¿Un error?~Hyunmin-Seungjin

Unseen

La mañana amaneció más ruidosa de lo habitual. Desde el momento en que Seungmin abrió los ojos, escuchó risas y murmullos provenientes del pasillo. Parpadeó un par de veces, intentando despejar la vista nublada por el sueño, y lo primero que vio cuando volteo, fue a Han durmiendo a pierna suelta en la cama de Hyunjin, con una pierna colgando y la boca entreabierta.

—Genial... —murmuró Seungmin con voz ronca, frotándose los ojos.

Hyunjin en cambio, seguía medio dormido, acurrucado entre las sábanas, el cabello despeinado cayéndole sobre la frente, aún tenía marcas leves en el brazo donde Seungmin había estado apoyado horas antes. Si no fuera porque Han estaba roncando como si no tuviera pulmones, el ambiente le habría parecido hasta tierno.

Seungmin se incorporó lentamente, revisando el reloj sobre el buró.

7:10 a.m.

La alarma no había sonado.

—Hyunjin... —le llamó con suavidad.

Ninguna respuesta.

—Hyunjin. —repitió, un poco más fuerte.

El aludido apenas movió un dedo.

Fue entonces cuando Han, aún dormido, murmuró algo inentendible y giró sobre sí mismo haciendo que cayera literalmente al suelo con un golpe seco.

—¡AH! —gritó, despertando al instante. —¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? ¿Ya nos descubrieron?

Seungmin no pudo evitar reír, y eso bastó para que Hyunjin abriera los ojos al fin.

—¿Qué está pasando? —preguntó Hyunjin, medio adormilado.

—Nada, que tu mejor amigo decidió despertarse estrellándose contra el piso. —respondió Seungmin entre risas.

Han se levantó con el cabello hecho un desastre y una expresión dramática.

—Bueno, al menos sigo vivo... aunque juraría haber soñado que escuchamos algo, nos asustamos y corrimos por los pasillos.

Hyunjin alzó una ceja. —No fue un sueño.

—Oh,  si cierto. —dijo Han, recordando. —Casi muero de un infarto por culpa de ustedes dos, ¿sabian?

Seungmin soltó una risita baja, mientras Hyunjin negaba con la cabeza, tratando de no sonreír.

Después de unos minutos de caos matutino, los tres se arreglaron a toda prisa y salieron rumbo al comedor. Apenas cruzaron los pasillos, se dieron cuenta de que algo estaba raro, todos parecían hablar de lo mismo, pero nadie mencionaba nombres.

—¿Escuchaste lo que pasó anoche en el edificio del teatro? —susurró una chica al pasar junto a ellos.

—Si, dicen que se escucharon gritos y pasos corriendo a mitad de la madrugada... —contestó su amiga, con ojos brillantes. —Algunos dicen que fueron fantasmas.

Han casi escupió el agua que estaba bebiendo. —¿Fantasmas? Por favor...

—Shh. —le advirtió Seungmin, reprimiendo una carcajada.

—No, en serio, lo escuché. —añadió otra voz detrás de ellos. —Mi compañera dice que vio sombras moverse cerca del salón principal, ¡y que alguien gritó su nombre!

Hyunjin bajó la cabeza para ocultar la sonrisa que le temblaba en los labios, Seungmin, por su parte, se mordió la mejilla intentando contener la risa.

Los tres se miraron de reojo.

Han fue el primero en romper el silencio, murmurando con un tono divertido.