Capítulo 32

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Los chicos me dijeron que Evan quería hablar conmigo. Aunque lo golpeaban, insistía en hablar conmigo.

Baje por las escaleras del viejo depósito de telas que solíamos utilizar para interrogatorios o para dejar ahí a los prisioneros, como hicimos en varios casos, pero ninguno salió de ahí.

Tenía puestos unos jeans y una camiseta negra, y unos tacones de aguja. Tenía el vestido en el maletero, pero tenía que aflojar los zapatos.

Llegue al último tramo de las escaleras y vi la única puerta.

No había visto a Evan desde el último interrogatorio que le hice, hace tres días.

No voy a mentir, me siento nerviosa.

¿Es una trampa? ¿Quiere algo? ¿Qué quiere? ¿Tendrá hambre?

No puedo saberlo, simplemente pidió hablar conmigo y yo cedí.

Abrí la puerta y lo vi sentado en el suelo. Dios, se ve como la mierda.

Su rostro está cubierto de uno que otro golpe. El moretón en su ojo parece sanar, pero el de la mandíbula no tanto, su labio parece seguir lastimado pero no está inflamado. Va a sanar, Jessie viene a tratar sus heridas todos los días (o estos tres días al menos).

-¿Querías verme?-mantuve mi tono evasivo y neutral. Evan me miro y luego asintió.

-Sí.

-Aquí estoy.

Evan asintió, pero seguía sin decir nada.

-¿Por qué lo hiciste? ¿Era necesario salir conmigo Evan? ¿Todo fue necesario?-las preguntas se escaparon de mis labios antes de que pudiera frenarlas.

-Pregúntatelo a ti misma. ¿Siempre fue necesario matar a tanta gente? ¿Siempre fue necesaria la tortura?

La sangre se me helo.

-Emma, no mentí en ningún momento sobre lo que sentía.

-Mi trabajo se basa en mentiras, trato de que las mentiras no se mezclen con mi vida personal.

-Se supone que todo agente hace eso.

Asentí y me senté en un cajón de madera que había ahí.

-¿Me dijiste la verdad en algún momento?

-Cuando dije que me gustabas, en realidad todo lo que fue sobre nosotros.-confeso, pero parte de mi ya no lograba creerle.

Una risa entremezclada con un resoplido salió de mi boca.

Claro.

-¿Y tú? ¿Me dijiste la verdad en algún momento?

Su pregunta me tomo desprevenida. Pero me puse a plantearlo.

-Por supuesto.

-¿Cuándo?

-Eso tendrás que pensarlo tú mismo.- me levanten y me llamó, pero le ignore. Cerré la puerta con llave y salí del depósito a momento que mis ojos comenzaban a picar otra vez.


****

No prestaba atención a nada de lo que ocurría a mi alrededor, solo sabía que nos estábamos moviendo.

-Emma, llegamos.-dijo Will apagando el carro. Vi las luces fuera y la fuerte música clásica que sonaba.

-Mierda, da miedo.-murmure mientras suspiraba. Me gire de costado, de manera que podía hablar a los cuatro.-Bueno, cada uno tiene una ubicación diferente para el día de hoy, así que lo primero que deben hacer es concentrarse en su labor y no distraerse.-dije mientras miraba a Mike, a Jessie, Jackson y Will de manera intercalada.- Ni bien lleguen a sus puestos apaguen sus teléfonos y cuando terminen se dirigen de nuevo a la base.-mire cortamente a la casa.-Consigan toda la información que puedan.-dije mientras abría la puerta y apagaba mi móvil.

Lo que nadie sabe de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora