diecisiete

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Peny cepillaba su pelo en silencio metida en su habitación. Liam llamó a la puerta y pasó al instante.
-Hola.-susurró ella.
-Estamos esperándote.
-Ya casi termino.
-Peny, nunca te presentamos a Anna porque ella... tenía cáncer. No sabíamos cómo podías reaccionar y... queríamos que estuvieras bien.
-¿Hace cuánto está con vos?
-Ocho meses. Su mamá quería que ella pasara sus últimos días conmigo. Ella vivía en la India con su mamá. ¿Sabes? Ella no era buena, Peny. Me alegro de haberla mantenido lejos tuyo.
-Ella fue planeada.-musitó Peny y Harry se detuvo al otro lado de la puerta.
-Peny...
-Dijo que yo no merecía nada. Yo no fui planeada. Yo fui una noche de copas que quisieran olvidar.-susurró abrazando sus rodillas.- Me dijo que ella merecía todo lo que yo tenía porque sabría aprovecharlo mejor. Ella quería a mi papá y mi papá la quería a ella.
-Quiero que agarres el celular de tu papá, Peny, y mires sus fotos. Son todas tuyas. Todas. Tu papá te ama.
-Pero no fui planeada. Solo soy una carga. Papá ni siquiera quería tener una hija.
La puerta se abrió y Harry entró al cuarto como si no hubiera escuchado nada.
-¿Están listos?
Ambos asintieron y bajaron con él. Pusieron unas películas y Harry la sentó a ella en sus piernas para luego rodearla con sus brazos.
-Creo que voy a dormirme.-susurró luego de un rato. Harry rió con suavidad.
-Dormí, princesita. Yo te cuido.
-Debería ir a mi cuarto.
-No.-dijo él pegándola a su pecho.- Sos lo más hermoso que me dio la vida, no quiero tenerte lejos.
-¿Cómo algo que no querías puede ser lo más hermoso?-preguntó ella en un susurro.
-¿Quién dijo que no te quería? -preguntó él.- Toda mi vida deseé tener una hija y sos incluso mas maravillosa de lo que yo podía imaginar.
Peny lo abrazó con más fuerza y cerró sus ojos. Ahora el pozo se le antojaba menos alejado de la superficie. Harry la dejó dormir en su pecho, sintiéndola pequeña y suya. Ella era su pequeña Peny Styles.
.......

-Tío Louis.-lloriqueó Peny tirando de la manta con suavidad.
-Dejalo.-susurró Zayn acariciándole el pelo a ella.
-Me la dio mamá.-lloró.- Quiero mi mantita.
Harry despertó y la vio refregándose los ojos a la vez que hacía puchero. Alargó su mano y tiró de ella hacia su lado en el sillón. La chica se ocultó en su pecho.
-Ouch.-se quejó Louis.
-Dale la manta a tu sobrina.-exigió Zayn.-La hiciste llorar. Sos un tío fatal.
-¿Peny?-preguntó Louis, acercándose.-Peny, no llores. Es que... Cuando eras chiquita te gustaba que nos acostaramos juntos con esta manta. Te gustaba acostarte conmigo. Creo que la agarro porque te extraño.
-Yo extraño a mi mamá. -lloró ella. A Harry se le hizo un nudo en la garganta.-Quiero a mi mamá.
-Está tu papá y estamos nosotros. -susurró Niall acariciándole el pelo.-Tranquila, linda.
-No se vayan. Yo sé que no soy mucho pero no se vayan.-suplicó pegándose más al pecho de su padre mientras sollozaba.- Ya no se vayan. No quiero estar sola, no quiero crecer. Solo quiero volver a ser Peny. Me gustaría volver a ser la pequeña Peny.
-Seguís siendo nuestra pequeña Peny.-dijo Zayn y ella negó.- Vas a ser siempre nuestra bebita. Tranquila, nena. Estamos acá.
Los sollozos se apagaron y la fuerza de sus brazos se desvaneció. Harry la sostuvo con fuerza y luego observó su rostro húmedo y enrojecido por el llanto. Los ojos permanecían cerrados.
-Peny. Hija, mirame.-pidió asustado.- Beba, por favor.
Pero Peny no abrió sus ojos y todos comenzaron a inquietarse.
-Hija.-suplicó Harry.
-Papi, me siento mal.-dijo ella con un hilo de voz tras una mueca.
Las lágrimas saltaron de los ojos de su padre quien pegó su frente a la de ella. Acarició sus mejillas y sonrió con suavidad.
-Yo voy a cuidarte. -susurró.
-Te amo, papi.
-Yo te amo todavía más, mi amor.
-Acá está tu mantita.-dijo Louis, tapándola con cuidado.
-¿Queres acostarte conmigo, tío? -preguntó ella y él tomó lugar para luego rodearla con sus brazos y alborotarle el cabello.
-Estás hermosa, brujita. -rió y todos lo hicieron con él.- Sos mucho nas hermosa de lo que tu papá lo fue alguna vez.
-Mi papá es un rompe corazones.-dijo ella con los ojos cerrados.
-Pero vos sos el único amor de mi vida.-dijo Harry.
-Pa, creo que el amor solo es feo si se lo das a la persona incorrecta. -musitó ella, bajito y con voz débil.- Es hermoso cuando el amor es para ustedes, para vos.
-¿Para mi?-preguntó.
-Si, papá. Amarte es lo único que siempre voy a saber hacer.

PapiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora