Lo vio ingresar a un mercado, creyó que iría a comprar algo, pero en vez de eso se instaló en un puesto de pollos, era uno de los vendedores. El mayor no lo podía creer.

—¿En serio Hao está con un tipejo que mata animales?, los humanos son seres tan miserables...

Yo mismo he querido matar a su perro... no sé de qué me quejo. Quizás sigo enojado... de todas formas no debería estar con ese, no lo merece.

La noche cayó y Hanbin esperó que este saliera de trabajar para empezar a seguirlo hasta su casa. Lo hizo en silencio y el otro jamás se percató de su presencia hasta que lo acorraló dentro de su casa.

—Si gritas, juro que te mato —dijo después de hacerle una llave alrededor de su cuello

—No tengo dinero, amigo... no tengo nada, puedes revisar la casa y... —miró de reojo notando que era el chico que vivía con Hao —¿qué mierd...?

—¡Cállate! —lo puso de espaldas contra la pared colocando sus manos hacia atrás, como un policía cuando intenta esposar un ladrón —no vengo a robar nada, igualmente no tienes nada valioso —le dio un vistazo rápido a su casa con una mueca de disgusto

—¿Entonces que carajo quieres?

—Quiero que te alejes de Hao

—¿Disculpa?

—No, no te disculpo de nada

—No me voy a alejar de mi novio sólo porque un imbécil que está enamorado de él me lo pide

—Yo no estoy... —gruñó —da igual, lo único que te ordeno es que no lo vuelvas a buscar ni a llamar, si otra vez te veo cerca de él, te voy a matar

—Si claro, como si fueras capaz

—¿Te burlas de mi poder?

—Sólo eres un demente que... —lo cargó y lo hizo volar por el aire hasta golpearlo con la pared del techo —¡¡AAAHHH!! —se cayó al suelo sin entender lo que pasó, pero su cuerpo dolía demasiado

—Te lo volveré a repetir —se acercó a él y lo pateó estando en el suelo

—¡AAAH!

—Si te vuelvo a ver cerca de él te mataré

—¿Crees... que... no soy... capaz de... llamar a... la policía ahora?

—No tengo ningún registro en este mundo, prácticamente soy inexistente, así que sólo pensarán que estás loco, además, sólo podría hacer esto —chasqueó los dedos —y borrarles la memoria

—¿Quién eres...? —miraba con horror —¿qué es lo que eres?

—Adivina...

—Vete de mi casa... ¡vete! —decía con temor y miedo

—Como quieras, pero yo ya te lo advertí —salió por la puerta, la cual aún seguia abierta

El contrario se levantó con dificultad para seguir sus pasos, pero al salir de la casa, él había desaparecido en medio de la nada.

—¿A dónde se fue...?, ¿qué clase de ser es él...?, no puede ser un humano...

...

La luna llena estaba en su punto, el pelinegro se sentó sobre la chimenea de una casa a pensar mejor el plan que debería tomar. Quiso volver a ver a Hao, pero este estaba fingiendo que no le importaba su inexistente presencia.

—¿Debería esperar un poco a que él me extrañe? —suspiró —¿y si nunca me extraña?, ¡¿y si vuelve a verse con ese idiota?! —sacudió su cabeza en negación —no, claro que no, ya lo amenacé, no se puede acercar... pero puede que Hao si se acerque... en ese caso... ¿qué hago?

Maldito humano, me frustra tanto...

Se quedó toda la noche en esa chimenea, hasta que el humo caliente alcanzó a rozarle su delicada piel, en ese instante se levantó para irse a observar a Hao de lejos.

Dejó a Houyi solo, con la comida a su alcance pero aburrido por tener que esperarlo. Salió muy temprano y tuvo que tomar varios buses hasta llegar al trabajo, incluso con todo su esfuerzo terminó llegando tarde.

Sabía que él no podía vivir sin mí...

Su trabajo en la oficina era aburrido y su jefe siempre le regañaba incluso cuando hacía las cosas bien, nunca conversaba con sus compañeros de trabajo y cada vez que estos salían a comer, él se quedaba a seguir haciendo su trabajo.

Con razón tiene los músculos contracturados...

Salía al mediodía pero a casa llegaba mucho más tarde ya que quedaba muy lejos, eso hizo pensar a Hanbin que a partir de ahora podría recogerlo del trabajo y así evitar que sea vea con su ex.

Sin embargo, hubo algo que le llamó la atención, se seguía mensajeando con él, todo el día en el que lo había seguido, no se había dado cuenta que la persona con la que hablaba mediante el celular era aquel chico.

Maldito hijo de perra, le dije que no se acercara a él...

Su sonrisa cada vez era más brillante, no podía arriesgarse a que Hao vuelva con ese tipo, tenía que hacer algo de una vez. Se transportó dentro de la casa y Houyi empezó a ladrar de emoción, en eso, Hao llegó y se alegró ligeramente de verlo.

—¡Hanbin! —corrió a abrazarlo, haciendo que este no sepa como reaccionar. Aquello había sido genuino —perdóname... creí que ya no querías hablarme

—Volví por Houyi, no por ti...

—¿Ah...?

—Quería cuidarlo mientras no estabas, y al ver que ya llegaste... —fingió tristeza —supongo que tengo que irme de nuevo... —se dirigió lentamente a la puerta esperando que Hao lo detenga

—¡Espera! —lo hizo —sé que no tienes a donde ir y yo me porté mal también... lamento las cosas que te dije, no eres un desconocido, eres un compañero, así que...

—¿Sólo un compañero?, ¿ni siquiera soy tu amigo?

—Yo... —bajó la mirada con vergüenza —no quise decirlo porque no sé qué me consideres tú...

—¿Yo? —se acercó a él —tu eres especial para mí... eres como el novio que siempre quise tener

—¿Novio? —se puso nervioso —¿te... te gustan los chicos...?

—Chicos... ¿así como tú...?. Sí —asintió —así me gustan

—Hanbin... —sonrió ligeramente, le gustó escuchar eso —bueno, eh... te puedes seguir quedando aquí...

—¿Es porque me extrañas o sólo porque quieres llegar temprano al trabajo?

—Por eso y... por tus masajes también... —se mordió el labio con timidez —¿no quieres hacerme masajes ahora?, lo necesito bastante

—Claro que lo haré

Y lo haré muy bien...

꧁ Demon • Haobin ꧂Where stories live. Discover now