Disclaimer: The Gray Garden no es de mi propiedad, le pertenecen a Ogekom y Deep Sea Prisioner.
Advertencias: Posible OoC, historia completa de mi autoría, cualquier parecido con otra es coincidencia.
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Navidad, fecha en la que todos los residentes de la escuela Blanc se marchaban a sus hogares para pasar la nevada con sus familias, pero con Etihw no era así, Ciel se había marchado, al igual que el noventa por ciento de los estudiantes, quedando ella sola en su habitación, leyendo un libro sin demasiado ánimo.
Siempre había estado ocupada y ese día que podía usarlo perfectamente de descanso se hallaba aburrida, debía hacer algo, no podía seguir así.
Por eso tomó un suéter, su bolso y salió de la escuela, daría un paseo a pie para refrescarse, hacía ya mucho que no se tomaba esas libertades, aprovecharía que Justim estaba de vacaciones y que sus otros hermanos eran indiferentes a ella (menos Fumus, pero Fumus seguramente estaría en una fiesta con sus compañeros de trabajo).
Andando, llegó hasta la plaza central de la ciudad, que estaba llena de personas que compraban regalos a último momento. Tanto tiempo había pasado sin salir que olvidó los peligros de los tumultos, un muchacho pasó corriendo a su lado arrebatándole el bolso blanco de sus manos, inmediatamente corrió tras él.
—¡Alto...! —Exclamó, pero su voz de apagó cuando vio al chico en el suelo frente a alguien, al parecer habían chocado, pero el ladrón no se levantó, estaba congelado observando al alto hombre que detuvo su paso—. Mond...
—Señorita Shiraiwa —Kcalb la observó un momento, analizó la situación y entonces entendió. Tomó el bolso de manos del muchacho que yacía en el suelo y le dedicó una frívola mirada—. Vete.
No hubo necesidad de repetirlo, el chico corrió despavorido del lugar. Kcalb se acercó a Etihw y le devolvió su bolso. —Esto debe ser suyo.
—Así es —asintió ella suspirando aliviada, si se supiera que le robaron a la media hora de salir sola, sería objetó de burla de sus hermanos—. Muchas gracias, Mond.
—No fue nada... —dijo en voz baja antes de quedar en total silencio.
Seis segundos pasaron y el momento se volvió incómodo, Etihw decidió hablar. —¿Estás con Wodahs?
—Eh... no, Wod fue a una fiesta de la escuela —contestó agradeciendo a la chica romper el silencio incómodo—. ¿Y usted?
—Estamos fuera de la escuela, Mond, no tienes que tratarme tan formal —le recordó un tanto divertida.
Él asintió avergonzado, luego carraspeó. —Y... ¿estás sola?
La voz incomoda del chico forzando el trato de "tú" enterneció a Etihw, que sólo sonrió. —Sí, lo estoy, quise dar un paseo ya que en la escuela estaba sola y sin demasiado que hacer. ¿Y tú? ¿Qué haces sólo en la plaza?
—Buscaba algo para darle a Wodahs de Navidad, aunque todas las tiendas están llenas.
—Claro, es el centro de la ciudad —Etihw observó a todos lados, todas las tiendas estaban ocupadas, a excepción de algunas que se hallaban en el fondo—. ¡Oh! Pero si ahí hay algunas libres.
—Son demasiado costosas —negó el peli-plateado en un suspiro, a veces el dinero era un problema.
—No es ningún problema, vamos —le propuso ella tomando su cartera con fuerza para evitar otro robo y caminó hasta aquellas tiendas.
Kcalb la siguió apresurado sin entender demasiado lo que ocurría, no esperaba que la presidenta le pidiese acompañarlo de esa forma.
Una vez dentro de la tienda Etihw se dirigió inmediatamente a la sección de abrigos, Kcalb la acompañó, la incomodidad y sorpresa del chico no fueron pasados por alto de parte de Etihw, ella sabía que ese lugar lucía demasiado exuberante, aunque no era tan caro como aparentaba.

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Blanc-Black: The first years
Teen FictionEl instituto Blanc, lugar al cual más de uno aspiraba a entrar y Kcalb Mond no era la excepción. Asocial, terrorífico, solitario e increíblemente tímido, un huérfano que cuida de su hermano adoptivo como puede descubrirá que los milagros existen en...