Prologo

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Hace aproximadamente un año, en una estación de autobuses, ella me confesó que me quería, y yo la rechacé.

Pasado el tiempo, me di cuenta de lo estúpido que había sido al dejarla ir, al alejarla de mí.

Pero no pueden culparme, seguía amando a mi primer amor, Sandra, y la obsesión por ella no me permitía indagar más a fondo, ahí donde Aria era alguien más importante para mí de lo que yo pensaba.

El tiempo me ha traído a su encuentro de la manera más tortuosa; sentado en una sala de emergencias esperando la salida de su madre que yace en una cama quirúrgica al borde de la muerte.

Es cierto que casi no hemos hablado, que perdimos contacto y que no volvimos a salir. Pero pensé que eso no sería impedimento para que siguiera guardando sentimientos hacia mí, pero fui un idiota.

Y ahora, la veo sollozando en los brazos de otro, en alguien que SIEMPRE ha estado ahí para ella.

Hace un año yo era su número uno, pero con ladistancia y mi estupidez, ahora soy el número tres.

Soy el Numero TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora