Capítulo 47: Chanyeol

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El amor es tan potente, no debí de haber estado sobrio todavía.

Caí por tus palabras tan dulces, ahora solo estoy cayendo, estoy cayendo...

No debí haberte conocido. Yo no sabía que esto iba a suceder así.

¿Terminamos esto de nuevo?

¿Por qué estoy comiendo solo de nuevo?

Viendo películas, solo?

Cantando solo. Llorando y llorando.

Te has ido, los arrepentimientos no sirven.

(Sistar, Alone).

(Sistar, Alone)

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     Cuando me reintegré al trabajo, tuve que soportar las bromas de todos los colegas. Ya saben, las típicas cosas que la gente suele decirle a un recién casado, con todo y sus preguntas indiscretas como «¿qué tal la noche de bodas?» y cosas afines.

     El oncólogo, ya antes les he hablado de él, pero creo que nunca les he dicho su nombre, ¿cierto? Bueno, se llama Seungri y era un cabrón de primera. Cuando se unía con la doctora Minzy y el anestesista Daesung, eran simplemente todo lo que uno no quería presenciar. Y fueron ellos los que no dejaron de hacer comentarios inventados respecto a mi nuevo estado: cuestionaban por qué volví tan pronto al trabajo, alegaban que había un brillo especial en mis ojos porque estaba enamorado. Pura tontería, no tenían la más mínima idea... Pero mientras intentaba soportarlo todo con tímidas sonrisas, miré a Baekhyun siendo testigo del montón de bromas sexuales que yo recibía y él sonrió resignado. Eso me destruía.

     Igualmente, seguimos adelante; tiramos de la rutina. Me levantaba al lado de una hermosa mujer cada mañana, nos preparábamos para nuestros respectivos empleos, nos despedíamos con un corto beso en la boca y subíamos a nuestros propios autos. Procuraba llenarme de trabajo hasta las orejas, asumía responsabilidades que no eran mías en mi afán de encontrar cualquier excusa para no volver temprano a casa. Llegaba tarde, muy tarde. La cena estaba servida en el microondas y sabía que Joy había hecho lo posible por cumplir una jornada de ocho horas y volver temprano para cocinar. Descubría que ella lavaba mi ropa y limpiaba las habitaciones. Agregó detalles decorativos en la casa, dándole el aspecto de un hogar cálido; lo que sería posible si yo no fuera el peor esposo del mundo.

     Después de cenar (debo admitir que su comida era deliciosa), me duchaba y me metía en la cama donde ella ya dormía. A veces, despertaba e intentaba hablar, cruzábamos algunas palabras amables hasta que alegaba estar muy cansado y me disponía a dormir. Por lo general, era verdad que estaba agotado, así que pernoctaba como si estuviera en coma hasta que el despertador volvía a sonar. El cuerpo me pesaba, en especial aquellas noches donde Baekhyun aparecía en mis sueños; pero me levantaba, duchaba y repetía todo otra vez: la despedida de la mañana, el trabajo, las conversaciones banales con Baekhyun, la cena en soledad, las conversaciones banales con Joy, las noches cortas... La vida pasaba en tanto lo sobrellevaba todo. «Estoy bien», me repetía, «estoy bien».

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora