¡Ayuda! A La Nerd

Capitulo 3

-¡Iaaaaaan!-alargo con voz ronca, y lo golpeo en la cabeza, pero no se da por vencido y sigue molestando con el argumento "tienes que despertar para hacer mi desayuno" frunzo el ceño cuando lo menciona y lo veo con cara de pocos amigos.

Me levanto y camino hacia mi bolso para entrar con el al baño y hacer todo lo necesario para salir y "hacer el desayuno". Tomo una dicha rápida me ducho, cambio mi ropa, lavo mis dientes, peino mi canello, me coloco mis lentes, los zapatos y salgo del baño en dirección a la cocina donde se encuentra Ian ya vestido con las llaves del auto en mano. Frunzo el ceño mientras lo miro.

-¿A donde se supone que vas?.- pregunto, mirándolo extrañado.

-Querrás decir, vamos...-nos señala a ambos con su dedo índice.-no creerás que de verdad te haría hacer el desayuno ¿verdad?.

-¿La verdad? Si, pero en mi defensa te veías muy seguro.- le digo y levanto las manos en señal de inocencia.

-Pues que equivocada estas, ahora vamos iremos a una cafeteria.

Subimos al coche y mientras el lo enciende prendo el radio cantando al son de la canción que esta sonando, luego de un rato recorriendo unas cinco o seis calles llegamos a la cafetería donde suelo comprar mi cafe antes de ir al colegio. Al abrir la puerta de esta, después de a ver aparcado el coche de Ian, suena el tintineo de la pequeña campanilla que se encuentra en la parte superior de la puerta haciendo que Mark que se encontraba atendiendo a una anciana volteara hacia nuestra dirección haciendo que ese brillo apareciera en sus ojos, cosa que hasta el momento no se a que se deve, pero inmediatamente frunce el ceño en nuestra dirección dirigiendo su mirada mas en especial a lo que se encuentra detrás de mi.

Nos acercamos hacia su dirección donde la anciana ha salido de mi campo visual ya que su pedido ha sido entregado, me dirijo hacia Ian y le digo que valla a esperar a la masa mientras yo ordeno y el accede y me dicta específicamente que es lo que quiere para su desayuno, después de ver a Ian alejarse y sentarse en una mesa para dos donde las sillas están colocadas una frente a la otra, camino en dirección a la caja y entrega de pedidos dedicándole una mirada a Mark, lo que provoca que una sonrisa se incruste en su rostro y vuelva a el el brillo especial que siempre tiene, o al menos así me parece ami.

-¿Lo de siempre?.-pregunta sin quitar la sonrisa de su rostro.

-Si, pero ahora seran dos cafes, dos pastelillos de chocolate, dos huevos con tocino y dos refrescos de lo que sea.-respondo e instantáneamente su ceño vuelve a frincirse.

-¿Vienes acompañada?.-dice con un deje de curiosidad y sin quitar su ceño fruncido.

-Si, ¿recuerdas mi amigo Ian de la niñes?-pregunto ya que fue un tema que no pude evitar contarle, el aciente y su ceño fruncido desaparece y retoma su sonrisa.-ha vuelto y hemos decidido venir a desayunar.

-Me da gusto por ti, se que lo extrañavas.

Intercambiamos algunas palabras mientras llega mi horden, cuando lo hace pago por lo pedido y me despido de el con una sonrisa y prometiendo que, la próxima vez le presentase al famoso Ian de, que tanto hablaba.

Regreso al lado de Ian con la bandeja llena de comida para nosotros dos, al poner la comida correspondiente de Ian frente a el, comienza a engullir toda la comida sin siquiera respirar, entiendo que tenga hambre, pero no es para tanto, me doy cuenta que mientras mi amigo come y gime por su delicioso sabor como el se ha encargado de puntualizar, la gente nos mira como bichos raros y algunos adolescentes ríen de el, lo que parece no importarle ya que sigue con si hazaña como si nada, mientras yo me encojo en mi lugar y como tranquilamente.

Al terminar nuestra comida tiramos los restos a la basura y caminamos hacia la entrada hablando de cosas triviales o de como estuvo la comida, rápidamente vamos al auto para dirigimos a casa, mientras escuchamos música y cantamos a coro al ritmo de esta, al llegar a su casa subí rápidamente a su habitación y tomo mis cosas para, acontinuacion, bajar por las mismas y dejar el bolso al pie del sofá que esta cerca de la puerta de entrada.

-¿Te vas?.-pregunta y aciento.

-Tengo que ir a arreglar algunas cosas pero nos podemos ver luego.-Ian me mira extrañado pero aciente, me despide y me acompaña a la puerta donde dejo un beso en su mejilla, y sin mirar atrás camino hacia mi casa.

La verdad es que no tengo nada que hacer, pero eso el no lo sabe, me siento mal y quería estar ya en casa, el que la gente nos mirara de esa forma trajo muchos recuerdos, y aunque no lo demostrara sentía que lo vivía de nuevo, que todas aquellas miradas eran dirigidas a mi como si fuera lo mas repugnante que había en el mundo.

Al llegar a casa encuentro a mi madre preparándose para salir, pero sin mi padre junto a ella.

-¿Saldras?.- pregunto mirándola de arriba a abajo.

-Y tu me acompañaras... Tu padre cerro un negocio con uno de sus socios y tu y yo iremos a comprar todo para la cena de esta noche.

La miro enfadada, ya que no quiera salir y subo a mi habitación a dejar mis cosas para después bajar las escaleras y subir al auto con mi madre que ya se encontraba dentro de este. Mi padre es un hombre de "negocios" comenzó con una pequeña empresa que fue creciendo hasta ahora y cada vez se hace mas famosa, por lo tanto mas inversionistas quieren ser parte de ella.

Seguimos el trayecto hasta el supermercado, pongo la radio donde mi madre, automáticamente pone canciones de su agrado con la excusa de que ella va manejando, por lo tanto ella decide que se escuchara, tampoco es como si me importase lo que escucha, de tantas veces que he escuchado las canciones que ponen mi ladre y ella me han llegado a gustar y a aprendermelas, así que disfruto el viaje tarareando las canciones que se escuchan y mirando por la ventana.

-Bajá y ve por un carrito mientras yo estaciono el coche.-me dijo mi madre mientras habría la puerta de mi lado y señalaba la fila de carritos de supermercado.

Bajo del auto cerrando la puesta tras de mi y camino hacia los carritos formados ordenadamente, tomo uno y me dirijo a la entrada donde me detengo y espero a que mi madre llegue junto a mi para partir a comprar lo necesario, a lo lejos veo como mi madre viene caminando despreocupadamente hablando con una señora, que puedo reconocer como amiga suya gracias a fotos de ella junto a mi madre, solo que un poco mas grande ya que eran demasiado jóvenes en aquella foto, y junto a ellas un chico realmente guapo de aproximadamente mi edad con cara de fastidio.

Su mirada cruza con la mía al mirar al frente y sonríe calidamente, mientras yo aparto la mirada y la dirijo hacia mi madre que sonríe feliz.

-Hija, ¿recuerdas que te hable de Eleanor?, mi amiga en la secundaria.-sonrío y aciento.

-Si lo recuerdo, mucho gusto mi nombre es Darlene pero me puede decir Len.-le extiendo la mano en su dirección y ella la toma complacida.

-Mucho gusto, pero como ya sabes quien soy y como me llamo, este es mi hijo Dominik.-el me sonrie de nuevo y extiende su mano imitando mi gesto.

-Entonces, ¿seremos vecinas?-pregunta mi madre y la miro sorprendida con la boca ligeramente abierta lo que provoca que a Dominik suelte una son risilla en gesto burlón ante mi reacción.

-Si, pero llevaran nuestras cosas hasta mañana.-responde Eleanor.

-Oh, me parece perfecto,-responde mi madre-tendré que comprar mas comida para la cena de mañana-continua mientras comenzamos a caminar hacia la entrada, mientras Eleanor responde que no es necesario

Siento una mirada intensa a mi lado derecho que es donde se encuentra Dominik, pero lo que quiero en este momento es dejar ir momentos incomodos por lo tanto adelanto mi camino para ir u comprar cosas que necesito mientras le dejo el carrito a mi madre y me separo de ellas que nos las únicas en no percatarse de mi huida, a excepción de Dominik que me mira como si quisiera ir con migo pero lo pierdo de vista antes de que lo haga.