Vampiro por Accidente.

Capítulo 13

"Novat Vampire's School."

Esa sonrisa malévola no ayuda en nada para confiar en su "plan" pero poner resistencia tampoco me ayudará a mí.

— ¿Al menos puedo saber de qué trata su plan?

— Claro pero luego has de averiguarlo. —Jala un mechón sacando como tres cabellos. —Ahora necesito un cabello.

— ¡Au! ¡Duele sabes! —Bufe al ver su mirada inexpresiva a la par que metía los cabellos en una bolsita. — ¡TU NO SIENTES EL DOLOR! ¡NO TIENES PORQUE ARREBATARME MI PRECIOSO CABELLO! —Comienzo a exaltarme, siempre odie que toquen mi cabello.

— Tranquilízate ¿quieres? —Pone los ojos en blanco

— Lo único que quiero es que tú, tus compañeros y tu maldita escuela se vayan al carajo. —Me paro pero él me vuelve a tirar al suelo.

— Te lo he dicho, no puedes discutir sobre esto.

— Mirame hacerlo. —Jala mi brazo para cargarme en su espalda y emprender vuelo. — ¿¡Pero a ti que te pasa!? ¿¡A caso no entiendes la palabra no!? —Le chillo cuando me baja, no me interesa que esta escuela grande sea preciosa y algo tétrico sólo quiero estar con mi gente.

Ignora todo lo que le dije y me jala dentro, al centro de todo era una fuente de sangre donde algunos chicos se servían en vasos o simplemente la tomaban metiendo su cabeza a uno de los chorros. Tengo una batalla entre sentir disgusto o apetito.

— ¡Kim! — Grito y enseguida vino una chica de cabello negro, con ojos cafés, delgada y con belleza natural.

— ¿Qué quieres William?

— Que entrenes a esta novata. —Me mostró como si fuera un producto en un aparador.

—Soy una alumna no una profesora. — Rodó los ojos.

—Tú estás por gusto aquí, ya te graduaste y sigues aquí. — La miro desafiante. —Es momento de colaborar a la escuela.

— ¡Bien! —Él asiente y se da vuelta yendo por donde entramos. — Púdrete William. —Le saco el dedo del medio, al parecer no se llevan nada bien

— Se siente la amistad. —Murmuro, Kim voltea y me mira como analizándome.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Rafaella.

— Ya sabes mi nombre, vamos.

Al entrar eso parecía una sala de entrenamiento para los juegos del Hambre.

—Vas a aprender a volar y pues lo demás. —Lo decía con tanta flojera que realmente no quería hacer nada más que dormir.

—Vale, ha de ser de lo más fácil ¿no?

— Es lo que desearás. —Sonríe para luego llevarme rápidamente a un punto alto. —Pon tú mente en que eres ligera cual pluma, tú flotas y no caes. Simple—Se encoje de hombros antes de empujarme.

— Ligera soy, ligera soy. — Chocó contra el suelo. —Pesada soy, pesada soy.

— Vuelve a subir. —Grita y vuelvo a hacerlo. Ahora soy yo quien respira y salta, sé que soy una pluma que va en contra de la gravedad. Carajo, mi cuerpo no colabora.

Vuelvo a subir frotando mis brazos, estás caídas duelen. — ¡Soy la mejor jodida pluma del mundo! —Grito antes de saltar y cerrar mis ojos.

— ¡Bien, plumilla! ¡Lo has conseguido! ¡Vuelas! —Abro mis ojos comprobando que estoy realmente volando, pongo de objetivo aquel techo de ese almacén para asentarme. Vuelo a gran velocidad pero freno un poco tarde. —El aterrizaje es práctica de años, creeme. Bien, siguiente etapa, combate.