Invisible String

Capitulo 10

Pov Noah Clark

—No entiendo nada.— Interrumpió la morena el relato de la castaña.

—¿Qué parte no entiendes?

Katherine se quedó en silencio unos segundos más, pensando un poco su respuesta. Hasta que Jasmine la interrumpió.

—Dani, nadie está entendiendo nada.

Una pelea se desató por el comentario de la castaña a mi lado.

Me gustaría decir que estaba escuchando la conversación, pero realmente mi atención estaba totalmente plasmada al chico con los auriculares puestos, que estaba leyendo El resplandor en las gradas.

Llevaba días tratando de acercarme a Theo, pero el parecía tener una perspicaz habilidad para evitarme. Tal vez pensaba que me burlaría o haría algo peor.

Pero en verdad...

Flashback

Cuando las clases acabaron no me percaté de que había olvidado mi cuaderno bajo el pupitre en el salón de arte.

Seguramente si hubiera sido algún otro cuaderno lo habría dejado estar. Y mañana solo lo buscaría a primera hora. Pero luego recordé que justo en ese cuaderno estaban todos mis pensamientos de los primeros meses de que llegué a Nueva York.

Y no me apetecía mucho que algún metiche los leyera por estar de chismoso.

Así que, aquí me tienen, fuera de la escuela, a mitad de la noche y con dos amigas que solo querían volver a dormir.

—Noah...— La rubia susurró cerca de mi oído, con un poco de temor.—¿Qué hacemos aquí?

Yo solo la miré un poco incrédula, ya que le había respondido esa preguntas las otras cuatro veces que preguntó.

Junto con Katherine, le dimos la vuelta a la instalación y entramos por una puerta de emergencia que daba al auditorio. Ya dentro solo tuve que sacar las llaves para abrir la puerta.

Cuando estuvimos por los pasillos, les dije a las chicas que me esperaran ahí. Y que a cualquier cosa, no me dejarán sola.

Me encamine al salón de arte que, para mi mala suerte, queda al otro lado del espacio educativo.

Cuando por fin llegué, a penas evitando a Franklin. El guardia de seguridad. Entré y busqué directamente el cuaderno bajo el pupitre.

Estuve apunto de irme, pero un ronquido me detuvo. Busque superficialmente con la mirada y ahí estaba él.

Acostado en el piso, envuelto en unas cuantas mantas y usando su mochila como almohada. Parecía estar en paz. Sin preocupaciones.

O al menos parecía menos idiota.

¿Theo se quedaba a dormir en la escuela?

¿Por qué?

No tuve tiempo de responderme mis propias preguntas, porque escuché pasos aproximándose.

Velozmente salí del salón y cerré la puerta tras de mi. Melanie y Katherine aparecieron casi un segundo después.

—¿Ya lo tienes?— Preguntó, la morena alarmada.

Yo simplemente asentí y evite que entraran al salon donde estaba el chico.

Las tome de las muñecas y las dirige hasta el auditorio nuevamente. Allí solo tuve que abrir la puerta de emergencia otra vez y salimos como si nunca hubiésemos estado allí.