Capítulo 43- Consecuencias y un final

Magsimula sa umpisa
                                    

-S-si...-se agacha y gira la cabeza de Daemon para que me mire a mí, sus ojos marrones parecen de cristal por las lágrimas que está conteniendo.

- ¿Acaso eres masoquista y no me he enterado?-se pone recto y Daemon intenta mirarle, pero Marcus se lo impide con el pie.

-Prefiero que me mates de la peor forma posible, la más dolorosa, la más lenta, la que tú quieras, pero tendrás que hacerlo si quieres hacerle algo a Nathalie.

-Qué pena, ella no piensa igual-le pisa la mejilla, haciéndole poner una mueca de dolor, quiere que Daemon piense que Nathalie no le quiere, pero a Daemon le da igual eso, aunque fuese cierto que Nathalie prefiere estar bien ella a que su hermano este bien, Daemon la quiere, la va a proteger hasta el final-. Tal vez sea mejor que te pise la boca, o la nariz...-se apoya solamente en el pie que tiene puesto sobre el pecho de Daemon y usa su otro pie para obligarle a mirar hacia arriba, vuelve a ponerse bien, apoyado en el suelo, levanta el pie que tiene sobre el pecho de Daemon-mejor ambas.-le pisa con fuerza la cara, haciéndole gritar, la mejilla de Daemon empieza a mancharse del color rojo que caracteriza la sangre y las lágrimas bajan desde mis ojos hasta el suelo.

- ¡P-para! Por favor...

-Pensé que no te importaba.

-Te he dicho que si me importa...

-Y en el coche me has dicho que no te importa. -se mete la mano en el bolsillo y saca unas navajas, abro los ojos como platos.

-No le hagas más daño... por favor...-me mira, como si de una niñita me tratase, y la verdad es que así me siento, siento que tengo cuatro años, veo a Daemon como un niño asustado de ocho, y a Marcus... bueno, él siempre ha sido igual, apenas ha cambiado en estos años, lo único que ha cambiado ha sido que ahora se le da mucho mejor hacernos daño, no sé cuándo empezó a hacer cosas ilegales, pero se le da realmente bien.

-Él solito se lo ha buscado-vuelve a mirar a Daemon y suelta una de las navajas, haciéndome soltar un gritito por el susto, la navaja se ha clavado peligrosamente cerca de la oreja de Daemon-. Vaya, se me ha caído-se agacha, apoyando todo su peso en el pie que tiene sobre el pecho de Daemon y me mira-. ¿Hago que se me caiga otro?

-No... por favor...-mira a Daemon y le agarra la nariz, haciéndole soltar un gemido de dolor.

- ¿Y a ti que te parece? ¿Se me cae otro o se lo lanzo a tu hermana?-coloca una de las navajas en la frente de Daemon, con la punta contra su piel, manchándola con sangre, apenas le ha enterrado la navaja, serán dos milímetros o así, pero una vez a comenzado, es capaz de acabarlo.

-Se te cae otro cuchillo...-se pone de pie y coloca sus dos pies sobre Daemon, este tose, se lleva un pisotón por parte de su padre y vuelve a toser al gritar, me parece ver un poco de sangre por su boca, Marcus deja caer este deja un corte superficial en el cuello de Daemon, le da otro pisotón y sonríe al ver la sangre saliendo de su boca.

-Creo que te ahogaras en tu propia sangre. -da otro pisotón y la sangre que le sale de la nariz y la que le sale de la boca se fusionan en una sola, está sufriendo muchísimo, tengo que parar esto.

-Para... lo vas a matar...

-No morirá por esto-deja caer la última navaja sin apartar su mirada de mí, yo soy incapaz de apartar la mirada de él, hasta que oigo un grito desgarrador por parte de Daemon, la navaja le ha caído en el hombro. Marcus recoge las navajas, pero a la hora de recoger la que se le ha clavado en el hombro hunde más y empieza a hablar, la paliza de Daemon no ha acabado-. Si vuelves a desobedecerme caerás desmayado, inconsciente o incluso en coma, ¿Queda claro?-el gesto de asentimiento de Daemon apenas es perceptible para el ojo humano, pero a Marcus le basta, saca el cuchillo del hombro de Daemon y cuando se pone recto le pisa unas cuantas veces en el estómago.

Yo soy la asesinaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon