Anteúltimo capitulo

1.1K 63 10
                                    

 Me desperté por el movimiento que me producían unas manos en mi espalda y me balanceaban levemente.

XX: Alex...Alex...-oí una voz

-Eh? –dije apenas abriendo los ojos, todo seguía oscuro, debe ser temprano todavía.

XX: Necesito hablar contigo

-¿Quién eres? –me frote los ojos, igualmente no lograba ver nada.

XX: Soy Max –sentí caer un peso al lado mío en la cama.

-¿Tu? –Dije algo tensa mientras mis ojos se adaptaban a la oscuridad y pude divisar su figura al lado mío -¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí? ¿No te basta con herirme que también quieres ver mi sufrimiento?-mi respiración comenzó a acelerarse ¿Cómo es posible que una persona pueda hacerte sentir tanto amor y oído al mismo tiempo?

M: ¿Qué? No. Por favor no pienses eso –agacho su cabeza – Solo vine porque no podía dormir, necesito contarte algunas cosas.

-¿Para qué? Ya las recordare

M: Son cosas que no sabes.-bufo –Déjame hablar.

-¿Cómo diablos subiste hasta mi cuarto?

M: Por la ventana, la dejaste abierta, ten más cuidado la próxima vez. –respondió poniendo su mano en su nuca.

-No lo hagas más.

M: No lo hare.

-Vete, no quiero oírte.

M: Por favor –tomo mi mano

-No te atrevas a tocarme –me solté de su agarre

M: Esta bien. Pero déjame decirlo o lo gritare a tu ventana

-¿Qué? ¿Encima me amenazas?

M: Ya deja tus caprichos y escúchame

-¿Caprichos? ¿Es en serio? ME MENTISTE SOBRE MI VIDA, COMO MIERDA ESPERAS QUE TE TRATE MAX. –Grite enojada y me levante de la cama

M: Tú me dijiste que querías saber porque me pelee con Daniel antes de irnos cuando pequeños ¿cierto?

-Si, pero eso no viene al caso, ya es tarde.

M: Si, lose, pero quería decírtelo.

Yo me quede callada y alce una ceja, pero termine aceptando con la cabeza, mientras más rápido me lo cuente, más rápido se ira.

-Habla y vete –suspire

M: Gracias.-Hizo una pausa. –Veras, cuándo éramos chicos, ya sabes que todos nos llevábamos bien, pero todo comenzó a ir para la mierda cuando me empezaron a interesar las chicas y en específico tú. No le daba importancia, pero Daniel sí. Tuvimos peleas ocultas a tus espaldas, eran ridículas, puesto a que solo teníamos 11 años, pero en ese momento para nosotros si lo eran porque ya sabes, nos creíamos adultos.

Una tarde estábamos jugando en el parque como casi todas las tardes, me encontraba solo ya que Daniel y tú se habían ido a comprar helado, yo preferí esperarlos. Mientras miraba el cielo recostado en el césped, voltee mi vista hacia un costado y vi un bonito arbusto lleno de flores violetas-a Alex le gustaran –fue lo primero que pensé, así que inmediatamente me levante y corrí hacia el para hacerte un pequeño ramo.

Al terminar, ustedes venían hacia mí. Rápidamente escondí la mano que traía el ramo en mi espalda y aguarde hasta que estuvieran lo suficientemente cerca.

Tú traías un helado para mí, yo te lo agradecí y te entregué el ramo. Aún recuerdo tu sonrisa, de lado a lado y luego me abrazaste. Dijiste que te encantaba su color, pero al intentar olerlas, comenzaste a estornudar, y te pusiste completamente roja, te empezaron a lagrimear los ojos.

-Alergia –interrumpí su historia y mire hacia otro lado, estaba comenzando a recordar la escena. Me acorde que después de ese día estuve 2 semanas en cama y con medicamentos y en ese tiempo Max se había ido, en ese momento había sido la peor semana de mi vida.

-Exacto –hizo una mueca –Te enfermaste por mí, casi no podías respirar y tuvimos que correr hasta tu casa junto con Daniel para avisarle a tu mama, ella te llevo inmediatamente al hospital.

Cuando ella se fue, nos quedamos con Daniel a solas.

D: Ya ves que lo que hiciste idiota –me reto –Por tu culpa morirá

-Creo que era una alergia, cálmate –me excuse aunque no podía evitar sentirme mal –No exageres

D: Esto ocurrió por quererte hacer el caballero, ya sabes que de igual manera no te quiere

-Tu que sabes-grite –Ella es mi amiga y me quiere

D: No. Ella será mi novia y tu seguirás con tus ramitos pobres de arbustos.-se burlo

-Cállate.-lo golpee en su cara –Ya me hartaste

D: Encima de que la enferma me golpeas? –Se volteo a verme furioso -Eres un infeliz, no te acerques más a nosotros. –intento golpearme en la cara pero me corrí

-QUIEN QUERRIA TENER AMIGOS COMO TU, PREFERIRIA TENER A UN MONO COMO AMIGO

D: LARGATE IDIOTA Y REZA PORQUE ALEX SIGA BIEN

-ELLA ESTARA BIEN.OJALA TÚ HUBIERAS SIDO EL ALERGICO, AVER SI TE MORIAS –dije y Salí corriendo de ahí

Si, fuimos bastante crueles entre nosotros. No volví a su casa ni a la tuya porque sabía que él te contaría su versión de la historia y supuse que estarías de su lado. Cuando por fin tome el valor para ir a tu casa, me mude. Y todo quedo ahí. Sé que ya no es importante, pero supuse que te ayudaría a terminar de recordar todo y las piezas que te faltaban. –Dio un gran suspiro y miro sus manos.

-¿Esa fue toda su pelea?'-no sabía que decir. Eso explica porque ninguno quería hablar de ella. Fue horrible. Y todo por mi culpa, los separe, yo fui el motivo de su pelea, que asco –sacudí mi cabeza –Lo siento –fue lo único que pude llegar a decir.

M: No lo sientas, eso quedo en el pasado –intento sonreír pero no pudo –Igualmente ahora no nos llevamos bien, supongo que no estamos hechos para ser amigos –se encogió de hombros –Y nosotros tampoco –me miro fijo

-Creo que no –hice una meuca de dolor, no quiero esto, una parte de mi grita corre y escóndete y la otra se abalanzaría sobre él y le diría que lo ama y que todo quedara en el pasado. Pero nos hemos hecho mucho daño, creo que él debe seguir con su vida y yo con la mía- Te agradezco que me lo hayas contado –dije fría –Fue un lindo de talle.

M: De nada. Ahora debo irme –se aproximó a la ventana yo me cruce de brazos ya que hacia un poco de frio y lo observe.

La luna reflejaba su perfil, sus ojos azules de un color clarísimo, tenía su mirada en blanco, observando el paisaje, y yo a él. Pareciera que estábamos esperando a que el otro hable, que diga algo...pero no sucedió, porque esto no es una película. El apretó los ojos con fuerza y abrió la ventana, salió y comenzó a bajarse.

Yo me acerque lentamente hacia la ventana y contemplé como se iba caminando por el patio hasta que desapareció en la noche, llevándose con el mis recuerdos felices, sus mentiras, mi otra vida, su otra personalidad...mi mundo.


Juguemos al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora