POV – Bakugou Katsuki
La luz se colaba apenas entre las cortinas, dibujando líneas doradas sobre la piel de Kirishima. Estaba de lado, su pecho subiendo y bajando con esa tranquilidad que solo tenía cuando dormía profundamente. Su cabello rojo estaba revuelto, desordenado por mis manos, por la noche, por todo lo que habíamos sentido.
Me quedé mirándolo. Sin moverme. Sin decir nada. Solo lo miraba, intentando grabarme en la mente ese instante.
El ritmo de su respiración.
La curva suave de su espalda.
El pequeño sonido que hacía cuando exhalaba, como un suspiro entre sueños.
Era hermoso. Siempre lo había sido. Pero no solo por fuera.
Lo era porque me aguantaba. Porque me conocía. Porque incluso cuando me quebraba, cuando perdía el control, cuando el mundo me sobrepasaba... él se quedaba. Siempre se quedaba.
Y aún así me preguntaba por qué carajos me amaba.
Me pasé una mano por el rostro, respirando hondo.
Yo no era fácil de amar.
Mi carácter era una mierda.
Mi forma de hablar, de reaccionar, de no saber pedir perdón...
Y sin embargo, ahí estaba. Durmiendo a mi lado como si no hubiera dudas, como si ni siquiera existiera un mundo donde yo no fuera suficiente para él.
Me incliné un poco y besé su hombro, con suavidad. Apenas un roce. No se movió. Seguía dormido.
Tomé mi celular del buró y lo desbloqueé. La pantalla iluminó mi rostro y me reflejé por un segundo.
Tenía los ojos hinchados. Me había pasado el día anterior llorando como idiota.
Pero joder, había valido la pena.
Deslicé el dedo por las apps hasta entrar al navegador. Busqué pasajes de tren. Rápido, sin pensarlo demasiado. Si me ponía a darle vueltas, lo dejaría para después. Y no quería. No después de lo que había pasado ayer.
Mis padres ya sabían que estábamos juntos. Lo sabían desde hace años.
Y no se metían, pero lo aceptaban. A su manera.
Pero esto... esto era diferente.
Iba a casarme.
Iba a ser su esposo.
Y aunque parte de mí quisiera mantener eso solo entre los dos un rato más, otra parte sentía la necesidad de compartirlo con quienes me vieron crecer.
Así que lo hice.
Un clic.
Pasaje de ida para mí.
Y otro para él.
Lo miré de nuevo. Dormido, tranquilo, como si no cargara con nada. Pero yo sabía cuánto había cargado por mí, y con gusto me dejaría cargar un poco por él también.
—Nos vamos de viaje, idiota —susurré, aunque sabía que no me oía—. Vas a ver a mis viejos... otra vez.
Sonreí sin darme cuenta.
No me preocupaba lo que dijeran.
Porque incluso si se les ocurría decir alguna estupidez —cosa que dudaba—, ya no me afectaría.
Porque ya no había dudas.
Ni miedos.
Solo amor. Del de verdad.
Del que atraviesa los años.
Del que sobrevive a todo.
Volví a dejar el celular en el buró y lo abracé por detrás, con cuidado de no despertarlo.
Me acurruqué en su espalda, cerrando los ojos, dejando que el calor de su cuerpo me calmara.
Ahí, en silencio, lo pensé con todas mis fuerzas:
Gracias por no rendirte conmigo.
Sentí su cuerpo moverse contra el mío. Un ligero suspiro, una respiración más profunda, y luego sus dedos buscando los míos bajo las sábanas.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de lo que fuimos (Kiribaku)
Romance🧠💔 ¿Qué pasa cuando olvidas al amor de tu vida... pero él sigue ahí, fingiendo que nada ocurrió? Tras una misión fallida, Bakugou Katsuki despierta sin recuerdos de los últimos años... incluyendo su relación con Kirishima Eijirou. Los médicos advi...
