3. Para nada

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Llegué a mi casa agotada, el encuentro con Héctor no dejaba de rondar por mi cabeza ¿De verdad creía que volveríamos? Debe de estar muy mal para pensar eso, todo el daño que me hizo no se puede olvidar, y menos yo, la personas mas orgullosa y rencorosa que hay, aunque con Héctor, no había orgullo... Ni dignidad, y el rencor, el rencor esta llegando ahora todo junto.
-Cariño, ¿ha ido bien el día?- pregunta mi madre desde la mesa del salón, la que ahora es su mesa de oficina. Ya eran las ocho de la tarde y yo estaba viendo Bing Bang Theory en la tele.
-Para nada- contesto.
-¿Que?- pregunta mi madre.
-Que bien , muy bien, perfecto el mejor de todos- repito. Ella suspira y viene a sentarse a mi lado en el sofa.
-Jennifer...- dice en tono acusador.
-Mama...- digo igual. Ella alza las cejas como advirtiendome. Y yo ruedo los ojos- Mama, de verdad a sido un día...-mierdoso- normal.
-¿De verdad?- pregunta no muy convencida- ¿Ningun roze con alguien? ¿Amigas? ¿Nada?- negue a cada pregunta. Vuelve a suspirar y se levanta.- ¿No piensas salir?
-Como no vaya a recoger piedras al bosque nose...- digo en un susurro.
- Ve a hacer la compra- ¡No! La compra no porfavor.
-Uyyyy que mal me encuentro... Voy a dormir- digo intentando escaquearme, pero me agarra del cuello de la camiseta desde atras al pasar por su lado.
-Tienes que comprar huevos, leche...- sigue enumerando hasta que le obligo a apuntarlo en un papel. Me da el dinero y me empuja a la puerta.- Veeengaa que te de el fresquito.
-Hace frío- digo haciendo un puchero.
-Venga dije- acabó sacandome de la casa. Me volví para hablarle.
-Que sepas - me cerró la puerta en la cara- ¡Que estoy muy indignada!- grito y escucho unas risillas detras de la puerta. Ajusto mi chaqueta y cojo camino hacia el supermercado.
Cojo todo lo que me dijo mi madre y voy a caja para que me cobren. No me gusta salir a comprar sola, paresco maruja, de esas que se saben en que pasillo esta la leche y en cual esta el café descafeinado, sin azúcar pero con zacarina, de grano gordo triturado no en polvo, esas marujas. El cajero mete mi compra en una bolsa, que no me inspira nada de confianza, y me cobra. Salgo de allí mirando mi twitter cuando choco con algo duro, es decir alguien duro, mi bolsa se parte y me quedo con un plástico en la mano.
-Vaya mierda de bolsa, ¿de que coño estara hecha?- me agacho y cojo todo entre mis brazos como puedo, alfinal teníamos huevos, menos nal que no he tenido que comprarlos porque se hubieran roto.
Miro a la persona con la quien me he chocado y veo a un modelo, bueno tendrá que serlo digo yo, es moreno de pelo y de ojos negros, su piel es blanca, pero no pálida, yo le gano unos tonos, su cuerpo se veía bien trabajado atraves de su camiseta de mangas largas azul. El muchacho me miraba, yo le mire a él y levante las cejas por si quería decirme algo.
-¿Que coño miras?- pregunto no muy simpatica.
-¿Podrias tener mas cuidado por donde vas? Me has pisado casi me partes el pie- ¡Que idota! ¡ni que fuera yo aquí ahora un elefante.
-¿Por que no miras tu? Has hecho que la mierda de bolsa de supermecado se rompa.- el se encoge de hombros.
-No es mi problema- dice e intenta irse pasando por mi derecha pero yo le intersepto y terminamos bailando un tango de izquierda a derecha.
-¿Que mierdas te pasa?- pregunta interrumpiendo nuestro baile. ¡Con lo bonito que estaba quedando!
-¿Que llevas ahí?- dije señalando con mi mirada una bolsa que el sostenía y se veía sólida.
-Nada que te importe. ¿Que quieres? ¿robarme?- responde, sonriendo de lado y cruzandose de brazos. Madre que guapo.
-No idiota- respondo- quiero que me des la bolsa.
-No- responde abrazando la bolsa.
-No seas crío, partistes la mía y yo tengo mas cosas ¡sé un caballero!
-Que no quiero- lo miro golpeando mi pie en el suelo repetidas veces.- ¡Vale!- responde al rato. Si es que con mi postura de Really bitch? convesco a todo el mundo. Saca una carátula de un videojuego y la abre para que yo vacie las cosas de mis brazos en ella.
-Gracias- cojo la bolsa y me voy.
-¿Y asi te vas?- dice haciendo que me gire.
-¿Y que quieres?- le pregunto con cansancio.
-Nada- sonrie y se va. ¿Pero que?. Idiota.
Llego a casa unos minutos despues y le explico a mi madre por que la compra esta en una bolsa de una tienda de videojuegos y se parte el culo.
-¿¡Le robaste una bolsa a un muchacho!?- dice entre risas, Yo, no me rio, ¿por que? Por que no le veo la gracia.- ¡pero que cosas te he enseñado Jennifer!
-¡Mama! Yo no he robado nada, se lo pedí amablemente y el aceptó- mentira.
- Lo dudo- dice secandose las lágrimas de risa.
Cenamos y despues de ver un rato la tele me fuí a acostar.
Martes 9 de enero
COROCOCÓ COROCOCÓ
Suena mi alarma. Odiaré a las gallinas o gallo o la mierda que sea eso por el resto de mi vida...
Me visto: vestido cazuela suelto hasta mitad de muslo, medias tupidas negras, botines negros, pañuelo negro, y chaqueta de cuero negra. Perfecta.
Desayuno esta vez pan con mantequilla y un colacao en vez de cereales y salgo a las ocho menos diez y a en punto llegué.
Voy directamente a mi taquilla y saco los libros que me tocan. Cuando la ciero veo a una chica detras de ella que me da un pequeño susto.
-Lo siento... No quería asustarte- dice- nose si, no se si te acuerdas de mi soy...
-Lucía-acabo por ella. Ella tambien fué víctima del bullying escolar, aunque yo tuve mas suerte. A ella le hacían fotos como: Lucía Perez la patetica mas buscada. Un día te encontrabas cientos de papeles de estos por todos lados y le hacían cosas mas duras que esas.
-Si- dijo ella sonriendo- Se que- carraspeo- se que ahora mismo, no te llevas bien con nadie y, y bueno yo tengo casi las mismas asignaturas que tu y pues...- estaba nerviosa. Lucía era una chica muy guapa su pelo era negro y abundante, estaba recogido en una trenza de lado, sus ojos eran azul oscuro y su piel era un poco menos morena que la mía. Llevaba puesto una camiseta de mangas largas rosa claro con escote de pico y unos vaqueros que se adaptaban muy bien a su figura y una rebeca beige larga. No paraba de subir sus gafas de pasta negra que escondía sus hermosos ojos. Sonreí por inercía.
-Si me estas diciendo que quieres acompañarme en este infierno, acepto- ella me mira y sonríe.
-Dios, por fin voy a tener una compañera en esta cosa que llaman mundo- su comentario me hace gracia, reimos y vamos a clase juntas.
Cuando es hora del descanso ya me llevo bastante bien con Lucía, es una persona bastante risueña y divertida, de esas personas que te dan ganas de proteger. Cuando ya habíamos llegado a la cafetería y habíamos comprado nuestro desayuno nos fuimos a sentar dentro, ya que fuera estaba nublado y hacía frío.
-¡Pero bueno! ¿Que vemos aquí?- la voz de Tania se eleva por la de los demas en la cafetería y todos se callan- La pelo-polla y la patetica mas buscada siendo amiguitas. ¿Es normal que los fracasados se junten?- nose por que pero el apodo de Lucía me gustaba mas. Me vuelvo hacía Tania que esta sentada encima de... ¡Encima del modelo! ¡Pero que pequeño es el mundo!
-Vamos Jenn, no vale la pena- dice Lucía. Pero la ignoro, no me humillarian otra vez, ni ami, ni a Lucía.
-¿Y es normal que lo hagan los gilipollas?- pregunto- Bueno, es que no se, es lo unico que veo en esta mesa- digo sonriendo inocente. Al lado izquierdo de Tania y el modelo, el cual no se su nombre, estan sentadas sus seguidoras, las que recuerdo como, Alba, Rocío, Ana y... ¿Luz? ¡Vaya! ¡Una puta nueva al grupo!. A su derecha estaban unos cuantos chicos mas y mas alejados estaban Carlos y Héctor a los que no les faltaba sus chicas correspondientes. Vamos, que era la mesa de los "populares". El modelo me miraba fijamente, al igual que Héctor, si creían que me iban a intimidar lo llevaban claro.
-¿Te crees muy guai o que?- pregunta Tania roja de la furia.
- Mira Tania no me aptece hoy ¿sabes? ¿no tienes nada mejor que decir? Tengo prisa- digo con cansancio.
Tania abrió la boca y la volvió a cerrar se veía desconcertada por mi respuesta.
- Lo que pensaba. Ay Tania... Tanta silicona no ennn- digo y me doy la vuelta para ir al otro extremo de la cafetería donde hay una mesa libre. Todos rien por mi comentario.
- ¡Seras idiota!- escucho que grita.
-¡Vete a operarte la nariz!- Grito sin mirar a lo que todos rien de nuevo.
-Eres una puta- grita de nuevo.
- ¡Cuentaselo a tu madre!- vuelvo gritar y sigo andando hasta que dice:
- ¡Cuentaselo tu a tu padre! A no, que no puedes Upsss- en ese momento me paro en seco me doy la vuelta y camino hacia la mesa, las sillas delante de ella estan desocupadas asi que tengo mas acceso. Dejo mi desayuno encima de esta.
-¿Que.dijiste?- pregunto con rabia. El modelo seguia alli con ella encima con una postura desinteresada como sino le importara lo que esta pasando.
- Que se lo cuentes a tu padre, pero no puedes. Por que te abandono- sonríe victoriosa. Yo hago los mismo y sin previo aviso cojo su cabeza haciendo que se estampe con la mesa. Sangre empieza a salir a chorreones por su nariz operada, UPSS, pero eso no le impide abalanzarse sobre mi hasta tirarme al suelo y quedar encima mía. Cuando dije que estuve haciendo ejercicio en los dos años que estuve en Francia me refería a que llevaba dos años practicando boxeo con un profesor bastante bueno asi que La Cayo Malayo no duró mucho encima mia. Le golpeaba de manera que sabría que le quedarían moratones no para que se le rompiera algo, aunque si quisiera ya lo habría hecho, pero no, quiero que se acuerde de mi, no una denuncia. No paraba de golpearle hasta que unos brazos muy musculosos me agarraron por la cintura y levantaron en el aire.
-¡Sueltame que la reviento!- gritaba retorciendome pero era imposible. La persona que me llevaba me arrastro hacia fuera y me llevo hasta el árbol donde estuve ayer. Me soltó y me volví a ver quien era.
- ¿Y tu que quieres que te devuelva la bolsa o que?-digo respirando agitadamente mas por el intento de soltarme de sus brazos que por la pelea.
-Sería un detalle...- lo miro alzando las cejas y el se ríe- Pero no, alguien tenía que separaros- dice y se encoge de hombros.
-Ahhh, y tu venistes a hacer el papel de principe- digo gesticulando con las manos.
-Buenos es el que me toco, nadie quiso cambiarmelo... Una faena ehh- su comentario me hizo reir pero me puse sería otra vez.- Lo he visto- dice.
-¿El que?- pregunto haciendome la tonta.
-Has sonreído- dice apoyandose en el árbol y enciendiendo un cigarro. Cuando lo hace me fijo en que tiene un pircing en el labio inferior a la izquierda. Mmmm sexy- ¿Quieres?- dice ofreciendome el cigarro asiento desesperada y lo cojo, le doy dos caladas y se lo devuelvo.
- ¿Como te llamas?- pregunta de nuevo.
- Jennifer- respondo.
-¿Jennifer que mas?
-Jennifer Abbadie- no me gustaba utilizar el apellido de mi padre si no era necesario, asi que lo mire como diciendole que no le iba a contar mas.- ¿Y tu?- digo cogiendo el cigarro que el me había vuelto a ofrecer.
-Daniel- responde.
-¿Daniel que mas?- digo mirandolo con reproche mientras suelto humo. El sonríe de lado.
-Daniel Montalvo- dice. Asiento y le doy el cigarro.
-Bueno Daniel Montalvo, gracias por todo, bueno solo por el cigarro...
-Y por la bolsa...- suelta el cortandome.
-Eso ya te lo agradecí ayer- dije atropellando las palabras- me voy, adios.
-Adios.- dijo y lo deje ahi notando su mirada en mi mientras me marchaba.



Hoolaaa 3 capp eeeehh esperoo que os guuste
[Héctor en multimedia]
-Estefanía

Para verte sonreirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora