05 || DESCUBRIR

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Lexie

Ser libre era agobiante.

Tanto como todos quieren arrancarse las cadenas que los atan a alguien o algo más, es lo que yo desearía reparar los eslabones que me dejaron en libertad.

¿Era la libertad lo que me molestaba? Quizás más bien era la soledad. Me sentía como un perro sin amo, abandonada a mi propia suerte, a mi propia miseria, a mi propia libertad de elección. No quería elegir nada, no quería marcar mi camino, quería seguir a alguien más, quería seguir siendo ese perro obediente.

Miré a Steve mientras cocinaba, seguía enojada con él, pero lo dejaba redimirse preparándome cosas que yo quería. Él era un líder, hasta en la propia cocina se notaba, o quizás era yo que tenía tan metido el tema en la cabeza que no dejaba de ver esas cosas. El Capitán América, hecho para liderar.

Yo estoy hecha para seguir a alguien más. No tenía nada de madera de líder, ni tampoco quería tener. No quería tomar elecciones, no quería pensar, sólo dejarme llevar por... Ah. Sí. Quizás simplemente extraño seguir a cierta persona, tal vez extraño la dinámica que teníamos antes...

Mi celular comenzó a vibrar con un patrón específico, uno que había dejado para saber al instante sobre qué era.

Tengo un pequeño problema de seguridad sobre mis datos —aclaré porque sabía que Bucky había notado mi cambio de humor aún si intenté disimularlo—. Arreglaré ésto y volveré. No dejes que escupa mi comida.

Él llegó a sonreírme por aquel comentario. Si tan sólo supiera que hace que mi corazón se salga de mi pecho con tan poco. Si todavía intentaba seguir con ésto era simplemente por cada migaja de amor que me daba.

Subí las escaleras, entré a mi cuarto y ni cerré la puerta, simplemente fui a abrir la notebook para dar con el maldito problema. Había colocado una alerta silenciosa para que me avisara cuando cualquier persona buscara sobre mí en internet o en los propios archivos de Hydra.

Le había hecho unas cuantas mejoras a mi notebook así que, aunque tenía una apariencia humilde, era mucho más potente que las que usaban muchos hackers.

«Pero no mucho mejor que la de Tony Stark», seguramente eso me quiso decir el universo cuando rastree el servidor que intentaba dar con mi información. Cerré los ojos con fuerzas, ni siquiera tenía sentido gastar energías en detenerlo, jamás lo haría. Parece ser que la genialidad es genética porque él era mejor de lo que alguna vez fue... Puse mis manos tapando mis orejas. Su nombre rebotaba en mi mente sin parar, su rostro, su voz, todo lo que implicaba Howard, mi hermano, se infiltraba en mi cerebro como un virus que se aferraba a mi memoria tan fuerte que me costaba dejar de pensar en él. Sentía que me sangraban los oídos. El ruido, que era inexistente, me taladraba los tímpanos.

—¿Todo bien?

Abrí los ojos y giré para ver a Bucky parado en el marco de la puerta. Creo que dudaba si acercarse o no, la última vez lo aparté con mucha fuerza, quizás no tanta para dañarlo, pero sí para que piense dos veces si acercarse a mí era bueno. Quizás no lo era. Yo no era buena para él.

—No soy tan buena con la tecnología como pensaba —bromeé con una sonrisa fingida.

—Cuando dijiste que tus datos...

—No te preocupes —lo interrumpí—. Cuando te dije que la casa era segura, no te mentí. Mis datos y los de ésta ubicación son dos cosas completamente distintas.

—No me preocupa eso —respondió acercándose lentamente—. Me refería a si eran tus datos como Lexie o como Alice.

Odiaba ese nombre.

Unbroken loop?Where stories live. Discover now