꧁ Demon • Haobin ꧂

꧁ 08 ꧂

...

El pelinegro cayó en el frío pavimento frente al trono de su padre y alzando la vista notó ligera seriedad en su mirada.

—¿Qué es lo que estás haciendo, hijo?

—¿Por qué me trajiste de vuelta? —miraba a todas las direcciones viendo a los demonios caminar y volar alrededor —¡El tiempo no ha acabado! Me quedan dos meses...

—Te recuerdo que el tiempo avanza de manera distinta aquí, Hanbin

—¡¿Qué?!

—Ya pasaron 3 meses

—¡Eso no es justo! Yo estoy en el mundo humano y ahí avanza todo distinto. Tengo que convivir con ese humano y su mugroso perr...

—Vives con él y aún no lo has matado

—Porque dijiste que tiene que tener sentimientos por mí y él aún piensa en su ex novio

—¿Y porqué fuiste a amenazar de muerte a ese humano?

—¿Cómo sabes...?

—Eso no es lo que te pedí, Hanbin

—¡No lo quería matar en serio!, era para que se alejara de ese chico

—Dejaste que viera tus poderes

—¡Claro que no! Sólo lo empujé un poco, no fue para tant...

—Y también ese chico del clan Zhang los vio y siempre le borras la memoria para que no lo recuerde

—Papá...

—No me llames así, Hanbin.

—Lo siento, señor...

—No puedo permitir que sigas haciendo eso.

—¡No me destierre, por favor!, me quedan dos meses, le voy a conseguir esa alma. Lo juro. Sea como sea. Pero no me destierre... —suplicaba

El hombre resopló mirando de reojo a su hijo, en el fondo le dolía castigarlo, y nunca lo había visto así de desesperado. Su corazón parecía ablandarse.

—Te iba a quitar tus poderes, pero... —tomó una respiración profunda —sólo te pediré que no uses ninguno de ellos bajo ninguna circunstancia, y tampoco dejes que ningún humano sepa que eres un demonio. Ni siquiera ese chico al que vas a matar

—Sí, señor —sonrió —muchas gracias, en serio

—Te daré los meses que te quedan... en el mundo humano

—Bien —sonrió

El pelinegro se quedó esperando que el hombre lo cambie de mundo, pero este se bajó de su trono y siguió haciendo sus cosas. Hanbin lo quiso seguir para pedirle que lo regrese pero los guardias no lo dejaron entrar a casa.

—¿Qué mierda hacen?, vivo aquí

—Lo sentimos, joven. Pero a pedido de su padre, no podemos dejarlo pasar

—¡¿Qué?!

—¡Hanbin! —llamó una voz detrás de él. El mencionado giró rápidamente a aquella dirección

—Oh... hola, Jinu —puso una cara de pocos amigos

—Escuché que te van a desterrar por asesinar a uno de los generales, ¿es eso cierto?

—No te importa —lo esquivó y el azabache empezó a reírse solo

—Siempre me pregunté a qué hora lo harían, ya se estaban tardando en botarte. Siempre estás haciendo escándalos en todos lados, llamando la atención y creyéndote el mejor cuando lo único que eres es un pequeño demonio bebé que intenta parecerse a su padre

—¡¡CÁLLATE!! —lo empujó contra la pared colocando su mano sobre su cuello dispuesto a apretarlo

—¿Qué vas a hacer...? —lo miraba desafiante, sin ningún tipo de miedo —¿me vas a matar?

Hanbin lo miraba con sus enormes ojos rojos sin decir ni una sola palabra. En serio estaba dispuesto a deshacerse de él, pero por primera vez pensó en las consecuencias de sus actos.

Si lo mato seré desterrado y no volveré a ver a Hao...

Lo soltó.

—¿Qué haces con este, Jinu? —un amigo suyo llegó y miró al contrario de pies a cabeza

—Vámonos, es un idiota

Tomó del brazo al otro chico yéndose lejos de la presencia del príncipe, que a pesar de serlo, ningún demonio de su rango lo respetaba. Quizás era por sus propias acciones del pasado.

...

Hanbin esperó un día entero para que su padre lo regresara al mundo humano. Estaba ansioso y buscó la casa del pelirrojo enseguida. Cuando llegó, él aún seguía durmiendo, seguía siendo el mismo día en ese mundo.

Se acostó al lado de su cama y lo abrazó fuertemente acariciando su espalda y su cintura, pegando su cuerpo cerca al suyo para sentirlo de nuevo cerca. Esperar tanto tiempo para volver a verlo lo consumía lentamente.

—¿Hanbin...? —el contrario abrió los ojos suavemente, aún somnoliento

—Espero que al decir ese nombre no estés pensando en tu ex —dijo con leve molestia

—Hanbin, volviste... —sonrió con suavidad y se dejó envolver en sus brazos —¿a dónde te fuiste...?, pensé que estabas enojado conmigo y ya no volverías... —dijo con tristeza

—¿Por qué pensarías eso?

—Porque... —suspiró —porque salí con mi ex...

—Oh... —casi se olvidaba de aquello —bueno, si me enojé un poco —bufó —sentí que me dejaste plantado

—Prometo no hacerlo de nuevo —lo abrazó fuertemente —él es un idiota...

—¿Te hizo algo? —frunció el ceño —dime si te hizo algo y lo mataré hoy mismo

—¿Matarlo? —lo miró seriamente —¿tú... no lo has amenazado con eso antes, verdad?

—¿Cómo?

—Él... él me dijo que lo seguiste a casa y le dijiste que se aleje de mí, que si no lo hacías lo ibas a matar

—¿Eso te dijo? —en el fondo no podía creer que ese tipo se atrevió a contarle la verdad al contrario —¿y le creíste?

—Y-yo... —tragó saliva —quería escucharlo de ti primero...

—Claro que no lo hice. Jamás haría eso. Apenas lo conozco, ni siquiera entiendo cómo se atrevió a mentirte con algo así

Lo engañó, pero al sonar tan seguro de lo que decía, Hao le creyó de inmediato mostrando una tierna sonrisa.

—Sabía que tu no harías eso —le dio un beso en la mejilla dejando descolocado al pelinegro —él es un idiota... tú no.

Dijo un par de cosas más, pero Hanbin sólo se quedó en blanco, mirando como sus labios se movían en medio de la oscuridad diciendo unas palabras que había dejado de escuchar hace un rato.

Por primera vez, su corazón comenzó empezó a latir más rápido de lo normal.