Sehun gruñó cuando sonó la alarma de su despertador. Rodando en la cama, cogió el reloj para apagarlo. Viendo la hora, sus ojos se abrieron de par en par. Eran las diez. Su primera clase empezaba a las nueve.
Saltando de la cama, Sehun cogió la ropa de la noche anterior, que seguía tirada por la habitación. No tenía tiempo para una ducha, y definitivamente no tenía tiempo para la comida si quería llegar a su clase de las diez y media. Y quería llegar a esa clase. El profesor de esa clase era particularmente estricto con la puntualidad.
Sehun cogió su mochila y dejó el apartamento como un huracán. Todo el tiempo estuvo repitiéndose que mataría a su compañero de piso cuando volviera a casa. Ese bastardo probablemente hubiese cambiado la hora como si fuera algún tipo de broma estúpida. Sehun vería cómo se reía su compañero cuando "olvidara" pagar la factura de internet ese mes. Sehun podía vivir del wifi del metro por unos días si eso significaba venganza.
Sehun alcanzó la parada de autobús justo antes de que el autobús llegara. Tomándose un momento para calmarse, Sehun sacó su teléfono. Tenía un mensaje, preguntándole si quería quedar para comer. Sehun frunció el ceño. Ambos tenían clase ese día. No tendrían tiempo para encontrarse. Sehun respondió que por supuesto no podía quedar para comer.
Cinco minutos más tarde, y Sehun estaba balanceándose en el sitio. El autobús llegaba tarde, y a ese ritmo él también llegaría tarde.
Eventualmente, Sehun sobrepasó su odio a hablar con otras personas y preguntó a un hombre en la parada si su autobús había llegado pronto. El hombre frunció el ceño y le dijo que el autobús no pasaría en otra media hora, desde que er sábado.
Sábado.
Sehun realmente iba a matar a su compañero de piso.
-Pensé que no podías comer conmigo.- Dijo Jongin, intentando no sonreír mientras Sehun se sentaba delante de él en la mesa de la cafetería.
Sehun entrecerró los ojos. –Te contó la broma, ¿verdad?-
Ahora Jongin estaba sonriendo completamente. –Realmente me gusta tu compañero de piso.-
-Puedes quedártelo, si quieres.-
-No creo que a mi novio le gustara eso.-
Sehun intentó no suspirar. Jongin no había dejado de hablar de su novio desde que habían empezado a salir. Lo que extrañaba a Sehun, pero más que eso lo sorprendía. Normalmente Jongin no se quedaba en una relación seria más de una semana, mucho menos un mes. Había pasado ya un mes. Si Jongin quería conseguir un record, lo había conseguido.
-Sigo sin entender porque vosotros dos estáis saliendo.- Dijo Sehun ahora, tomando un sorbo de su café. –Quiero decir, no entiendo por qué él está saliendo contigo.-
-¿Quién no querría salir conmigo?-
-Cualquiera que te haya conocido por más de veinticuatro horas. Lo que él ha hecho.-
Jongin se encogió de hombros. –Di lo que quieras. No vamos a romper pronto. Desde el verano, es como si tuviéramos algún tipo de conexión. Ponte celoso si quieres.-
Sehun resopló. Solía estar celoso de Jongin, pero ya no lo estaba. No podía explicar porque. Antes del verano, había envidiado todo de Jongin, y cómo todos le querían. Ahora a Sehun no podía importarle menos.
Puede que algo hubiese pasado durante el verano. Era extraño. Siempre que Sehun intentaba pensar en ello, sus recuerdos del verano se volvían borrosos. Ni siquiera podía recordar cuando había conocido a su compañero de piso, solo que se habían convertido en amigos.
