Capítulo siete: Como Otro mundo.

Start from the beginning
                                    

—Saben, esto sí es genial. —comentó Emma, cuando nos alejábamos de las costa.

—Sí, no tenía idea que pudiéramos contener la respiración tanto tiempo. —asentí, agradablemente sorprendida.

—Bueno, acostúmbrense —alegó Rikki, mirándonos como si no fuera lo suficientemente obvio—, somos sirenas, ¿qué esperaban? Somos geniales.

—Umm —hice un gesto pensativo, miré a Rikki y asentí—, sí tienes razón.

—Saben, tengo hambre —comentó Rikki, al tiempo que se tocaba la panza— y quiero beber algo.

—Bien, vamos al Café. —propuso Emma.

—Sí, buena idea. —opiné.

Rikki rodó los ojos y nos miró con aburrimiento.

—Emm, soy muy joven para tomar café. —protestó.

Emma rodó los ojos y miró a Rikki severamente.

—En el Juicenet no solo sirven café, Rikki —replicó, irritada—, también hay jugos, batidos y hamburguesas.

—Emm, —me extrañé cuando Rikki la miró como si fuera una niña pequeña, o algo así—, solo soy sarcástica.

—Claro.

*.*.*

Diez minutos después, nos encontrábamos sentadas en una de las tantas mesas del Café. Tomé el último sorbo de jugo de mi bebida y cuando me sacié, lo coloqué sobre la mesa.

—Hola, Lewis —saludó Emma, mientras el aludido se sentaba junto a nosotras—. No vas a creerlo. Nos tomamos el tiempo y, ¿adivina cuánto tiempo contenemos la respiración?

—Umm, bueno...

— ¡Quince minutos! —di unas palmadas a la mesa y con Emma y Rikki chocamos los cinco.

—Impresionante. —felicitó Lewis, sorprendido.

—Sí, bastante bueno.

—Y podríamos quedarnos más tiempo. —aseveró Emma, con bastante, bastante, seguridad en sus palabras.

—Inténtalo. —retó Rikki.

—Oh, ¿crees que puedes ganarme? —replicó Emma a su vez.

—Sé que puedo hacerlo —reiteró Rikki, con seguridad— cuando quieras.

—Chicas, vamos —dije, alzando los brazos—. Obviamente yo puedo ganarles. —repuse, con gesto relajado.

Rikki rió con incredulidad y Emma me miró divertida y un tanto escéptica.

— ¡Ja!

—Ustedes están obsesionadas con esta cosa. —observó Lewis.

—Sí, bueno lo admito es genial. —afirmé.

Rikki sonrió complacida.

—Bueno, nosotras tres sí. —corrigió Emma que tenía la mirada puesta en...

— ¡Hola, Cleo! —Exclamó Lewis, mientras ella se acercaba— ¿Adivina qué? —Inquirió— ¡Estás chicas pueden contener la respiración por quince minutos! —prácticamente gritó, llamando la atención de algún que otro curioso.

— ¡Lewis!

— ¿Qué? —negué ligeramente y me volví hacia Cleo.

— ¿Qué sucede? —preguntó.

—Estuvimos, ya sabes, nadando. —respondí.

—Eso es lo máximo —asentí, dándole la razón a Rikki—. El arrecife es sensacional.

Cleo asintió.

—Eso es genial —se limitó a decir— ¿Terminaron la tarea de matemáticas que teníamos? —Inquirió—. La pregunta siete es una pesadilla.

—Te extrañamos —insistió Emma—, ¿por qué no contestabas el teléfono...?

—Y también el proyecto de Geografía, es para el jueves —miré a Emma de reojo y me rasqué la cabeza. Por si no nos quedaba claro que no quería hablar del tema, por supuesto—.Tenemos que empezar cuanto antes.

—Escucha, Cleo, lo que sea que nos esté pasando es increíble —repuso Rikki—. Tienes que venir con nosotras —pidió—, ¡el agua es fantástica!

Fue entonces que Cleo rodó los ojos. Nunca la había visto así. Parecía estar realmente molesta.

— ¡No voy a ir, ¿bien?! —Soltó levantándose de la mesa, como si llevara conteniéndose por mucho tiempo—. Yo nunca pedí que esto pasara, así que dejen de presionarme.

  *.*.*  

Ropa de Kayla:

Ropa de Kayla:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaWhere stories live. Discover now