CAPITULO 9

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DE LA BITÁCORA DE PETYR NORTHMAN

29 DE MARZO DEL 2013

Bueno, no sé ni cómo empezar, había evitado hacer esto por mucho tiempo, pero creo que entre más lo evito, más empeoran esas estúpidas pláticas conmigo mismo...

Todo en realidad en muy sencillo, todo se reduce a Victoria vs. Alice y Amor vs. Vocación.

Victoria, pienso que jamás me dejará entrar en su mente, creo que en realidad no quiere que la ayude. Alice, por otra, parte es perfecta... no tiene ni un defecto. Quisiera dedicarle más tiempo a mi relación con ella, aunque en realidad nunca se queja de cuando leo expedientes en la cama o cuando me tiene que esperar por horas en la oficina mientras reviso toneladas de papeles. Sé que no quiero que mi relación con ella sea solo un relleno en mi vida y sé que no quiero que me deje por no dedicarle el tiempo que se merece. Y mis pacientes... aaaah, mis chicas, mis cuatro lindas chicas... todas tan distintas...

Lilian Potter es una dulce niña, tan dulce como se puede ser. Poco a poco trabajamos sobre sus delirios y su esquizofrenia, la nueva medicación le ha sentado muy bien, sobre todo los antidepresivos naturales que recomendé; "sus amigos" casi no aparecen ya, al igual que sus arranques violentos.

Nelly Chandler... uhm, ¡la amazona del Mercy Grace! Con ella jamás he tenido problemas, solo su constante juego de coquetear, no se cansa de eso, pero sé que solo es un juego. Sin dudas ha mejorado, incluso, según me ha contado la enfermera Lucy, hace unas semanas llamó por teléfono a su esposo. Me dijo que al principio se gritaron un poco y después se suavizaron, pero que la sonrisa jamás se borró de su rostro, incluso cuando le dijo un par de palabras ofensivas subidas de tono.

Melina Taylor, con ella creo que es con la que más se han visto avances, también me dijeron que hace varios días que duerme sola en su habitación sin problemas; ya no debe de estar una enfermera ahí cuidándola toda la noche, solo de vez en cuando pasan a vigilarla. Su medicación es casi escasa, a cambio de esto le he impuesto una estricta rutina de ejercicios, nadar, correr, cosas que la diviertan y a la vez la agoten, creo que ha sido una de mis mejores ideas.

Victoria Rice... por dios... con Victoria estoy igual que el primer día, estoy en nada, en cero, no me da nada con qué trabajar. Me dice cosas de su pasado, me externa sus molestias, me estudia, me analiza, y luego me exaspera. Pero no puedo dejarla... ella... su presencia dura y enigmática, su apariencia desparpajada y en extremo confiada, su rojo cabello siempre alborotado, sus hermosos labios y... y ese estúpido sueño que siempre viene a mí... lo odio, no puedo verla a los ojos sin recordar esos perversos sueños. ¡Victoria me volverá loco! Honestamente a veces quisiera permitirle entrar en mi cabeza y que escarbara todo hasta que se hartara... pero al terminar, ¿que quedaría de mí? ¿Que quedaría para mí? Victoria lo tendría todo... Es una tentación dejarla tener todo de mí, una tentadora opción, entregarle todo...

¡Debo sacarla de mis pensamientos y verla solo como mi paciente! Pero no puedo, me esfuerzo y no puedo... me siento como si traicionara a mi dulce Alice...

El fin de semana se ha atravesado, ya no hay nieve en las aceras, los pájaros están regresando, todo empieza a lucir tan diferente. Cuando llegué todo era frío y el sol no calentaba, ahora parece una ciudad nueva. Alice y Suzzane dicen que la ciudad renace cada primavera, muero por verlo todo, presiento que el verano en Essex será muy distinto a cualquiera que haya vivido antes, en New York o en Virginia.

Bueno... creo que me siento un poco mejor, tenía miedo de escribir aquí de nuevo, pero creo que no ha sido tan malo... Hoy le toca a Alice pasar aquí la noche, espero que esté cómoda, no es la primera vez que se queda y nunca se ha quejado. Ella nunca se queja de nada, pero sigo sintiéndome incómodo, este departamento es pequeño y no es para nada como su casa...

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