Bonus 2

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Bonus #2

Miro como la chica desaparece de la habitación y suspiro recostandome nuevamente.

Se siente extraño ahora mismo lo que estoy experimentando. No se el porque. Suele ser así siempre. Una buena noche y un adiós a la mañana.

¿Porque ahora no se sentía bien? ¿Porque ahora siento un nudo dentro mío?

Nunca las he invitado a quedarse a desayunar, nunca he querido conocerlas más. Pero eso quería con ella.

Cubro mi cabeza con mi brazo cuando la puerta suena. Me pongo de pie y busco mi ropa interior y luego me pongo el pantalón. Camino a la puerta y cuando la abro, me sorprende volver a verla.

Algo dentro mío se siente extraño mientras la miró. Sus mejillas están coloradas.

-Hola, pensé que te habías ido. -Digo en un susurro. Carraspeo mi garganta.
-Umh, si. Pero me he olvidado mi pulsera.-Me dice y siento la desilusión apoderarse de mi.

Me hago a un lado para que ella pueda pasar y ella va directamente hacia la cama y la busca entre las sábanas donde ambos nos hemos enredado anoche.

-Acá está. -Chilla ella y yo sonrió. Con una sonrisa camina hacía mi nuevamente y besa mi mejilla. -Adiós. -Me dice y yo la sostengo por el brazo.
-Hablaba enserio cuando te decía que me llamarás... Me gustaría quedar contigo. Podemos... ir a cenar.
-Te llamaré. -Me dice y yo tomo su rostro entre mis manos y la beso durante un largo rato.
-Adiós linda. - Le digo cuando me separó de ella. Ella me da una pequeña sonrisa y se va.

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Dos meses

Dos meses habían pasado de que ella dijo que me llamaría, no lo hizo. Y yo me he ilusionado .

Golpeó el saco con fuerza mientras siento a Rick taladrar mi cabeza sobre yo teniendo que tomar una estúpida droga.

Dejó de golpear el saco y lo miro molesto. El verdaderamente tiene el poder para sacarme de mis casillas rápidamente. A veces, sólo pienso cuanto tardaré hasta que mi paciencia se acabe y yo termine golpeandolo.

-Papi-Grita la voz de la hija de Rick. Yo la miro y el también lo hace. Ella sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.
-Acá no debes estar. Ve a las gradas. -Dice Rick.
-Pero papi. -Dice ella y se calla bajo la mirada de su padre. Camina a las gradas y se sienta mirando el piso.
-Yo diría que te encargues de tu hija, hazla pasar un buen día, te quiere y tu no le das atención. Enfocate en ella y déjame en paz.

-No usaré drogas, ¿Me entiendes? Esa mierda no va conmigo.
-Pero sería mejor. -Me dice el tirando de su cabello. -Podríamos ganar más plata.
-Joder, Rick. Rindo bien como boxeador, no he perdido ninguna pelea desde que empecé. ¿Porque tendría que tomar drogas? Esas cosas a largo plazo terminan arruinandote.
-No te metas en cómo crió a mi hija. -Me dice molesto. -Si un día cometes el error ese lo comprenderás.
-No lo haré. No lo comprendere porque no lo veo como un error.

Me despido de la rubia y cierro la puerta de mi casa. No me gusta tener sexo con cualquiera, No me gusta no recordar sus nombres.

Pero lo necesitaba, en verdad quería que la chica de aquella noche me llamara por lo que he dejado de lado mi vida sexual. Por un tiempo. Ella no llamó y yo debía sacarme toda la frustración de encima.

Me tiró en el sofá de la habitación y enciendo la televisión. Mi celular comienza a vibrar y lo tomó.

Llamada entrante.

Deslizó el dedo por la pantalla para aceptar la llamada, me llevo el aparato al oído

-¿Mande?. - Pregunto y mi voz sale un poco más ronca de lo que es por costumbre.

Espero una respuesta pero sólo escucho una respiración y como luego cuelgan el teléfono. Frunzo el ceño y lo miro.

Odio que me dejen colgado.

A la mañana siguiente, bastante cabreado con la persona que me llamó decido devolverle el llamado.

-¿Hola?. -Pregunta una voz femenina adormilada del otro lado.
-¿Qué quieres?.-Pregunto molesto. -¿Porque llamas y cuelgas?
-Ja-Jared.-Tartamudea y no puedo evitar gruñir.- Yo... Tengo que hablar contigo.
-¿Quien eres?.- Pregunto secamente.
-Soy...Megan...compartimos cama...hace dos meses.

Mine. [BORRADOR] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora