Capítulo 4: Jim Hawkins

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Se le quedó la cara a cuadros cuando vio entrar por la puerta a la que sería su profesora de educación física: Aquella a la que el chico del pasillo había llamado "Señorita Trunchbull".

Entró en el aula con paso militar y se detuvo de forma firme frente al encerado, mirando hacia los alumnos, como si de un general se tratara. Toda la clase quedó en completo silencio. Aquella mujer inspiraba temor.

- Muy bien gusanos - comenzó a hablar la profesora -, soy vuestra profesora de educación física y subdirectora, Ágata Trunchbull. Y debéis dirigiros a mí como Señorita Trunchbull.

>> No toleraré faltas de respeto, quejas, lloriqueos, descuidos, distracciones o meteduras de pata. Solo tenéis un trabajo y es obedecer. El que no lo haga será tan severamente castigado como me lo permitan las normas del centro, que en mi opinión son demasiados compasivas: Dad gracias de ello, en mis tiempos podías cruzarle la cara a los mal criados a golpe de regla, pero parece que eso es "demasiado para los niños". Tonterías. Jarabe de palo para el niño malo, ese es mi lema.

>>Como sé que no habéis sido advertidos con tiempo de la asignatura y no habéis traído la ropa apropiada hoy no daremos clase. Que no se diga que no soy compasiva.

El único sonido del aula eran los pasos de la Trunchbull, que se dirigió y se sentó en la silla destinada a los profesores. Abrió la libreta con la lista de alumnos y añadió:

- Cuando os llame debéis responder con un "presente" ¿Está claro? - no hubo respuesta, pues todos creían que se trataba de una pregunta retórica -. ¿¡ESTÁ CLARO!?

- ¡Si señorita Trunchbull! - respondieron todos al unísono.

- Puff. Perros vagos - gruñó.

Comenzó a pasar lista mientras hacía comentarios por lo bajo de los alumnos, sus padres y otros profesores. Nada positivo por supuesto. Jane temía el momento en el que dijeran su nombre y la Trunchbull hiciera algún comentario respecto a su padre. Por supuesto ocurrió.

- Jane Moira Ángela Stone.

- Presente.

- ¿Te has escapado de una telenovela mejicana? - unas chicas en la primera fila no pudieron contener la risa ante el comentario, pero la Trunchbull reaccionó como el gato que busca al ratón y con un golpe fuerte, rápido y seco sobre la mesa detuvo ese breve momento de diversión.

- No señorita Trunchbull.

- Stone... Ah, tú debes de ser la hija de William.

- Si señorita Trunchbull.

- Se nota. Tenéis el mismo aspecto endeble de fracasados.

- ¿Disculpe? - inquirió con tono visiblemente molesto.

- ¿Algún problema?

- No creo que esta sea forma de tratar a la gente.

Trunchbull se puso en pie rápidamente como si de un perro de presa se tratase y comenzó a caminar hacia Jane.

- ¿No crees que trate a la gente como se merece?

- No... - había metido la pata hasta el fondo, lo tenía claro.

- Escucha pequeña sabionda: Yo soy lista, tú tonta, yo soy mayor, tú pequeña, yo tengo razón, tú no, y no puedes hacer nada por evitarlo - dio un fuerte golpe a la mesa -. Cuando terminen las clases te quedarás en la biblioteca limpiando estanterías y ordenando libros ¡y no saldrás hasta que Finster te de permiso!

- <<Genial. Primer día de clase y castigada. Jane Stone, eres un genio>>.

Cuando terminaron las clases Jane buscó a su padre para explicarle la situación. Él no podía levantar el castigo de otro profesor, y mucho menos de la subdirectora, por lo que le tocaría ir sola a casa ese día.

2nd Generation (Español) -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora