Otra oportunidad para el amor | Bilogía Otra oportunidad #1

15🥀 | 24 y 25 de Noviembre

La cena de Acción de Gracias en casa de los Donovan es en unas horas y Rebeca me ha obligado a prepararme con tiempo. He abierto el armario y he tardado un rato en decidir que vestido ponerme.

Al final, he optado por un vestido de manga larga dorado, con detalles brillantes, que combina a la perfección con unos tacones que me regalo mi madre.

Si voy a llamar la atención tengo que hacerlo bien.

Al apartar la mirada del espejo veo a Rebeca, está sentada en su cama con las piernas cruzadas y con la mirada perdida en el teléfono.

Ella ya está lista para irnos y me encanta como va vestida para la cena. Lleva un top corto y un pantalón, ambos color fucsia, y la americana que lleva puesta a juego.

—¿Estás lista? —me pregunta y asiento con la cabeza mientras meto lo necesario en mi bolso de mano—. Entonces, vámonos.

Nos reunimos con Ben en el vestíbulo y vamos directos al aparcamiento. Cuando nos ponemos en marcha, Ben me indica que sus padres no viven muy lejos del campus, así que llegaremos en unos minutos.

Un punto a favor por si tuviera que salir corriendo y regresar a la residencia.

Poco a poco estoy conociendo a mis amigos y eso me gusta, porque no sabía que sus padres viven en Florida.

—Tengo una pregunta para ti Ben. ¿Si tus padres viven aquí, porque estás en la residencia? —le pregunto por curiosidad.

—Mis padres decidieron mandarme a la residencia durante el primer año, para que tuviera la oportunidad de conocer a gente. Además, Rebeca y yo hicimos un poco de presión —dice, y ambos sueltan una carcajada al unísono.

Tal y como Ben ha dicho, unos minutos después detiene el coche enfrente de la casa de sus padres.

Viven en un barrio de en sueño. Todas las casas parecen las mismas, con la excepción de que cada uno ha decorado el jardín delantero a su manera.

Ben se baja del coche y lo rodea para abrirle la puerta a Rebeca, yo me limito a salir rápido y estirar las piernas. Rebeca rodea mi brazo con el suyo mientras Ben cierra el coche y nos acercamos juntas hasta donde está su novio.

—Les vas a encantar, a mí me acogieron con los brazos abiertos la primera vez que los vi.

—¿Cuánto tiempo lleváis juntos Ben y tú?

—Haremos dos años dentro de unas semanas.

Hacen muy bonita pareja.

Ben saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta principal, dejándonos pasar primero. Rebeca coge mi mano con rapidez y me arrastra hasta el interior.

—Los chicos han llegado —Escucho decir a una voz femenina que proviene de una de las habitaciones.

No tarda ni unos segundos en aparecer ante nosotras una mujer de pelo castaño, alta y con un gran parecido a Ben. Nos da la bienvenida y nos pide que la acompañemos al salón.

—Que gusto volver a verte Rebeca —La mujer estrecha entre sus brazos a mi amiga y ella acepta el abrazo encantada.

—Yo también me alegro de volver a verla. Por cierto, le presento a mi compañera de cuarto y amiga, Melissa.

Me sonrojo en cuanto mi mirada se topa con la suya.

—Encantada de tenerte con nosotros hoy Melissa, ya verás cómo pronto te sientes una más de la familia.

—Muchas gracias por haberme dejado venir, es un placer poder pasar Acción de gracias con vosotros.

—¡Rebeca te necesito!

Escuchamos a Ben gritar desde el salón, Rebeca se disculpa y desaparece de nuestra vista, dejándome sola y vulnerable.

—Melissa, acompáñame al salón.

Nos dirigimos al lugar y en cuanto pongo un pie en la habitación, miro a mi alrededor asombrada por lo bien que está decorada esta casa.

Lo primero que llama mi atención al entrar es la gran chimenea que se encuentra en el centro de la sala. Sobre ella hay un montón de cuadros con fotos familiares. Hay dos sillones color crema alrededor y una gran mesa al fondo, donde la mayoría de los invitados ya se han sentado.

—La cena ya está lista, podéis ir ocupando el asiento que queráis.

Ben me indica que me siente junto a Rebeca, lo hago y compruebo que está muy ocupada hablando con sus padres, así que decido no molestarla.

—Tú eres Melissa, ¿verdad? —Alguien toca mi hombro por detrás y no puedo evitar dar un pequeño salto en el asiento. Alzo la mirada y me encuentro con un hombre regordete, con una barba bastante prominente que llama mi atención—. Bienvenida a nuestra humilde morada, yo soy Thomas, el padre de Ben y Nathan —Ocupa el asiento que hay a mi lado y extiende su mano para que se la estreche.

—Yo soy Melissa, encantada de conocerlo.

—¿Sabes? Mi hijo me ha hablado muy bien de ti —¿Cuál de los dos? Quiero preguntarle, pero no me da la oportunidad ya que comienza a hablar de nuevo—. Bueno, ya tendremos tiempo de hablar un poco más tarde, tengo que saludar al resto de invitados —Se levanta y deja de nuevo libre la silla que hay a mi lado.

Nathan acaba de llegar.

—Hijo, que ganas teníamos de verte —Nathan es abrazado por su madre y él tarda un poco en corresponderle el abrazo—. Hijo saluda a nuestra invitada, tu hermano Ben ha traído una amiga a cenar.

Nathan pasa su mirada por todos los invitados hasta dar conmigo y en cuanto nuestras miradas se encuentran, me quedo petrificada. Se sienta a mi lado y, sin decir nada, me sorprende cogiendo mi mano y acercándola a sus labios para darme un beso en el dorso.

—Encantado, soy Nathan.

¿Se está riendo de mí verdad?

—¿Qué estás haciendo? —le pregunto confundida.

Nathan se levanta sin decir nada más y suspiro aliviada cuando veo que se sienta al lado de su madre, frente a mí.

La señora Donovan nos sirve en nuestros platos un trozo de pavo y nos deja que cada uno nos echemos la guarnición que queramos.

Este es el primer año que no celebro Acción de gracias con mis padres y no puedo evitar echarlos de menos cuando pruebo la comida de mi plato.

Me recuerda tanto a la que prepara mi madre todos los años.