Karina sonríe avergonzada.

—¿Quizás? Pensé que te animaría y alimentaría tu vena malvada.

Parpadeo, mi cerebro necesita un segundo para procesarlo. A Beomgyu no le gustan los caramelos ácidos. En realidad, estaba haciendo una mueca porque el sabor era realmente ácido y no porque estuviera triste o deprimido o sintiera que los malos se saldrían con la suya al cruzarse en su camino. Me rio y toda la mesa se vuelve hacia mí. Dios, me encanta su energía, su actitud sensata. Es tan pequeño, delicado y elegante. Te dan ganas de protegerlo, mimarlo y cuidarlo.

¿Pero en realidad?

Es un maldito lobo con piel de cordero, listo para patear traseros.

—¿Estás bien, amigo? —dice Karina con una ligera elevación de las cejas y los labios en puchero.

—Mhm. Todo bien. —Le lanzo una mirada ardiente a Beomgyu, queriendo hacerle saber lo caliente que me pone—. Solo estoy procesando. Creo que me gustan los nerds con planes de venganza.

Beomgyu pone los ojos en blanco, reprimiendo una sonrisa de satisfacción.

—Oh, vamos. Eres prácticamente tan nerd como yo. Excepto por la carrera profesional en los videojuegos.

Quizás. Pero no creo que se dé cuenta de que él es la razón de eso. El adolescente Beomgyu era demasiado lindo cuando se emocionaba con los videojuegos y yo quería ser parte de eso.

***

—Bueno, mi amigo tiene algo para nosotros —digo una semana después en la pequeña y pintoresca cafetería que Beomgyu me mostró.

Me gustó tanto que volvimos varias veces a desayunar.

También acabamos viendo esa película de terror en casa después de terminar nuestra reunión para planear la venganza. Los días siguientes, recorrimos Londres para que me enseñara algunos lugares de interés. Hoy ha sido un día más tranquilo, debido al mal tiempo, y nos hemos pasado la mayor parte del tiempo holgazaneando en su apartamento. Me he quedado a dormir allí y aún no me ha echado, ni siquiera ha insinuado que quiera que me vaya. Mi corazón no podría estar más feliz. Prácticamente ya estamos juntos, aunque no estoy seguro de que se dé cuenta. Pero tengo pensado hacer oficiales mis intenciones de salir con él una vez que este fiasco haya terminado.

—Trabaja rápido —comenta Heeseung, con los brazos cruzados y mirándome con dureza. Por alguna razón, no es fan de Jay, pero cada vez que intento sonsacarle el motivo, siempre elude mi pregunta.

—Sabes, no tenías por qué venir. Tenemos todo bajo control — resopla Beomgyu, pasando distraídamente la mano por mi muslo.

Heeseung le lanza una mirada fulminante.

—Alégrate de que no te haya repudiado por ocultarme algo así.

Ah, sí. Se enteró de la situación de Beomgyu cuando lo visitó anoche.

Beomgyu pensó que no era necesario involucrarlo ni estresarlo con un drama estúpido, así que nunca se lo contamos. Pero yo había dejado mi portátil abierto y él había echado un vistazo, y luego otro, y luego se había enfadado con nosotros. Ah, y también sabía que estábamos "juntos", así que supongo que o bien Beomgyu se lo había contado, o bien Heeseung lo había descubierto por su cuenta. Si tuviera que adivinar, diría que es lo segundo.

Karina y Soobin se levantan de sus sillas y se colocan detrás del sofá en el que estamos Beomgyu, Heeseung y yo. Apoyan los codos en el respaldo y se inclinan hacia delante.

—El amor entre hermanos es lo mejor. Pero me muero por saber qué ha descubierto el amigo de Yeonjun, así que ¿podéis besaros y hacer las paces de una vez? Sabemos que no podéis estar enfadados más de diez minutos —dice Karina mirando fijamente a los dos hermanos.

Nerdy Boy (Yeongyu)Where stories live. Discover now