▪ Capítulo 10 ▪

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Luego en matemáticas, estaba tan concentrada que cuando observé a los demás tenía a Christopher justamente a mi lado.

¿Qué este tipo se había inscrito a todas mis clases sólo por conseguir el juego?

Estuve pegada todo el tiempo a Brooklyn así él no podía hacer nada, me sentía mal por usar a Brooklyn como un escudo, pero era algo que tenía que hacer

El timbre para el almuerzo acabó con el sufrimiento de los demás y por primera vez el mío también.

Todos empezaron a salir, como siempre Brooklyn y yo nos quedamos hasta lo último y por desgracia Christopher también decidió hacerlo.

— Brook, voy a preguntarle al profesor algo relacionado con el proyecto ¿puedes apartarme un lugar en la cafetería?

Brooklyn terminó de guardar todas sus cosas y me miró sonriente.

— claro, te espero allá. No tardes....

Cuando Brooklyn salió del aula, me giré hacia Christopher.

— hoy a las seis, paso por ti — se apresuró a decir

— aún no me he rendido...

Sonrió

— debo admitir que eres buena. Eres más resistente de lo que pensé.

Reí como una boba ¿qué? ¿No? ¡Evelyn! Me volví seria al instante.

— Entonces... Debo ser mejor que tú

— Eso nunca. No hay nadie mejor que yo y debes tenerlo bien claro — acercó la mano a mi mejilla para acariciarla — solo no te resistas....

Salí del aula y caminé a la cafetería. ¿por qué mi corazón latía tan rápido? Me encontré a Carter cerca de las máquinas expendedoras.

— Carter

— Evy, hola ¿Qué tal tus clases? — me mostró su sonrisa perfecta.

— bien, gracias y... ¿tu cómo vas con el problema...?

Sonrió apenado.

— ¿Brooklyn te contó?

Asentí.

— descuida, no pasa nada

Después encontramos a Brooklyn, Katherine y Mason. Ambos nos sentamos a la mesa.

A lo lejos miré a Christopher que estaba sentado en una mesa casi enfrente de la nuestra, estaba rodeado de animadoras y una de ellas empezó a jugar con su cabello. Me mordí el labio sin apartar la vista de ellos.

— Evy ¿Qué pasa? — me preguntó Brooklyn y miró en la dirección donde estaba mirando, pero aparte la mirada de inmediato.

— nada, es sólo que recordé que no dividí el resultado de una ecuación

¿Qué me pasaba? Como si me importara Christopher. Me concentré en lo que estaba diciéndome Carter, pero mis ojos volvían hacia esa mesa y también hacia Christopher.

Esta vez Gabriella estaba presente y lo tomó de la cara dándole un beso en la mejilla para después besarlo en los labios.

Me sentí extraña, mi cuerpo experimentaba cambios que nunca había sentido, tenía ganas de levantarme y decirle....

— ¡Maldita sea!

Todos en la mesa me miraron preocupados. Oh no.

— ¿te sientes bien? — me preguntó Carter

— creo que necesito un poco de aire, ya regreso — me levanté de la mesa y me dirigí hacia el campo de fútbol.

Estaba vacío, los jugadores seguían en la cafetería. Miré las primeras gradas y me senté allí.

¿por qué mi cuerpo reaccionó así? ¿Por qué me a debía de importar lo que haga Christopher con otras chicas?

De repente Brooklyn y Katherine tomaron asiento a mi lado, sorprendiéndome.

— ¿te sientes bien? Si quieres te acompañamos a la enfermería — dijo Brooklyn mirándome atenta

— estoy bien, sólo quería aclarar mi mente, pero ya está — sonreí — creo que ha funcionado

— aja, milagrosamente — intervino mi hermana con sarcasmo

— si — dije aun sonriendo — estaba confundida, pero...ya estoy bien...eso suena a una recuperación milagrosa ¿no?

Kate suspiró y asintió.

— por cierto ¿me acompañan a hablar con Gabriella? — preguntó Brooklyn. Kate y yo la miramos al instante.

"Gabriella" tan sólo de escuchar su nombre se me viene a la mente sus labios con los de Christopher y se me revuelve el estómago.

— supongo que no hay otra opción - contestó Katherine

No. No quería ver a esa...a esa...tenía que buscarle un nombre adecuado.

Nos levantamos de las gradas y caminamos hasta la cancha de voleibol, al parecer estaba allí, viendo como jugaba Christopher y el resto de los chicos apuestos.

— ¡Oye! ¡Gabriella! — gritó Brooklyn agitando sus manos al aire.

Ella volteó a ver en la dirección del grito. Su coleta perfecta se movía de un lado a otro, se acercó a nosotras y detrás de ella la acompañaban sus marionetas de carne y hueso.

— ¿Qué pasa? — con sus ojos nos examinó a las tres. Se colocó las manos en la cintura y nos sonrió falsamente, como siempre les sonreía a los demás que no estuviesen dentro del equipo de animadoras o en los clubes deportivos.

— mi primo te manda esto — contesto Brooklyn, sonriéndole falsamente.

— ah, sí, Robert, gracias — dijo y lo guardó en su sujetador.

De pronto una de las animadoras gritó

— ¡cuidado!

Todas se cubrieron, incluyendo Brooklyn y Katherine. De repente alguien me tomó de la cintura y me hizo caer al suelo.

«Auch, eso dolió»

Abrí los ojos para ver a la persona que estaba desparramada en el suelo a mi lado. Me encontré con los ojos azules de Christopher. Se giró rápidamente y usó mi cintura para dejarme arriba de él.

— por poco — Su boca estaba a unos cuantos centímetros de la mía y mi respiración se agitó al sentir su respiración — no quiero verte con moratones...

No podía decir nada, mi boca no emitía ningún sonido.

«No. Basta de esto»

— Suéltame, me estas apretando — dije fingiendo dolor, cosa que no sentía, porque ni si quiera me estaba apretando.

Christopher me soltó y me ayudó a levantarme.

— un gracias sería suficiente, sólo ten más cuidado para la próxima vez..

— ya está — dije, limpiándome la ropa

Me giré y las animadoras, Brooklyn, Katherine y Gabriella formaban una O perfecta con su boca. A continuación, Christopher me tomó del brazo ignorando que las chicas me veían extraño.

— dejando a un lado lo torpe que eres... ¿estás bien? — sus ojos recorrieron mi cuerpo para buscar moretones, golpes y esas cosas.

— estoy bien, eso no es nada, he recibido más golpes que el balón — musite

Frunció el ceño.

— me imagino... — unos de los chicos lo llamaron — tengo que seguir jugando. Hablamos luego o.... puedes verme jugar.... — deslizó la mano con delicadeza por mi mejilla. Mi piel se erizó al sentir su tacto.

— Verte jugar no está en mis planes para hoy, tengo mejores cosas que hacer

Sonrió de forma ladina

— fingiré que no dijiste eso

Todo esto era por la apuesta, él quería ganar y yo al parecer yo estaba cayendo. Pero sin embargo tenía que pensar en otras cosas que me preocupaban más.

Simplemente Mi Chico MaloWhere stories live. Discover now