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SeHun se levantó esa mañana con el peor humor que hubo recordado tener en mucho tiempo.

Hizo su rutina matutina como un robot programado. Paseo por unos minutos por la puerta cerrada de la habitación de su esposo, debatiéndose entre entrar y decirle que lo sabia todo o actuar como un esposo cariñoso. Ninguna de las opciones le convenció. Pero lo peor era que no tenía claro porqué estaba tan molesto si él también tenía un amante.

Salió rumbo a su oficina intentando sacar de su mente las ideas que lo atormentaban sobre su esposo y su empleado teniendo sexo por toda la casa. A él ni siquiera lo dejaba tocarlo. Y no volvió a esperarlo ni a preocuparse por él cuando llegaba tarde. SeHun, no sólo estaba molesto, también sentía envidia de su empleado. LuHan se preocupaba por él, y se lamentó en ese momento haber limitado al castaño en hacerlo por su persona. De cierta forma, lo limitó a acercarse a él y sentir cosas por él. Lo ponía de nervios imaginar que LuHan se hubo refugiado en Kai y dejaba que lo besara, lo acariciara y se lo jodiera quién sabe de cuántas formas. Él pudo tener todo eso. A él le pertencía todo de LuHan. Incluso su amor le iba a pertencer.

En su mente, afinó los últimos detalles. Lo conseguiría, haría uso de sus mejores tácticas y lograría enamorar al castaño. Ese sería el castigo para LuHan por dejarse enamorar tan facilmente por un insignificante empleado.

Tan pronto estuvo en la oficina, quiso volver a su apartamento. No lograba concentrarse en aquellos papeles, los cuales hubo mirado por una hora.  Seguía atormentándose a sí mismo con la idea de que LuHan y Kai estaban aprovechando su ausencia en la cama del castaño en ese momento.

Su celular sonó, logrando traerlo de regreso a la realidad.

-Hola.

Saludo sin siquiera molestarse en ver quién lo llamaba.

-Hola amor, lamento haber cancelado nuestra cita de ayer. ¿Qué te parece si la retomamos esta noche?

SeHun supo de quien se trataba al escuchar aquella voz.

-No te preocupes Baekki, y sabes que me encantaría verte esta noche. -Su voz tenía cierto toque de amargura que fue percibida por el contrario, quien decidió ignorarla.- Sólo que no será posible. En este momento no me siento nada bien y estoy por volver a casa.

-Amor, ¿Qué te pasa? ¿Te duele algo? ¿Quiéres que te acompañe al médico? -BaekHyun se alarmó al imaginar que su amor podría estar muy enfermo. Era la única manera en la que el pelinegro tendría el valor de cancelar una de sus citas.

-No te preocupes, llamaré al médico Lee para que vaya a mi casa a revisarme.

-Entiendo... sabes que me preocupo por ti...No tienes idea de cuánto te extrañé ayer. Tenía muchas ganas de verte hoy... Cuidate amor... y espero que por lo menos 'ese' te atienda como debe y deje de ser un inútil.

El desdén en la voz de Baek al referirse a LuHan, molestó aun más al pelinegro. Ya le hubo dicho a su amante que dejara de referirse de esa manera a su esposo. Sin embargo, lo dejaría pasar. No tenía ganas de discutir con él.

-Te llamo en cuanto pueda. Nos vemos Baekki.

-Te amo bebé...

La llamada finalizó. SeHun no encontró ningún significado especial en las palabras de su amante. Ni siquiera las tontas mariposas que juraba sentir cada vez que el rubio le decia que lo amaba. Estaba seguro que algo hubo cambiado en la madrugada y no tenía ni idea de lo que era. Para ser sincero consigo mismo, no tenía idea de lo que le pasaba.

***

LuHan despertó alrededor de las diez y media de la mañana. El movimiento afuera de su habitación era bullicioso para no haberlo hecho. Escuchaba la música y a las empleadas cantando. Sonrió un poco y se levantó. Le gustaba el buen humor de Yoona y Yuri.

All Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora