciable, cometí errores y aunque vendí mi cuerpo por ti luche, Nick no me olvides. Te ama, tu madre. '' Recuerdo haber llorado todo el día, pero sabía que tenía que levantarme y seguir, seguir por mi madre y el futuro que ella planeaba para mí. Termine el colegio y decidí estudiar para ser policía pero me prometí cumplir mis promesas y no ser como aquel oficial rubio que un día prometió volver por mi...

-¡Oye Nick!, te has quedado volado desde hace cinco minutos. ¿No vas a bajar del auto amor?- Escuche de aquellos labios rosados.

-Si Zoe, lo siento estaba recordando...- y antes de abrir la puerta del coche mi novia me dio un beso largo y tierno, un beso que sabia entendía todo y me hacía saber que ella estaba ahí para mí.

Había encargado helado y ya estaría por llegar, mi plan para hoy seria ver una película con helado. Sabía que a Zoe le encantaba el helado y pedí sus sabores favoritos, banana con dulce de leche, marroc y dulce de leche granizado. ¡Si, era una bestia! No sé como hacía para no tener retorcijones luego de comer tanto chocolate pero ella era así, única y dulce.

-Niiiick sos terrible!!- dijo Zoe cerrando la puerta -mira lo que acaba de llegar, me vas a engordar mi amor-

-Y te voy a amar igual princesa, siéntate que esta por empezar la película-

-Eres hermoso- dijo y se saco su uniforme del colegio para quedarse solo en ropa interior.

-Dios Zoe, me vas a matar si te quedas así. Sabes que eres hermosa y como me calientas amor vístete por favor o la película va a quedar para otro día y el helado va a estar sobre tu cuerpo- le dije y vi esa sonrisa picarona en su rostro, esa sonrisa que me desafiaba.

-Hace calor Nick, vemos la película amor y luego hacemos lo que quieras, si?- y como negarme a ese bombón de mujer que tenia frente a mis ojos.

-Sabes que hay una sola mujer que me domina y esa eres tu preciosa, hacemos lo que tú quieras.- dije y sonreí al verla acomodarse en mi sofá.

''Siiii, si Nick no pares'', ¡por dios! Mi novia podía ser una loba en cualquier momento. Habíamos terminado de ver la película y nos pusimos ardientes, tanto que no aguantamos hasta llegar a la pieza y lo hicimos en el baño. La subí en la encimera y comencé a besar suavemente sus labios, baje por su cuello hasta llegar más abajo del ombligo y no sigo contando lo que hicimos después.

¡Demonios! Eran las seis y media de la tarde y Zoe ya tendría que estar en lo de su amiga para que sus padres la recojan allí.

-Zoe vístete en el auto que llegamos tarde-

-bueno amor, te amo ¿lo sabes?-

Sí que lo sabía, Zoe me lo había demostrado tanto estos ocho meses que no podía negar que es la mujer de mi vida.

Llegamos siete menos cuarto a la casa de Julieta, me dio un beso rápido para después decirme -nos vemos mañana mi príncipe, y por cierto! Me encanta hacer el amor con vos- no pude ni contestar que ya se había ido.

A mí también me encanta pensé...

DistanciaWhere stories live. Discover now