4. VIGILADO

6.9K 631 88
                                    

*POV harry*

Pienso tomarme el día libre, con lo que conseguí estos últimos días tengo más que suficiente. Ya todo está listo, sólo debo esperar y mantenerme un poco más paciente. Recuerdo que es jueves, el último día en que Louis será cajero del supermercado, y también recuerdo que aún me falta la cinta y la cuerda ¿Por que no aprovechar mi día en vez de quedarme sin hacer nada?

Salgo de mi casa con ropa particular, como la del día que visité a la madre de Louis, camino hasta la parada de autobús más cercana, hoy será como mi día de descanso y no sacaré mi camioneta.

Al llegar, entro y comienzo a buscar lo que necesito como cualquier otra persona, en la sección de herramientas agarro una cinta adhesiva de las más anchas y grandes, una rueda de cuerda de 10 metros y aprovecho para comprar una caja de clavos. Me dirijo a las cajas para pagar y noto como la caja de Louis es la que más personas tiene, eso me estresa, pero lo aguantaré sólo para que sea él quien me cobre.

*POV louis*

Estoy en el trabajo y es la hora donde más hay clientes; paso por la registradora producto tras producto y entrego factura tras factura, estoy agotado pero sé bien que aún faltan varias horas para terminar mi día de trabajo. Pasan varios clientes y no me intereso mucho por lo que compran, o por quienes son... a veces vienen vecinos pero ni me inmuto en ellos. Llega un chico y paso por la registradora lo que va a llevar: Una cuerda, cinta adhesiva y clavos, me sorprende ver herramientas, usualmente hay una caja especial para estas cosas y queda justo en la sección de donde vienen. Levanto es rostro para decirle lo que debe pagar y lo veo. Reconocería ese rostro donde fuera, lo veo a los ojos y recuerdo de donde lo sentía conocido. Me quedó helado.

"Es el mismo sujeto raro del lunes... y de la para del autobús..." Pienso.

Sé que en mis ojos se refleja el miedo, lo siento y soy un libro abierto para cualquier situación, él se da cuenta de esto y sonríe tan maleficamente como la ultima vez, con esos ojos fríos pero llenos de deseo que no sé como clasificar.

-S-so-on... diz-es.. -Trago saliva. -Di-iez libras... -Temo que no se haya escuchado porque lo dije en tan solo un murmullo, pero para mi suerte si se entendió y el chico me da 20 libras.

-Quédate con el cambio. -Me guiña un ojo y siento miedo por esa acción.

Agarra su bolsa con lo que acaba de comprar y lo veo salir del lugar a paso ligero, no me doy cuenta pero el siguiente cliente está insistiendo en que lo atienda, reacciono y continúo con mi trabajo pero evidentemente asustado; mi rendimiento baja y así me mantengo por lo que resta del día.

Voy en el bus camino a mi casa, faltan unos minutos para llegar a mi destino y mis piernas no dejan de temblar, tengo miedo de volver a encontrarme con ese hombre, chico... no sé. Me bajo y vuelvo a ir por el atajo para llegar por detrás de mi casa, esta vez mamá no está cerca así que me libro de darle explicaciones. Al parecer está viendo TV en su cuarto, que bueno que tiene la luz apagada. La saludo y ella me dice que no sintió cuando llegué, yo me limito a besarle y salir sin decir nada. Llego a mi cuarto y no prendo la luz, desde el otro día no abro las cortinas y me ayuda en lo que voy a hacer a continuación.

Llego a la ventana y con cuidado corro unos centímetros la tela de uno de los extremos, espero lo peor y allí lo veo, con la misma sudadera del otro día, el mismo aspecto sombrío y me causa escalofríos por enésima vez. Con ayuda de mi muy buena visión identifico que cambia su atención de la calle por donde usualmente llegaría, la puerta de mi casa y mi ventana, no comprendo que pretende y me altero. No quiero llamar a la policía, tal vez esté exagerando; no quiero comentárselo a mi mamá por la misma razón por la que no le digo el por qué entré por la puerta trasera el otro día. No veo otra opción que quedarme ahí, en espera de que se valla pero no pasa. Mi madre me llama para que baje a cenar y obedezco, al volver, con la intención de dormir, me asomo por ultima vez. Ahí sigue... ¿Que no se cansa? ¿Cuando se irá y dejará de atormentarme?

Los nervios se apoderan de mi y me desespero, tengo tanto miedo, pero debo ocultarlo. Me preparo para dormir despidiéndome de mis hermanas, mi mamá y mi padrastro actuando como mejor puedo para que no noten mi estado. Ya listo para dormir, siento la necesidad de asomarme por ultima vez, pero me resisto y casi obligadamente me meto bajo las sabanas e intento dormir pero no lo logro; el tiempo pasa, cada segundo, cada minuto, cada hora... Los siento cada uno y me pregunto cuando tendré calma, sé que estoy exagerando pero mi vida, hasta ahora, ah sido muy tranquila para tolerar esto.

Ya cansado de mi insomnio inesperado, voy al baño y tomo una de las pastillas de dormir que guarda mi madre para ocasiones donde debe trabajar muy duro. Me sirvo un vaso de agua y lo bebo todo junto con 2 pastillas que espero hagan su efecto lo más pronto posible. Vuelvo a mi cama un poco más tranquilo -si están haciendo efecto- y unos minutos después ya estoy en las redes de morfeo.

Creo que voy a dormir bien, pero para mi mala suerte, sueño que alguien me persigue, unos ojos verdes me persiguen, una sonrisa macabra me persigue, el miedo me persigue y temo con mi vida que me alcance.

Mi alarma me despierta y siento como un sudor frió recorre todo mi cuerpo, siento tanto cansancio como quien llega de una borrachera. Recuerdo lo que pasó el día anterior, mi ultimo sueño, el insomnio, el miedo... empiezo a temblar y me obligo a prepararme para otro día de trabajo aunque no quiera.

"Solo aguanta un día más, mañana es sábado y podrás descansar todo lo que quieras, sólo no te alteres."

Cumplo con mi rutina diaria pero algo no deja que sea común como todos los días, el miedo. No comprendo porque, pero siento que ese hombre está detrás mío aunque no haya nadie, siento que alguien me sigue y me vigila pero sé que es mi imaginación. No puedo concentrarme por el resto del día temiendo que alguien vigile a mamá, que le haga daño a mis hermanas.

"Debes dejar de pensar así, lo único que ganas es matarte la cabeza. Seguramente no hay nadie vigilandote, no hay nadie frente a tu casa y nada malo está pasando, no eres más que una gallina desprotegida, demuestra que tan hombre eres, Tomlinson."

Al llegar a casa por la noche y notar que todo está tan vacío y frío como siempre, me tranquilizo y mi vida vuelve a ser casi tan normal y tranquila como siempre, las pesadillas me siguen atormentando pero las ignoro porque sé que no son reales. Todo sigue así por el fin de semana, pero no sé que pasará al iniciar nuevamente el lunes.

Secuestro Inminente. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora