«Así es el amor»

Începe de la început
                                    

—Buenos días Leah. —Le correspondí la sonrisa. Estaba enojada con Justin, no con él. Aunque el bastardo, podría haberlo parado en algo.

Caminé hasta la habitación, con Justin siguiéndome por detrás. Tiré la mantita a la cama, y abrí la puerta del baño.

—¿No desempacaste? —preguntó él sentándose en la cama.

—Lo hice y volví a empacar. —respondí.

—¿Por qué?

Me metí al baño, cerrando la puerta con seguro en su cara. Cerré mis ojos, él ni si quiera se daba cuenta que es lo que pasaba. Solo hacia preguntas y yo, me estaba preguntando si era para evitar todo.

Me di una ducha corta, debía conseguir un vuelo a California lo antes posible y confiaba en que sería fácil. Después de todo no era época de fiestas, ni días feriados. Mi estómago rugió.

Definitivamente, debía comer algo antes de irme.

Después de vestirme con un lindo vestido por completo blanco, y corto, junto a zapatos negros, me metí a la página de la aerolínea en la que solía viajar para volver a California.

Iba a sonar como un bebé. Pero quería a mi mamá. Miré la hora. Eran las diez de la mañana, y había comprado un vuelo que salía de aquí a las una y media. Estaba bien. Tenía tiempo para ir al aeropuerto que no estaba tan lejos de aquí.

Justin entró pasándose las manos por el cabello rápidamente. Me miró. Y luego a las maletas.

—¿Qué pasó Leah?

Me había llamado por mi nombre, y no muñeca. ¡Ting! Se había dado cuenta de que algo andaba mal porque esta serio.

—Nada, Justin. —dije seria. Me levanté suspirando. Y caminé por el pasillo. Justin me tomó del brazo en medio de él.

—¡¿Qué te pasa?!—Exclamó. Bien, me harté.

—¡¿Qué me pasa?! —Le grité. De reojo vi que Damon aun jugaba con la cámara cerca de nosotros pero no me importó.

—¡Si! —Dijo él exaltado.

—¡Lo que me pasa es que me dais asco tío! —dije imitando el acento español.

Kendall y Damon nos miraron y disimuladamente se echaron a reír. Quería reír también, muy en el fondo mi respuesta había sido graciosa.

—Demonios Leah. —Me acercó a él. —¿Qué te hice? ¿Por qué tienes las maletas ahí?

—Porque me iré. —le respondí seria. —Mi vuelo a California sale en dos horas y media.

Sus ojos se abrieron como platos. Su agarre en mi brazo flaqueo un poco, aún así, no me soltó. La respiración agitada que ambos teníamos por culpa de nuestra discusión se estaba calmando. Los chicos se quedaron en silencio.

Lo único que podía hacer era mirarme. Me miraba, y me miraba, y me miraba. Sin decir nada, pero a la vez, diciéndolo todo. Cerró sus ojos un momento y al abrirlos, estos se habían llenado de lágrimas.

—Una vez me prometiste que jamás me dejarías. —Murmuró conectando sus ojos con los míos.

Aparté la mirada. Así no se podía.

—Y tú me prometiste muchas veces que no ibas a hacerme daño. —tragué, sintiendo ganas de llorar. —Pero no es la primera vez que me rompes el corazón.

Saqué su mano de mi antebrazo, y decidí que sería mejor irme ahora al aeropuerto.

Justin's POV.

BANG ll: Explosion of love.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum