—Claro, siempre lo hiciste. Simplemente nunca me di cuenta —Se encoge de hombros indiferente—, la verdad es que me había hartado de ti, por eso decidí engañarte para librarme de ti.

—Imbecil —Suelta ella.

Es algo incomodo estar en medio de esta platica pero si me voy a otro lado Leire se va a escapar y no podré hablar con ella, así que tengo que esperar.
Pero para la multitud es un gran chisme todo esto, es un espectáculo para ellos.

—El punto es que, cuando entré a la universidad —Claro Antonio es un año mayor que nosotros, seguiré preguntándome cómo le hizo Leire para salir con alguien mayor que ella—. Salí con varias chicas.

—Aparte de imbecil, descarado —Ella se cruza de brazos.

—Salí con varias chicas, pero entonces me fui dando cuenta que tu eras única, que realmente si te quería, lo que paso la semana pasada fue un error, yo quería volverte a ver para pedirte disculpas y tratar de recuperarte —Guau, esto último si que me sorprende.

Oh no, ese idiota, más vale que no se vuelva a acercar a ella, porque no responderé de buena manera.

Leire no dice nada simplemente lo ve, por unos segundos el temor se apodera de mi, el temor de que ella lo prefiera a él sobre mi, entonces mi temor se va cuando ella vuelve a hablar.

—Pierdes tu tiempo, hace meses atrás hubiera dado todo por que tú y yo volviéramos a salir y ahora te veo y me das pena, no regresaría contigo. Antes preferiría salir con el idiota de Valerio que escuchó todo esto,  a volver contigo —Ella se voltea conmigo—. Pero no te ilusiones niño, y no te lo tomes como un cumplido.

—Ya te dije no me voy a dar por vencido, vales la pena Pond —Dice por ultimo Antonio y después se retira.

Me pregunto de quién habrán sacado la obsesión de llamarse por lo apellidos, Leire de Antonio, o Antonio de Leire. Bueno en estos instantes es un cuestionamiento algo estupido, pero supongo que no pienso en las peores situaciones.

Leire empieza a caminar, sale del instituto, pero yo la detengo antes de que cruce la calle.

La tomo de la mano.
Ella se voltea.

—¿Cuando me libraré de ti? —Si, sigue enojada.

—Nunca —Sonrió—. Y lo sabes.

Ella voltea a la calle desesperada.

—¿Por qué yo? —Su mirada no alcanza a cruzar con la mía—. Ve a conseguirte a una chica que te haga caso.

—¿Como dices?

—Si ya sabes, puedes ir a molestar a cualquier chica, pero me escoges a mi, ¿Por qué? —La apuesta y supongo que algo más, algo que sigo sin comprender del todo.

Me acerco a ella. Le quito la gorra del día de hoy, me pregunto cómo cuantas tendrá, la verdad es que no lo sé, ni lo sabré.

—Eres hermosa, no te lo he dicho, pero en cuanto te vi sin que estuvieras escondida tras tus gorras y lentes, me di cuenta lo hermosa que eres, no eres como las demás —Le susurró—. Antonio tiene razón, vales la pena Leire. Vales mi tiempo, lo vales todo.

Y ahora me veía como un idiota enamorado, demonios. Esto no va conmigo, ni en un millón de años esto va conmigo. Definitivamente no. Pero aquí me encuentro.

—No lo creo, a mi me desechan después de una temporada —Niega con la cabeza—. No tardarás en hacerlo.

—Yo nunca lo haría si me dieras la oportunidad —Supongo que no lo haría.

—Sigo enojada contigo.

—Pero ya no tanto, me hubieras ignorado —Es cierto eso hubiera hecho ella—, y no te habrías detenido.

—Eliot, quiero estar tranquila —Parece resignada.

—Esta bien, de todos modos tendré que ir a tu casa hoy.

—Ahora no saldré para correrte.

—No, tu me dejaras entrar a tu casa, recuerda que tenemos que hacer un trabajo los dos —Primera vez que agradezco hacer tarea.

Ella se detiene a pensar lo que acabo de decir. Después gruñe.

—A veces te odio —Río un poco.

—Tu me amas.

—Esta bien, tienes razón sobre el asunto de arte, pero tu vas a comprar todo, te espero en mi casa a las cuatro y media, y espero que tengas una idea de lo que vamos a pintar —En serio, primera vez que agradezco hacer tarea—. Y no te amo Valerio, sigo muy enojada contigo y lo seguiré.

—Si, Cariño —Ella rueda sus ojos y empieza a caminar.

Se va.

Ahora tengo que ir a comprar las cosas.
En fin. Tengo una oportunidad.

La apuesta perfecta [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora