Fui hasta la estación asignada, aún procesando todo. Aiko me alcanzó por detrás y me entregó una pequeña libreta y un bolígrafo decorado con una figura de gato con sombrero. Por supuesto. Porque el profesionalismo murió en este lugar.
Aiko: ¡Ánimo! Y recuerda sonreír. Nada conquista como una maid feliz.
La campanita de la entrada sonó. Dos chicos cruzaron la puerta, claramente fans de estos sitios. Uno llevaba una bufanda con estampado de neko-maids. El otro, una cámara colgando del cuello.
John (Mujer): *pensamiento* Genial. Mi primer cliente probablemente escribe fanfics sobre esto.
Me acerqué a su mesa, sentí que mis pasos hacían más ruido del que debían, como si todo el suelo fuera una pasarela de la vergüenza.
John (Mujer): *voz suave* B-bienvenidos... amos. ¿Les gustaría el menú del día, o desean que su humilde sirvienta recomiende algo especial...?
Fan con bufanda: ¡¡¡Kyaaaa!!! ¡ES DEMASIADO LINDA!
Fan con cámara: ¡Se nota que eres nueva! ¡Esa torpeza es auténtica!
Hifumi: *carcajadas desde el bolsillo* ¡Los tienes en la palma de tu mano, estrella del moe moe kyu!
John (Mujer): *forzando una sonrisa aún más amplia* L-les dejo el menú... con mucho amor.
Tomaron fotos (con permiso) y pidieron dos combos temáticos. Tuve que escribir las órdenes en la libreta con letra redonda y añadir un dibujito de corazón, porque aparentemente eso aumentaba la propina. Aiko me guiñó un ojo desde el otro extremo del local.
Los minutos pasaban y más mesas se llenaban. Aparentemente era una tarde ocupada. Para sorpresa de nadie, ya había derramado agua en una bandeja, confundido dos órdenes de parfait y tropezado con el borde de una alfombra.
John (Mujer): *cansado* No sabía que ser adorable requería tanto equilibrio y coordinación.
Hifumi: *voz cantarina* ¡Ser linda es un trabajo de tiempo completo!
Me apoyé por un segundo contra la barra, intentando recuperar el aliento. Entre risas de clientes, campanitas de entrada y música de fondo con voz de ídolo hiperglucémica, me sentía como en un sueño... uno particularmente incómodo y lleno de encajes.
John (Mujer): *pensamiento* ¿Cómo hacen esto todos los fines de semana? ¿Esto cuenta como cardio?
Hifumi: *voz alegre desde el bolsillo* ¡Claro que sí! ¡Estás quemando calorías y aumentando tu moe por segundo!
John (Mujer): *murmurando* Si el moe sube más, voy a entrar en combustión espontánea...
"¡Joan!" llamó Aiko desde la cocina, asomando la cabeza por la cortina. ¡Omelette express para la mesa 3! Y recuerda decorarlo tú misma. ¡Pide el ketchup del amor~!
John (Mujer): ¿Qué...?
Aiko: ¡Vamos, hazles un mensajito lindo! Una carita feliz, un "amo querido", lo que salga de tu corazón. ¡Con ternura!
Hifumi: *emocionada* ¡Es la prueba definitiva! ¡El ritual sagrado del maid café!
Me acerqué a la cocina y vi la tortilla bien colocada en un plato blanco, acompañada por una botella de ketchup con forma de conejito. Agarré la botella como si fuera una espada legendaria. Me temblaba la mano.
John (Mujer): *voz baja* ¿Qué demonios escribo aquí...? "Gracias por venir", "¡Moe moe kyu~!"... no. Definitivamente no.
Hifumi: *susurrando* Escribe "Amo número uno". Con un corazoncito. Uno grande.
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Re: Loaded App
Ciencia FicciónJohn consiguió una extraña app en su teléfono. Pero al probarla, con un toque en la pantalla, su cuerpo cambió al instante: piernas más largas, pestañas hermosas, y una voz que ni el mismo reconocería. La culpable es Re:loaded, una app que descargó...
