Te encontrabas sentada junto a tu ventana en el suelo tratando de que las lágrimas no te traicionaran, pero no podías evitarlo; hace poco Nash te había dicho que sentía algo por ti y que no quería seguir siendo solo tu amigo, pero un par de días atras habían salido fotos donde se le veía muy cariñoso con otra chica y eso te había destrozado el corazón, desde entonces no contestabas sus llamadas y mucho menos querías saber algo de él.
De pronto viste que su auto aparcó frente a tu casa.
'¿Cómo se atrevía a venir a burcarte?' pensaste.
Entonces como no querías verle, te levantaste, cerraste las cortinas y te acostaste en tu cama intentando dormir para no seguir pensando en él. Pasaban los minutos y nadie tocaba la puerta, aunque no había nadie que le abriera, sabías que todos estaban dormidos. Estabas a punto de quedarte dormida cuando sentiste unos pasos en tu habitación, supiste que era tu madre y que él ya se había ido: grande fue tu susto cuando abriste los ojos y un chico con jeans azules y camisa blanca se encontraba en tu cuarto con un ramo de flores.
-!Nash Grier! ¿Qué rayos haces en mi habitación? ¡¿Cómo entraste?!- tratabas de saber desesperadamente.
-Sabía que no ibas a querer verme, por eso entre por la ventana.
-¡¿Subiste dos pisos?!- decías sin poder creerlo.
-Sí, porque no quieres verme, por favor, déjame explicarte, no es lo que tu piensas - suplicaba
-¡No! primero dices que me quieres y luego estás con ella, ¡quédate con ella, estoy mejor sin ti!- decías sintiendo como tus ojos se llenaban de lágrimas.
-No, escúchame, ¿qué tengo que hacer para demostrarte que te quiero a ti?- entonces regresó a la ventana y se recargó sobre ella y empezó a gritar- ¡estoy enamorado de ella!- dolo alcanzó a gritarlo una vez antes de que lo jalaras del brazo.
-¿estás loco?- preguntaste desesperadamente.
-Sí, por ti.- fue lo último que sus labios pronunciaron, lo siguiente que supiste fue que él besó los tuyos.
