Un Contrato, Una Promesa... y Ella

Capítulo 19 ~De Nuevo Él~

~De Nuevo Él~

El desayuno fue servido, en la mesa se apreciaban un sinfín de bocadillos que por su apariencia pude deducir que sabían delicioso; suspire ante el hambre que tenía y mantuve la mejor postura que pude, una equivocación y sería el apocalipsis (literal para el profesor Hans).

— ¿Cómo le fue en su viaje? — le pregunté sacando un tema de conversación para que dejara de observar cada movimiento que hacia el demonio sirviéndonos los platos.

— Bien, aunque fue largo he dejado todos mis asuntos en orden, gracias por preguntar — me sonrió e hice lo mismo — ¿Has preparado todo tú, Sebastian? — lo cuestiono serio mientras observaba el plato enfrente de él.

— Por supuesto — contestó Sebastian, igualmente estaba serio, pero habló de manera educada — Espero que le agrade, si no es así hágame saber él porque no le gusta algún platillo — le dijo de la misma forma.

— No te preocupes, pensaba hacerlo, aunque no me lo dijeras — mencionó Hans tomando sus cubiertos y llevándose el primer bocado a la boca, yo hice lo mismo. No sabría cómo describir ese bocado, las palabras no serían suficientes ya que eso era más que una delicia, jamás había probado un pedazo de filete tan... perfecto... algo exquisito para mi paladar.

— ¿Qué opina profesor Hans? — le preguntó Sebastian viéndolo de reojo mientras servía el agua en ambas copas.

— Es pasable — respondió tan frívolo como pudo, o yo era muy fácil de sorprender o el profesor Hans no quería admitir que esa comida estaba deliciosa, deduje que era la segunda opción.

Pensaba en recalcarle lo orgulloso que se estaba portando, pero mejor no quise abrir la boca para hablar y solo la utilicé para comer, comer y comer. En todo el desayuno él y yo nos preguntábamos sobre lo que paso en su ausencia, incluyendo el hecho de que el anciano aún seguía "desaparecido", al igual que el hecho de que yo era la nueva cabeza de Jones' Company y el apresurado mejoramiento de la empresa, sabía que el profesor Hans sabía algo que involucraba estos hechos, pero jamás lo menciono directamente. En cuanto terminamos de comer salimos al jardín trasero de la mansión, la mañana era fresca sin mucho sol pero se percibía un ambiente cálido, el sol hacia un acto de presencia muy ligera, así que nos sentamos en aquella elegante mesa blanca de detalles implícitos en ella, uno enfrente de otro mientras que la frescura del viento nos hacía compañía al igual que una exquisita taza de té; charlamos de negocios y en varias ocasiones me regaño por el hecho de ser tan "descuidada" en los asuntos de la empresa.

— ¿Anniston enamorada de tu padre? — Me preguntó incrédulo dándole un sorbo a su taza de té — Vaya, eso si no me lo hubiese imaginado, aunque tu padre siempre fue un blanco para las chicas — mencionó con una sonrisa recordando a mi padre — Brandon era todo un idiota, aun me pregunto cómo es que Sandy se fijó en él — comentó aguantando una carcajada — Yo varias veces se lo advertí a tu madre, pero estaba embobada con Brandon —

— Si... — dije recordándolos — Ambos estaban embobados —

— Por cierto, ¿Qué es eso de que no vas a ir a la escuela? — Me cuestiono con cierto enfado, escondí mi rostro en mi taza — Katherine —

— No es que ya no vaya a ir, pero no me dará tiempo de asistir, tengo muchos asuntos que tratan de la empresa y tendré muchas faltas en clases, además me atrasare y mis notas serán peores que ahora — justifiqué antes de que comenzara a regañarme.

— Disculpe que interfiera, pero yo ya le había dado una buena solución — de la nada Sebastian apareció con unos panecillos — Las clases privadas serían una buena opción —