Roy se despidió de Lum y de Kareem agitándoles la mano desde ella entrada de su casa hasta que sus ojos ya no eran capaces de verlos, una vez eso pasó, se giró para abrir la puerta, y al hacerlo, se encontró con la cara de Cris, tenía los ojos bien abiertos, con una mirada traviesa en sus ojos, y bastante cerca de la cara de Roy.
- uh... Será mejor que no pregunte... - Roy trató de pasar por un lado de Cris, tratando de evitar hablar con él, porque sabía lo que significaría iniciar un diálogo con él, y más teniendo en cuenta su cara, aunque evitarlo no ayudó en nada, ya que Cris habló igual.
- no vas a creer lo que me pasó... - Cris se fue a sentar en el sillón, y Roy se sentó junto a él.
- de acuerdo, cuéntame... - sin esperar un minuto, Cris empezó a a hablar.
- Tú fuiste el que me llevó a mi cama anoche, ¿Verdad? - creo que fue hace más de una noche, pero sí... - agregó Roy, pero si idea fue apartada pero Cris, quien hizo un movimiento rápido de mano, dando a entender que era irrelevante, y Roy sin querer discutir se resignó y se acostó en el sillón.
- como decía... Estaba muy cansado y triste ese día, entonces una vez que me desperté, como pude, salí de la casa, la verdad no sé ni para qué, digo, igual ya me había cortado... - al decir eso Roy se enderezó con una mirada entre de enojo y confusión, pero nuevamente Cris le impidió decir algo - entonces me fui, caminé hasta encontrar una tienda de... No sé ni de qué, todavía no estaba tan despierto, el tipo que estaba cocinando me calló super bien, además me dejó comer grátis, ¿lo puedes creer...? - Roy se talló la comisura de los ojos.
- entonces... ¿Eso qué tiene que ver? ¿Por qué me lo mencionas? - Cris, un poco molesto por el hecho de que lo hubiese interrumpido dijo - te lo cuento... Porque eres mi amigo, y creo que estamos en ese punto de nuestra relación donde podemos hablar de cosas sin sentido, ¿no?
Roy asintió ya sin escuchar tanto a Cris a causa del sueño; Roy bostezó, acusando que una lágrima saliera de su ojo. Cris se levantó del sillón, también bostezando, y dijo.
- ah, y por cierto, Roy... Dile a tu pequeño novio que no se pasee por la casa en ropa interior... Mejor que lo haga en tu habitación, ¿No? - Cris le guiñó un ojo a Roy y este se fue, meneando la mano sin voltear a verlo.
Roy se quedó con los ojos muy abiertos, un pequeño rubor se esparció por su cara; él le regresó el saludo a Cris, aunque este ya no lo estaba viendo, y ya se había metido a su habitación. Roy se acostó en el sillón, se giró hacia su lado izquierdo, con una mano en su pecho y otra entre sus piernas, tratando de calentarse. Roy sonrió placenteramente al imaginarse a Lum en ropa interior, pero entonces esta se cambió por una de él con un pañal puesto.
Roy no sabía cuál le gustaba más, por una parte nunca había visto a Lum solo en ropa interior, aunque le gustaría; en cambio ya lo había visto varias veces con un pañal puesto, e incluso desnudo. Se le hizo irónico, como ya había visto a Lum de muchas maneras excepto en ropa interior, eso le causó cierta risa.
Roy se cambió de posición en el sillón, pasando de estar de lado a estar boca arriba. Dió un suspiro, y cerró los ojos; Roy se estaba quedando dormido, pero su paz se vió interrumpida por un grito, un grito muy alto y espantoso, él abrió los ojos del susto, y se enderezó, su corazón latía algo rápido a causa del susto. Se comenzaron a oír pisadas, como de alguien corriendo, la puerta del cuarto de Cris se abrió de golpe, y él salió corriendo, llendo hacia Roy.
– ¡Roy! ¡Roy! ¡¡Roy!! – exclamó Cris abrazando a Roy – hay... Hay algo en mi habitación, ¡una cosa horrible!
– para que grites así debe de serlo... – Roy se talló un oído, los gritos de Cris le habían causado un dolor – y... ¿Qué es? – Roy se levantó del sillón, tambaleándose ya que estaba algo adormilado aún.
ESTÁS LEYENDO
El diario de Lum
RomanceEn esta historia, Roy, un chico que está cansado de la vida, todos sus amigos lo abandonaron y siempre pasa desapercibido, conoce a su contraparte, una persona alegre, con una actitud muy especial. Roy se ve involucrado en una aventura, que ni él m...
