5•| Confianza ciega

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× Andrew ×

Estaba leyendo el libro sobre los condes Vampíricos e iba justamente a empezar con el tal Andrew Biersack cuando una lechuza golpeo mi ventana

-¡Diablos!- dije y a vente el libro en algún lugar de la habitación, observe el ave y traía una especie de carta, abrí la ventana y la lechuza se acercó y me soltó la carta en las manos.

La examine y decía mi nombre en la parte de atrás del sobre, lo abrí y tome la carta la cual decía.

Carolyn

Encontré una forma de comunicarnos y es por medio de notas que podemos enviarnos a trabes de Brown una lechuza que rescate.

Podemos vernos mañana en el callejón de siempre, ahí te esperare.

Dennis←

Sonreí como tonta y corrí a buscar una hoja, un sobre y la pluma.

Dennis

Es una buena forma de comunicarnos me parece excelente y que bonita lechuza, me parece muy lindo que ayas rescatado tan lindo espécimen.

Claro mañana ahí te veo a las 8 y tendrás que contarme como la rescataste.

Carolyn.

Le di la carta a Brown y el salio disparado de mi ventana.

Al día siguiente...

Estaba como loca buscando el libro que estaba leyendo la noche anterior pero no aparecía. Ya había volteado mi cuarto y nada más no lo encontraba.

Diablos maldito libro.

Después de buscarlo por otra media hora mas, me di cuenta que faltaban 15 min para las 8.

Mierda no llegare con Dennis.

Salí literalmente corriendo por la ventana.

Después de correr en círculos para distraer a uno de los guardias por fin llegue aun que con 30 min de retraso. Iba tarde y además estaba corriendo el riesgo de que Daniel se enterará.

-Dennis- dije al entrar al callejón.

-Que impuntual Carolyn- dijo saliendo de lo mas oscuro del callejón -Creí que me dejarias plantado

-Lo siento es que me seguían- dije tomando mis rodillas para recuperar la respiración. Si que había corrido demasiado. Sentía que se.me saldrían los pulmones por la boca.

-Esta bien, al menos ya estas aquí-dijo con una sonrisa. Sus sonrías me hacian sentirme extrañamente feliz. Era muy relajante verlo, me sentía muy bien a su lado.

Caminamos por varias calles hasta llegar a la torre del reloj que tenia Transilvania. Subimos a la parte mas alta. Otro lugar en el cual podría morir. Tan solitario y aún así estaba aquí con un extraño al cual le estaba tratando de poner mucha confianza.

-Sabes jamas había venido aquí- dijo Dennis

-Yo si cuando necesito pensar- dije y le Sonreí. Mentí, solo había oído hablar de el. Jamás había estado aquí.

-Creo que ya es tiempo de conocernos mejor ¿no crees?- dijo con una ceja en arcada. Me parecía bien, al menos ya no sería un extraño ni tendría esa vocecita en mi cabeza diciéndome que corría peligro todo el tiempo, a la cual siempre me la pasaba ignorando cuando se trataba de Dennis.

-Supongo- dije encojiendome de hombros.

-Bien ¿color favorito?- dije y se sentó delante de mi

-Negro y ¿el tuyo?- dije con una sonrisa

-Azul- dijo y después de muchas preguntas sobre gustos llegamos a la mas incomoda.

¿Te has enamorado?

Oh si vaya que me he enamorado.

-Si, de un chico terriblemente malo, solo jugo conmigo- dije desviando la mirada -¿Y tu?

-Si, de una chica hermosa, la mejor de todas, mi princesa, la perdí, y bueno- dijo y note sus ojos azules cristalizarse. Debió de haberla querido mucho

-Lo siento mucho Den- dije y tome su mano -Creo que es hora de irnos

-Si eso creo- dijo en un tono distante, caminamos de regreso al callejón, ahí nos despedimos. Todo el camino se la había pasado callado, no volvió a decir algo. Al despedirnos solo me dió una triste sonrisa y se fue. Nada más, creo que tocamos un punto sensible y eso hizo que retrocedieramos cómo mil pasos.

-o-

Pasamos varias semanas contando nos cosas, nos hicimos demasiado amigos, incluso cuando lo necesitaba el estaba conmigo.

Confiaba en el ciegamente teníamos muchos encuentros secretos.
Pero aun sentia que cada vez que lo veia tenia pequeños huecos en mi memoria. Era coso si faltaran trozos de recuerdos de las veces que nos veiamos.
O tal vez simplemente ya estuviera paranoica.

Es que simplemente cuando trataba de recordad la cabeza me dolía y era como si las cosas que tenía fueran falsas como si no hubieran pasado.
Tenía lagunas, y yo sabía que así era pero mientras más me esforzaba por recordar que era lo que olvidaba. Más difícil era.

Y también estaba el echo de que al llegar a casa, olvidaba la sensación de tranquilidad a lado de Dennis olvidaba sentirme feliz. Lo cual era raro, dejaba de tener esa sensación y me tenía intranquila esa situación.

Lo veía y me sentía tontamente feliz, me alejaba de el y mientras más lejos estaba más olvidaba cosas, dejaba de sonreír y sentirme extasiada.

¿Que me estaba ocurriendo?

Sweet Blasphemy (Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora