Me adentro a esta y hay demasiado polvo al igual que telarañas colgando por todos lados, los pocos muebles que se encuentras ahí tapados con las sabanas "blancas" con las que estaban tapadas hace algunos años, ahora ya sucias, camino inspeccionando todo a mi alrededor, dándome cuenta de que no ha cambiado nada, solo mas polvo y telarañas, camino hacia el patio trasero donde jugábamos Ian y yo, que, al igual que todo, todavía siguen algunos juguetes que dejábamos ahí, para no volver a cargarlos hasta aquí.
Sonrío nostálgica al tomarlos, como desearía en este momento volver a ser niña, una que era despreocupada de lo que en realidad son los problemas, aquella que creía que todo era un cuento de hadas en el que encontraría a su príncipe azul, en jugar y no pensar en lo que vendría después de esas guerras de lodo, o cuando la lluvia mojaba su cuerpo, no pensar en las enfermedades que traería aquella insignificante lluvia. Pero no todo es como lo deceas, conforme creces te das cuenta que nada de eso existe, que los problemas son mayores de lo que piemsas, que ahora nada es un juego, solo es la realidad.
(...)
Después de dos horas acostada en el pasto del patio trasero de la casa abandonada, donde contemplar el cielo azul con todas aquellas nubes en el, los problemas se esfuman al no pensar en ellos, pero el saber que al volver a la realidad serán mas grandes de lo que ya son.
Tomo mi celular des bolsillo del pantalón y contemplo que tengo un sin fin de llamadas perdidas de parte de mi madre, padre, Ian, Kelsey y un numero desconocido (la mayoría de este), y es cuando me doy cuenta que es hora de regresar, se de ante mano que estaré en problemas pero no me importa, lo único que quiero es descansar y dejar de pensar en aquellas cosas hirientes de las que me han dicho a lo largo de estos últimos años.
Camino a paso calmado por las calles de la cuidad pensando en lo que debería hacer al llegar, en lo que mis padres diran, en el sermón que me toca aguantar por su parte, la de Ian y Kelsey.
Cuando estoy a dos casas por llegar a la mía observo que ya no están el auto de los Red, lo que por una parte me alegra, ya que no tendré que ver a Will, pero por la otra no podré retrasar el regaño que me espera.
Al llegar frente a la puerta de mi casa, toco el timbre esperando por que alguien atienda la puerta, después de unos minutos la puerta se abre revelando a mi madre con cara de preocupacion, lo que hace que parte de la tensión en mis hombros desaparesca, pero cuando mi madre me abraza se que no estaré en problemas.
-Oh hija, no sabes lo preocupada que estaba- dice acariciando mi cabello mientras me sigue reteniendo en el abrazo. Cuando me suelta me hace pasar a la sala donde se encuentra Kelsey e Ian, que al verme también se abalanzan contra a mi abrazándome con fuerza. Me separo de ellos alegando el no poder respirar pero otro abrazo llega a mi y suspiro dándome por vencida.
-¿Como estas hija?, ¿te sientes bien?, ¿donde has estado?.
-Estoy bien lo siento, he estado caminado un rato y decidí regresar cuando revise mi teléfono.
-Darlene, no lo vuelvas a hacer, ni sabes lo preocupados que nos tenias a todos, estábamos a punto de llamar a la policía.
-Ya he dicho que lo siento madre, solamente fue el momento, pero ya estoy aquí y estoy cansada, ¿me puedo retirar?.
-Esta bien, hablaremos de esto mañana, te puedes retirar.
Miro a Ian y Kelsey pidiendoles una disculpa a lo que ellos solo acienten, doy vuelta sobre mis talones, y subo las escaleras rápidamente y son mirar atrás, camino a lo largo del pasillo hasta mi habitacion, al entrar en ella escuchó la puerta de entrada ser cerrada y me apresuro a ponerme mi ropa para dormir y acoatarme en la cama para por fin descansar del mal día que he tenido.
(...)
"Siento como mi corazón se acelera sin razón, es de noche y mientras veo calle arriba y camino hacia ahí las luces que iluminan la calle desaparecen detrás de mi, tengo un mal presentimiento y eso no hace fácil el tranquilizarme, escucho pasos siguiendome de cerca que cada ves van acelerando, rápidos, precisos, seguros de si mismos.
Al levantar la mirada al frente, una silueta se aproxima en mi dirección casi con la misma seguridad que la persona tras de mi, mis nervios van en aumento cuando veo la silueta acercarse ai por lo que entro en un callejón desesperada por la tranquilidad que tanto e estado esperando desde hacia unos minutos, pero al parecer dichas personas no tienen en mente lo que yo.
Camino hacia el final del callejón y volteo a ver a mis atacantes, la luz de la liña me da la capacidad de ver los rostros y cuando me dou cuenta de quienes son mis piernas tiemblan, son William y Kira mirandome de manera malévola.
Se acercan a mi lentamente, diciendo palabras irientes y levantando las manos echas puño para poder golpearme..."
Despierto con la reputación agitada y bañada en sudor, repitiendo la imagen y palabras en mi mente torturándome, después de lograr tranquilizar mi respiración y corazón acelerado quito las cobijas que me envuelven y salgo de la cama comenzando con mi rutina.
Al terminar bajo las escaleras y entro a la cocina encontrándola totalmente desolada, respirando la ausencia que emana la casa en todo su esplendor, tomo todo lo necesario para preparar un sándwich, y comienzo a prepararlo, lo pongo en un plato y saco un vaso para después poner jugo dentro de este, un desayuno sencillo pero delicioso, coloco todo en una bandeja y subo a mi habitación.
Mientras voy acendiendo, pienso en todo lo que sucedió el día de ayer y el como mis padres, posiblemente, me regañen por mi comportamiento, pero no todo es mi culpa, ya que no pude soportar todo lo que estaba diciendo en ese momento, no pude evitar recordar el como me trataban antes de salir del colegio, y es ahi cuando me doy cuenta que después de todo no podré cambiar en nada de lo queme he propuesta a hacer, sigo y seguiré siendo la maldita nerd de la que todos se burlan, igual de frágil que siempre, seré la misma que ha mantenido la mirada baja mientras dicen cosas hirientes a su persona, la misma que llora todas las noches a causa de los maltratos.
Llego a mi habitación dejando la bandeja encima de la mesa de noche, y recargando mi cuerpo en la pared junto a esta sintiéndome mareada de repente, todo ha venido a mi de golpe, y a eso sumándole el no haber comido desde ayer en la mañana, siento mi cuerpo débil durante unos minutos en los que no me muevo de mi lugar hasta que el mareo se pasa, tomo mi desayuno y enciendo el televisor.
Cuando termino mi desayuno vuelvo a dejar la bandeja en la mesa de noche y me recuesto en la cama en busca de la comodidad de la misma, cuando al fin he encontrado una posición cómoda escucho como tocan el timbre por lo que decido ignorarlo y sigo viendo television, cuando vuelve a sonar me doy cuenta de que tal vez es importante, me levanto de la cama perezosamente salgo de la habitación y bajo las escaleras, al estar a mitad de ellas vuelven a tocar el timbre y maldigo a la persona que ha quitado la comodidad de mi habitación.
Camino hacia la puerta de entrada y la abro rápidamente causando que de un golpe sordo junto a la pared, levanto la vista encontrándome a Dominik frente a mi con una media sonrisa esperando a que hable, cuando ve que no lo haré el lo hace.
-Espero no molestar pero, ayer que he quedado muy preocupado por ti.
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¡Ayuda! A La Nerd
Teen FictionBullying, relativamente una palabra insignificante para muchos, pero con un significado muy grande para otros, dentro de ellos Darlene, la nerd del colegio Hold Kind; a la que todos hacían de ella lo que quisiesen desde maltratos verbales hasta físi...
Capitulo 6
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