Los VKs les habían enseñado cómo hacerse pasar por villanos, según ellos eso los ayudaría. Todos reían al ver que había dado resultado, pero las risas no duraron mucho al ver cómo Ben chocó contra alguien. Addison fue la primera en acercarse.
—Lo sentimos —dijo Addison.
—Ey, yo te conozco —dijo el chico, mirando a Ben.
—Lo siento, no te conozco, amigo —respondió Ben, nervioso.
—Vamos, déjame darte una pista: mi padre es rápido, intenso… y tiene un cuello muy grueso.
Nadie dijo nada hasta que el chico miró un papel pegado en la pared. Luego los señaló con el dedo.
—¡Eres el rey Ben!
Addison rápidamente movió a Ben y le sonrió nerviosa.
—Lo sentimos, pero no es él —dijo con una risita incómoda.
El chico la miró durante unos segundos.
—Tú eres la reina Addison, ¿verdad? Te vi en televisión.
Addison no supo qué decir, así que improvisó:
—¿Me parezco a ella, verdad? Sí… me lo dicen seguido.
—Sé que eres tú.
Evie tomó del brazo a Ben y Addison, y los arrastró fuera del lugar, mientras el chico decía algo que Addison no alcanzó a escuchar.
Todos caminaron hacia unas escaleras. Jay golpeó lo que parecía ser un letrero, y Addison, antes de subir con Ben, miró a los demás con expresión nerviosa.
—Deséennos suerte, la vamos a necesitar —dijo Addison.
—Hasta la cima —dijo Jay.
Addison y Ben subieron con algo de miedo, que se disipó al escuchar un par de risas. Entraron con cuidado y se encontraron a Mal haciendo un grafiti en la pared, mientras Melody reía. Addison observó un momento a su hermana y notó que había cambiado mucho su estilo.
—Al menos no me hiciste con cuernos y un tridente —soltó Ben de pronto, asustando a Mal y a Melody.
—Ben… —fue lo único que Mal logró decir.
—Addy… —susurró Melody.
—¿Podemos hablar? —preguntó Addison a su hermana.
Melody miró a Mal, quien le dio un pequeño asentimiento. Addison le dedicó una sonrisa, y Melody la guió a otra habitación para tener una conversación más privada. Ninguna de las dos decía nada, hasta que Addison habló:
—Linda ropa… y tu cabello, digo… es muy wow.
—¿Por qué viniste, Addy?
Addison rió suavemente. No se molestó.
—Para llevarte de vuelta.
—No quiero regresar.
—Escucha, sé cómo te sientes, y créeme que lo siento. Debí escucharte, debí entender cómo te sentías y no lo hice. Solo… vuelve, por favor.
—Addy, no es solo eso. Aquí siento que no tengo ninguna obligación. Al cambiar mi estilo sentí que, por fin, pude decidir por mí misma. Allá no quiero tener esa “gran vida”. Quiero decir… tú tienes a tus amigos, todos te quieren por lo que eres. Y yo… para los demás, solo soy una usurpadora.
—¿Y Ryan?
—Él me sabrá entender.
—¿Y Asher?
—Estoy segura de que estará feliz sabiendo que el trono será para él.
—¿Y mamá? ¿Papá? ¿Y yo? —su voz se quebró.
—Solo quiero estar tranquila… y si viniste a convencerme, será mejor que te vayas. Pero antes…
Melody se acercó, tomó la mano de su hermana y le colocó un collar dorado en forma de coral con su nombre grabado. Era un regalo que sus padres y ella le habían dado a Melody cuando nació. Addison sintió cómo se le rompía el corazón.
—¿Por qué? —preguntó con voz rota.
—No quiero tener nada que me ate.
Addison salió del lugar junto con su amigo. Ella tenía lágrimas en los ojos; Ben, en cambio, mostraba enojo. Los chicos se alarmaron al verlos regresar.
—¿Qué sucedió? —preguntó Evie.
—No quiere volver —respondió Ben, alejándose.
—¿Addy? —dijo Asher.
Ella negó con la cabeza y se fue junto con Ben.
—¡Addy, espera! —gritó Ryan, y fue tras ellos.
Todos se quedaron en silencio unos momentos, hasta que Carlos habló:
—Oigan… ¿y los chicos?
Los demás buscaron con la mirada, hasta que vieron a alguien asomarse. Se tranquilizaron un poco… pero no por mucho.
—Ben, no nos asustes así. ¿Dónde están Addison y Ryan? —dijo Evie.
—¿Que no los asuste? Pero esa es mi especialidad…
—Harry…
El pirata rió al escuchar su nombre.
—¿Qué hiciste con ellos? —preguntó Jay, con enojo.
—Oh, los secuestramos. Y si Mal quiere volver a verlos, que venga esta noche al Fish & Chips. Sola. Uma quiere verla —explicó con indiferencia.
Harry miró a Jay con una sonrisa burlona.
—Oh, Jay… parece que perdiste tu encanto.
Antes de que Jay pudiera golpearlo, Evie lo detuvo, y Harry se fue sin más, dejando a los demás furiosos.
—Genial. Una de mis primas se niega a volver, y la otra está secuestrada. Este día no podría mejorar —dijo Asher.
—Cálmate, Asher. Addison es fuerte, y no está sola. Además, créeme, se cansarán de ella —dijo Sebastian, intentando calmarlos.
Si había algo que Addison hacía bien, era colmar la paciencia de los demás. Y si se encontraba en esa situación, sin duda sería un problema. Solo esperaban que estuviera bien… especialmente Ryan, quien era el menor de los tres.

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Entre La Corona Y El Mar
FantasyAddison Rose Maris Montclair, hija de Ariel y Eric, creció protegida tras ser secuestrada por Úrsula. Sus únicos amigos eran Ben, el futuro rey de Auradon, y Jane, hija del Hada Madrina. Pero cuando sus padres deciden enviarla a Auradon para hacer n...